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STAR TREK La Ultima Frontera Parte 3


Saliendo rápidamente del lugar de ritos extraños y sin sentido, el Capitán Kirk, su primer oficial y el médico a bordo, abandonan el lugar con un maletín de documentos valiosos que habiendo sido dejado atrás, por el olvido de un líder o anciano del lugar, fue capturado por los viajeros.
“Capitán, he encontrado algo interesante”, dijo el Vulcano. El calor sofocante parecía no incomodarlo como lo hacía con el galeno. “Seguro encontró un ventilador! Si no, no me importa!”,  dijo con enfado, y mirando a Kirk le preguntó: “¿James, de verdad te parece que esta gente tenga algo de peligrosa?, por favor!. Es verdad que son ridículos hasta el absurdo, pero donde está el peligro de esta gente simple?, ¿qué hacemos aquí?
Cuidan de sus hijos, trabajan decentemente, no usan drogas, pareciera que no mienten, son buenos vecinos, respetan a las autoridades y viven su vida en paz. Insisto, ¿Dónde está el peligro aquí?…mi opinión es que en verdad debería dejarse a estas personas tranquilas seguir sus vidas y ritos en tranquilidad. No veo ningún mal para nadie. Es verdad que no comparto esa pérdida de individualidad común en los nativos y que sigan a sus líderes exaltados, pero, la reunión me pareció tranquila, hasta agradable en ciertos aspectos. Aunque lo único extraño fue el incidente de la corbata, asunto que merece atención siquiátrica. Pero aparte de eso, parecen buena gente, inofensiva, trabajadora  y decente.”
Kirk, le dijo…”Bones, cuánto quisiera yo que tengas razón, cuanto quisiera yo, pero algo aquí no cuadra”.
Y dirigiéndose a Spock le pregunto  “¿Qué es Spock?, ¿Qué ha encontrado?”
El primer oficial se incorporó y le paso a Kirk un libro de tapas verde oscura titulado “Manteniendo al rebaño en cuidado y sumisión teocrática”.  “Que es esto?” preguntó el capitán, “Es un libro secreto. De algún modo es un libro restringido sólo para los líderes que se llaman ancianos, la antigua palabra de los sabios griegos humanos para referirse a los obispos religiosos, un cargo que fue variando en el tiempo con la introducción de la”…”Gracias Spock, pero por favor, al punto”. … “Decía, Capitán, que tal como confirmamos, los nativos están sometidos a un entorno altamente estructurado, bajo una férrea organización, que sigue los designios de un grupo de líderes llamado Cuerpo Vigilante”…el capitán espero, sin llegar a decir y “’¿eso que importa?”, pues sabía que el Vulcano había llegado a una conclusion importante. “Además este otro libro, contiene otra información”…y le mostró un libro titulado “Organizados para efectuar el servicio al Esclavo Fiel”. El Vulcano continuó. “ Esta información explica de modo muy simple, lo que los lideres opinan de su organización, y el rol que según ellos juega un tal grupo aclamado como EFD o Cuerpo Vigilante,  esta información nos será de mucha utilidad para entender lo que ellos creen respecto de si mismos y su manejo administrativo”.
“Bien Spock, bien, pero ¿hay algo más?…algún modo de saber cómo introducirnos en la organización”.
“A eso voy capitán. El lugar desde donde se imprimen estos libros con instrucciones secretas y el libro de instrucción general, así como todas estas otras publicaciones está ubicado en  Tatersoll en un recinto llamado Bestiel.
Introduje los datos en el sincronador y el despliegue de mapa, indica que la dirección corresponde con las coordenadas de la zona que equivalen a las coordenadas que la emisión de Trinitium captada por el Enterprise y que el sincronador detectó en mi primer análisis del planeta. No hay explicación alguna para la presencia de este tipo de energía. Pero es curioso que la lectura del sensor, muestre pulsos, con intervalos de unas 8 a 9 horas, en vez de emitir una radiación constante.”
“Entonces no debe ser Trinitium, quizás es otro tipo de energía. Pero debemos investigar pues no queremos que esta potente fuente de energía llegue a manos inapropiadas” dijo Kirk, y agregó: “Hay alguna información del tipo de ciudad que es Tatersoll…que hay de Bestiel? Alguna información del sincronador?”
Spock respondió “No capitán, nada más…solo conjeturas educadas, lamentablemente no tenemos acceso al banco de datos de la Computadora del Enterprise en estos momentos”.
“Yo sé cómo es todo” dijo el doctor enfadado.  “Debe ser una fortaleza inexpugnable, todos los símbolos de esta gente están llenos de torres de guardia!”
 El capitán, pensó por un instante…”Spock, dígame hay en este libro algo que nos pueda ayudar a entrar a la ciudad sin despertar sospechas? Qué piensa usted?”, Spock demoró un momento y dijo, “Hay dos alternativas capitán. Volver a la aldea, y pedir guía a alguno de los ancianos, o en su defecto, hacernos pasar por gente de este colectivo, y aprender rasgos generales de su cultura.
En el maletín además hay una identificación  que puedo reproducir con el sincronador, sólo necesito fotos de cada uno, Depende de usted Capitán”
Entonces, Spock extendió hacia el médico y el Capitán, una tarjera de identificación que había hallado en el maletín, en la cual aparecía la foto y nombre del anciano de la aldea,…al lado de la foto sonriente del anciano estaba la  leyenda…”Escuela del Ministerio del Reino para ancianos”  Lugar: Bestiel,  Tatersoll City, No se permiten grabadoras, Acceso controlado. No se hacen muchas colectas.
Kirk miró las credenciales, y miró a la aldea. Giró su cabeza al frente, para indicar que él consideraba que era mejor ir a Tatersoll, pues algo no le parecía claro y pensaba que había que llegar a fondo del tema. Según Kirk, la apacibilidad de la gente, se contradecía con una actitud de ocultamiento evidente en el libro secreto para ancianos, y tarjetas de identificación con acceso restringido.
Pensar de este modo, solo ayudo a Kirk para considerar que lo mejor era dirigirse a Tatersoll y tratar de encontrar el sito de Bestiel.
Momentos después los tres tripulantes, tenían identificación para una tal Escuela del Reino dirigida a ancianos, a realizarse en Bestiel. Reunión que tenía el acceso restringido.
Caminando iban los tres, por un sendero en el campo, cuando vieron a un grupo de personas que venían saliendo por un camino lateral, de la jornada de trabajo. Sus herramientas de cavar primitivas, dejaban claro que se trataba de mineros. El grupo de unas dos docenas de hombres, iban cantando canciones religiosas. “Los siete tiempos ya no rigen, no volverán a  ser”. Con sus ropas sucias, y rostros cansados, no transmitían tristeza, o falta de ánimo, sino todo lo contrario. Un capataz que parecía ser el anciano, iba por delate y saludó a la distancia con su mano a los tres viajeros. Kirk y su grupo respondieron de modo afable. Al estar más cerca, el anciano les dijo.
 “Hola hermanos! Van al curso?” 
El doctor respondió  con sarcasmo, “Oh si por supuesto hermano!, que interesante será, una bendicion”. El capataz anciano, le dijo en respuesta, “Hermano tenemos arreglo de trasporte, desearían ustedes ir con nosotros?”
“Por supuesto, encantados” Dijo Bones agradeciendo cualquier cosa que le permitiera no usar esos zapatos apretados.  Mientras Kirk sonreía y el vulcano estaba impávido, la conversación tomó un buen rumbo.  De verdad no tenían idea qué tipo de curso sería al que asistirían, ni nada por el estilo, pero algo quedó un poco más claro cuando el anciano les preguntó…”Puedo por favor, ver sus credenciales?”
Los tres extendieron sus credenciales, copias casi exactas de la original que estaba en el maletín, iguales en todo aspecto a no ser por la información individual de los supuestos hermanos y el papel sintético del sincronador.
El anciano vio las tarjetas, las miró a contraluz y las revisó de modo conveniente. “Es que hay que ser precavidos, cautos como serpientes e inocentes como palomas”, dijo él, como pidiendo disculpas, “Ustedes saben que los apostatas tratan de meterse en estas reuniones para saber todo lo que dice el Esclavo Fiel”. “Dígame” dijo Bones. “Que “arreglos” podemos utilizar para acompañarlos?” El anciano respondió…”Hermano la reunión es mañana, por qué no van con nosotros en nuestra carreta?”
Tomando la palabra y deteniendo a McCoy, Kirk dijo “Oh no es necesario! Tenemos arreglos en Tatersoll”. El anciano dijo…”De verdad?  Oh que privilegio! Yo Nunca me he quedado allí a dormir por mis propios meritos! Cuanto desearía hacerlo para estar más cerca de los hermanos ungidos! Sé que es muy difícil quedarse allí. Imagino que ustedes son de verdad prominentes!”. Y dicho esto, al anciano le cayeron algunas lágrimas. Notaron los tripulantes que el resto de los trabajadores estaban emocionados y los miraban con boca abierta, obviamente imaginando que de algún modo ellos eran extremadamente especiales. Las ropas limpias, y planchadas y estiradas con la textura que no era de algodón sino sintética del sintetizador del Enterprise, les daba a ellos una apariencia diferente, y todo el grupo, estaba extasiado pues se dejaban guiar por las apariencias. Pero para el agrado de Bones, Kirk dijo…”Hermano, de verdad nos agradaría pasar esta noche con ustedes y disfrutar de compañerismo y encomio” Entonces el grupo de hombres quedo muy contento y agradecido.
El grupo se dirigió a orar a su aldea. Una aldea casi de iguales características que la anterior.  Casas pequeñas de un solo piso, simples estructuras funcionales, jardines bien cuidados pero pequeños, casas y calles limpias, y un edificio central para reuniones.
Notó Kirk que los hombres ponían las herramientas en una bodega detrás del salón, y corroboró que el trabajo que ellos hacían, era comunitario. La administración seguía el mismo patrón que el mencionado en el libro. Una estructura piramidal extremadamente rígida. Los mineros llegaban a sus casas  a una hora determinada y ya eran las 5 de la tarde de aquel día…justo para empezar lo que ellos llamaban el “Estudio de familia”. Kirk y los demás fueron invitados a la casa del anciano minero,  aunque los demás también deseaban invitarlos, pero como todos sabían, ellos no lo merecían pues no tenían tantos privilegios como el hermano anciano.
El anciano los llevo a su casa, y fácilmente notó Kirk, que la casa estaba en un lugar más abierto. La casa era más grande, y daba la impresión de tener mejores comodidades, como una estufa de leña una cocina con calefacción y un baño al interior de la casa.
Durante esa noche los tres viajeros espaciales, pudieron gracias a lo leído en los libros del maletín capturado, responder preguntas y usar “habla extemporánea y sazonada con sal” para compartir con el anciano, y su familia. Kirk fue puesto en la cabecera de la mesa, los oficiales permanecieron alrededor y el anciano minero en la otra cabecera, con su familia alrededor. El anciano minero dijo a Kirk “hermano por favor  reciba el privilegio de dirigir la oración”. Kirk lo hizo bastante bien, y sus emociones empezaban a perturbarlo, pues sentía compasión innata por esta gente seguidora de mitos y leyendas. Para ser cordial, Kirk les preguntó a los niños…”Que les gustaría ser de adultos? ¿Qué quieren ser cuando grandes?” El medico dijó…”Médicos por supuesto! Todos los niños desean ser médicos desde pequeñitos”…pero los niños hicieron un gesto de enfado…Los niños tenían en mente ser Bestialitas como su hermano mayor, y las niñas querían ser precursoras como su mama.
Kirk que sonrió dijo a Bones, “Por supuesto hermano, como se le ocurre decir otra cosa, Bestielitas y precursoras son lo que más necesitamos, ¿Para qué sirven los médicos?…¿no es verdad niños?”
Temprano en la mañana pasó la carreta con los ancianos listos para ir al Curso en Tatersoll. Una vez dentro de la carreta y con unos 8 ancianos, incluyendo el que guiaba a los caballos, se hizo la oración de rigor para pedir protección.  Los ancianos eran tipos simples, amables, y sin aspiraciones mayores salvo la de hacer todo lo que dijera un tal súper de circuito. Se alegró Kirk de saber que a ellos ahora les tocaba un tipo, “un poco menos rígido que el anterior”, y que  “pedía menos comida que el que se acababa de ir”.
En la carreta, Spock era “abordado” por los hermanos que se dieron cuenta en poco tiempo que él podía repetir sin dudar, cada porción de los libros que había memorizado, y podía hallar conexiones para cada idea que se les presentaba. Los hermanos estaban admiradísimos con Spock que respondía tal como si fuera un banco de datos. Por su parte Bones dormía o trataba de hacerlo. Unas tres horas pasaron y eran casi las 9 de la mañana, cuando los muros de Tatersoll se hicieron visibles. Varias carretas, se sumaron a caravanas desde diferentes puntos.
Diversos controles de identificación fueron hechos, al azar y bajo programación. El hermano minero estaba muy, muy orgulloso de su hijo, el cual trabajaba en la Administración de Bestiel. El padre, contó que de algún modo, este chico inteligente, había llegado a este nivel, por una acción valerosa que le valió la venia de sus supervisores. Trabajando de “nochero” o guardia nocturno, había capturado y desenmascarado a varios bestialitas que hacían trabajo sucio de apóstatas, pasando cartas administrativas y secretas a la resistencia inicua. No tuvo ningún problema en denunciar a un amigo de la infancia que estaba en tan deleznables actividades, este chico era ahora un anciano fiel.  El doctor que oía este relato y que consideraba repugnante la traición, dijo con su natural sarcasmo, “Sería un honor para nosotros, conocer a tan buen hermanito”. El anciano muy orgulloso dijo…”Oh si, lo veremos, De hecho nos ha invitado hoy a almorzar en el comedor de Bestiel y nos va a venir a buscar para llevarnos a unas habitaciones especiales en la casa Bestiel”. Kirk, McCoy y Spock se miraron y sonrieron levemente, los planes iban muy bien para ellos.
Fue grande el impacto de los viajeros, que con un asombro que intentaron disimular lo mejor que pudieron, experimentaron emociones dispares, después de pasar las puertas de Tatersoll. La ciudad era sin más ni menos una estructura sorprendente. Un cubo de varios km de lado. Con muros trasparentes  a partir de los 150 metros y una cobertura de Plestim que servía como una protección de ventanas gigantes. Se elevaban en el centro de la metrópoli, edificios de gran altura. Las puertas de la ciudad eran tres por cada lado en forma de esferas y con nombres escritos en un idioma no entendible. Al pasar por la puerta que parecía una perla gigantesca, el control se hizo aun más estricto. Todos los hermanos en fila pasaron por inspección y mostraron sus credenciales. No hubo problemas al entrar para ninguno.
Cuando hubieron entrado sintieron que el aire acondicionado de la ciudad era tan agradable como al interior del Enterprise. La ciudad era limpia, brillante, impecable, los jardines hermosos y bien cuidados, un ejército de mujeres jóvenes y bellas limpiaban cada rincón, los jóvenes serios impasibles, apenas se dirigían a las mujeres, y saludaban a los hermanos flemáticamente. Entonces una vez adentro, se bajaron de la carreta, y la dejaron. Los otros hermanos se despidieron para verse al día siguiente, pues “no tenían arreglos para alojamiento”.  Y el hermano anciano minero se puso a esperar.
Pasado un rato entonces, caminando se dirigió hacia ellos un joven, respetuoso y calmado, casi tan circunspecto como Spock. Este era el hijo del anciano.
Sin mayor emoción, el joven preguntó:
“Hola padre, ¿cómo están los chicos y mi madre?”, “¿estas bien?”
“Oh si hijo por supuesto. Qué alegría verte”dijo el anciano minero haciendo un ademán para abrazar a su hijo, pero este preguntó: “Padre he  sido informado que tu actividad del mes pasado no está en el promedio…¿puedo preguntar que pasó?”…el padre le dijo, “Tu mamá, estuvo enferma y tuve que cuidarla varios días, por eso no pude haber todas las horas que debía”…El joven respondió “Eso es algo que debes poder arreglar, no te olvides que mi futuro aquí depende mucho de que yo tenga una familia ejemplar. Por favor padre no me falles ni a mí, ni al esclavo”. “Hijo, no se volverá a repetir” dijo el anciano con voz triste. ”No hay problema padre, de hecho he sido autorizado para invitarte a ti a tus amigos, los hermanos Quevedo?  Y Compañía?, investigue sus nombres en nuestros archivos,  hermanos, y me parece bien que han podido llegar a tiempo.  Serán huéspedes del hogar esta noche…aunque supe que ustedes tenían alojamiento reservado estoy en lo cierto?” dijo con una sonrisa casi imperceptible.
“Claro, por eso, si es alguna molestia, por favor no se inquiete hermano, no deseamos hacerle problemas, tenemos nuestros arreglos” Dijo Kirk.
“De ningún modo, No es ningún problema. Será mi honor”, Síganme por favor, Padre
Los tres viajeros y el anciano minero, se dirigieron al Bestiel de Tatersoll.
El lujo de este edificio contrastaba por mucho la pobreza de los lugares de la  gente común. El anciano minero veía todo esto y decía, “Que gran alabanza al Esclavo Fiel, benditos sean. Un día todo estaremos así. Esta es la primera fase del paraíso. Qué lindo será ver ese día con mis ojos”. Su hijo caminaba y guiaba a los cuatro. Al entrar en Betel las puertas de seguridad dobles se abrieron a la vista del joven y los guardias desde adentro permitieron el paso sin problemas.
Kirk de verdad se preguntaba, la razón de tanto cuidado. Con el rato llegaron a las habitaciones del personal y de visitas.
“Padre esta será tu habitación con la del hermano Quevedo, los otros dos hermanos estarán en esta otra habitación, por favor prepárense para ducharse y comer” y dicho esto, se fue.
Los viajeros entraron a las habitaciones de Bestiel…pocas veces Kirk había disfrutado de tanta comodidad. Su habitación en el Enterprise era cómoda, pero modesta, comparada con esta habitación, con todo alfombrado, flores aire acondicionado, música ambiental, aromas, y vista del jardín paradisiaco…en el que mucha gente estaba limpiando y trabajando aun.
Se tomó una ducha y cerca de las 11 45 oyó una señal suave, que anunciaba algo…el anciano minero, dijo…”Oh esta es la señal para el almuerzo. Que privilegiados somos quizás nos toque al lado de algún ungido”
Las puertas del comedor lujosamente adornadas, se abrieron para que los camareros ordenaran a los invitados, que esta vez no eran tantos, Kirk y los demás se pusieron nerviosos por primera vez…bastaba que alguien intentara ser más y no habría modo de ocultar que ellos no eran parte de este grupo. Afortunadamente, el joven hijo del anciano minero, los sentó a todos juntos en su mesa aun cuando él no estaba asignado a la cabecera.
El rito partió con una lectura y una oración…ellos con hambre, especialmente el doctor intentaban manejar su deseo de abalanzarse sobre la comida, y de reojo Kirk vio que varias personas tomaban pan y otros bocadillos a hurtadillas. Terminado el rito, empezaron finalmente, a traer comida.  Varias decenas de sirvientes todos bestialitas varones, traían comida de los más suculentos manjares, los más deliciosos bocadillos, en una abundancia opípara digna de un reino de fantasía. Cuanto contrastaba esto con la humilde cena que dio el anciano minero en su casa, y tanto más sabiendo que los mineros comunes tenían aún menos recursos.
Kirk comió un poco pero no pudo más…se sentía culpable. Por su lado observaba actitudes y oía los cometarios de mesa, bromas, anécdotas de trabajo de algunos. Grandes carcajadas, y otra gente muy seria, que ni hablaba, solo comía. Vio incluso a algunos otros que procuraban engullir cuanto más podían. El jefe de mesa dio se dirigió a los viajeros para saber un poco más de ellos y hablar de algo de modo protocolar. Tan afectados modales, llegaban al extremo de la falsedad de un maniquí, pero un oficial de la federación de planetas, sabe cómo comportarse en una mesa. Los preparativos de la noche anterior, dieron efecto y ellos contaron su breve experiencia, y de cómo habían gastado años en sus localidades sirviendo al escavo. Pero para desviar a temas futuros, ellos se centraron en su estadía para el curso de ancianos, y lo bello de Bestiel. El anciano de cabecera pretendía oír, pero en verdad era un asunto maquinal, tan maquinal como los saludos cordiales en el primer lugar de adoración en la aldea.
Estaban comiendo, cuando de pronto todos se levantaron de pie, obligando a los viajeros a hacerlo también. Después de una oración, todo el mundo se disculpó y se fue a sus habitaciones. Aunque la mayoría de ellos trabajaba en arduas labores físicas, cuidando las instalaciones los jardines y las imprentas, todos al llegar al almuerzo estaban con corbatas, pero al terminar la comida, se iban raudos a descansar por unos minutos, para volver a cambiarse  la ropa y seguir con sus trabajos.
El día paso lento, muy lento…ya no había mucho que hablar con el pobre anciano minero que intentaba ser cortés…Hasta que Kirk le pregunto si había algo para leer…”Que si hay algo para leer?…por supuesto! La gran biblioteca de Bestiel es la mejor biblioteca que existe! Están todos los libros del esclavo!”.
“Podemos ir a verla?” Pregunto el capitán.
“Claro, déjeme pedir la autorización a mi hijo”.
Media hora después los tres y el anciano minero, estaban en la biblioteca de Bestiel. La “Gran Biblioteca”, no tenía ningún libro científico, nada de filosofía, historia del planeta, arqueología, y ciencias sociales o exactas.  Todo allí, eran libros de doctrina y administración del grupo de los no haumatos.  Kirk suspiro con lastima…Spock y bones estaban a su vez hartos de todo esto, y sin decir palabras empezaron a buscar libros según los colores de sus tapas. Kirk, hizo lo mismo, y las horas pasaron aún más lentas.
A las 5 pm, fue la hora de la cena y el rito se repitió esta vez…pero sin la corbata obligatoria.
Kirk solo deseaba estar tranquilo y hablar con sus oficiales pero no podía hacerlo el hermano anciano minero era muy atento y se pegaba a él todo el tiempo.
Cuando fueron a dormir a esto de las 9:30pm, Kirk le ofreció un vaso de agua al anciano, y este acepto…Quedó profundamente dormido al instante. Kirk lo puso en la cama y fue a ver a sus compañeros pues el somnífero que McCoy le dio, usualmente para anestesias en procedimientos quirúrgicos de emergencia en terreno, había hecho efecto inmediato.
Estaban Kirk y los dos oficiales en la habitación asignada a estos últimos cuando, el sincronador lanzó un destello potente, Spock dijo…”Señores, la fuente de energía una vez más ha dejado una marca y señal que esta vez es muy cercana”.
“¿Donde esta?” Dijeron casi al unísono McCoy y Kirk…”Está aquí muy cerca del complejo” Dijo el Vulcano,
“tenemos que ir a ver ahora mismo” Dijo Kirk. “evadiremos a los nocheros”
Raudos abrieron la ventana, y bajaron por un árbol cuyas ramas daban a la habitación.
Una vez en el piso, siguieron el destello de la señal en el sincronador. Un simple destello, único, breve, aunque potente, no seguía de ningún modo algún patrón que Spock hubiese visto antes en la academia o en su vida profesional en la federación…quizás la máquina estaba fallando.
En vuelo orbital, Chejov, Uhura, Sulu  veían la lectura captada media hora antes por el sensor de radiación del Enterprise. Veían los gráficos en detalle pero no podían identificar nada. Chejov dijo a Sulu “Señor, no puedo reconocer la señal…es una clara lectura de radiación de trinituim…pero surge en un patrón que no se condice con una fuente estable…es como si un contenedor de radiación se abriera de pronto y se cerrara sobre él. No sé qué pensar.  Pareciera ser…pero no, no puede ser”.
Mientras tanto, en la superficie del planeta, dos humanos y un vulcano, experimentaban diferentes sensaciones, los dos primeros, asombro inaudito, y el tercero mirando su sincronador sólo dijo…”Fascinante”.
Ahí en el campo contiguo al Bestiel, como una enorme ave nocturna gigantesca, levitaba una nave militar Klingon, un crucero estelar pesado  tlhIngan Hol, Qong class Imperial.
Sigue…
miker 
 

Vampiros en la secta.

“Dentro del castillo de altas torres, encontrábase un hombre de edad avanzada. Su cabello cano dispuesto en un extravagante arreglo, daba realce a su estremecedora apariencia. 
Llevaba afeitada la barba. Vestia seda roja de pies a cabeza lo que daba algo de color a su rostro macilento. Sostenía una antigua lampara de plata, que brillaba con una llama que no humeaba la cual dispersó las sombras que entraron raudas al abrir la puerta. 
El anciano se dirigió hacia mi y extendiendo su mano derecha hizo un gesto cortés, diciendo en un Ingles excelente, pero con un extraño acento.
 

“Bienvenido a mi hogar! Venga adentro libremente y por su propia voluntad!” 

Ni siquiera se movió, sino que permaneciendo estático como una estatua, sostenia el gesto de invitacion con su mano extendida, paralizado y expectante. 

Sin embargo, cuando hube traspasado el umbral de su puerta, como un rayo se abalanzó hacia mi, y sosteniendo mi mano con la suya me apretó con una fuerza que me dolió, de hecho el dolor no disminuyó una vez me hubo soltado pues sus manos eran frias como hielo, mas parecidas a las manos de un muerto que de un ser vivo. 

Nuevamente dijo 

“Bienvenido a mi hogar! 
Entre libremente. Encuentre la salvacion dentro de sus muros, y deje atras algo de la felicidad que alguna vez ha tenido!”

Drácula
Bram Stoker Capitulo 2. (traduccion y adaptacion de miker) 

Esta entrada da inicio a una serie de investigaciones serias, hechas por nuestro hermano Hildebrando, anciano activo, que no se va de la secta pues el costo es injusto, inhumano y cruel.

La introduccion esta con toda propiedad a cargo del mas celebre de los Vampiros,
Sin embargo sus acciones son eclipsadas por otros seres oscuros que succionan vida, recursos, suenos, esperanzas y la relacion de gente noble con Dios. 
Estos vampiros son menos conocidos que Dracula, pero han chupado muchisima mas sangre.
Nos referimos a los VERDADEROS directores de la Watchtower. 
 
Han estado en el anonimato por mucho tiempo, pero creemos que es hora de exponerlos al Sol.

Tema en desarrollo…

miker

NO!!

La mítica escena de Neo acrillado.
Habiendo sido acorralado por el agente Smith y sus secuaces, yace Neo en el suelo con múltiples impactos de bala en su pecho destrozado y perforado, inerte…asesinado.
De pronto sin que nadie pudiese preveer, algo inesperado sucede…Neo reacciona!!!
Ante la mirada estupefacta de los agentes, Neo, abre los ojos y se incorpora.
Con un tono de voz, apacible, calmado, en control, dirige su rostro a los agentes y con profunda paz les dice simplemente:…”No”.

No???
Pero y quien es ese insecto?
Quien es esa piltrafa humana?
Quien es ese remedo de hombre?
Cómo es posibloe que ose, siquiera ponerse de pie ante nosotros!
Somos los Agentes de la Matrix, controlamos TODO! Todo lo vemos y lo que nos parece sospechoso, lo perseguimos y una vez capturados, los aniquilamos.
Quien eres tú para desafiar nuestros designios, nuestras acciones, nuestras balas?
Te queremos muerto!
Cómo te atreves a ponerte de pie?

Qué es eso de No???

Y mirando con odio, levantan sus armas automáticas y descargan sobre Neo, tres potentes ráfagas letales.

Neo, los mira en calma y extiende su mano en un gesto que parece inverosimil.
Pero…la realidad es que…las balas se han detenido!

No hacen daño!
Neo toma una…la examina brevemente con una sonrisa, y la deja caer.
Todas las otras balas suspendidas en el aire frente a él, caen a la vez.

Por PRIMERA vez en su vida, Neo ve a los agentes en su realidad!
No son entes todopoderosos y temibles…son sólo proyecciones irreales de un poder que EL MISMO les atribuyó.
 La Matrix es una invención que sólo existe en su mente (como el fin inmimente)
Las paredes, el piso, la luz, los agentes! TODO es fruto del valor que Neo ha dado a esas figuras.
En verdad, no existen!, No tienen poder!, No dañan a menos que él lo permita!

Con compasión, Neo entiende que no hay razón para el odio.
Son simples proyecciones imaginarias de un poder referencial.

Y así…Neo, vence a la Matrix…al salir de ella y valorarla en su justa dimensión.

Qué ocurre con Ud?
Cómo vé Ud a la “Organización de Dios” que es lo mismo en su mente que la Organización Watchtower?
Qué pasó con Ud cuando se enteró que 1914 al perder su asidero del 607AC, no es un año de nada.
Que cruza por su mente cuando se entera que el supuesto Esclavo Fiel en la persona de unos cuantos afiebrados en EEUU, es un mito absurdo?
Y que pasa con Ud cuando sabe que no hay ningun tal conducto divino en la tierra habitando en NYC?

Que tipo de miedo siente Ud cuando sabe que dios no ha ordenado a nadie?
Que la watchtower es solo un fraude espiritual?, una excusa para ganar dinero?

Cómo ve Ud a los ancianos que han sido “nombrados” por nadie que tenga autoridad?
Cómo se siente Ud al enterarse que los “ancianos” tienen sobre Ud la misma autoridad que la que tiene el carnicero y el vendedor de cafe de la plaza?

Siente compasión?
Bueno…es noble que Ud sienta compasión por hombres engañados…
pero Temor????
Respeto sin medida??
Pleitesía sin medir límites??

Estimado hermano…Ud que ya ha salido de la Matrix…extienda su mano y sin temor, ni rabia, ni rencor, ni dolor..diga simplemente:


miker

El Ingenioso Anciano, Don Alonso Quijano

(Tema que ha cobrado vida propia gracias a la participación de un Anciano
Activo de España Caballero de la Orden Ecuestre de tiempo Completo y su fiel escudero Sancho PATRICIO)
“En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho
tiempo que vivía un anciano de los de Biblia en maletero, Atalaya antigua,
un poco flaco y algo corredor.
Una biblioteca de algo más Obrero que Ingeniero, oración las más noches,
comités judiciales los sábados, predicación los viernes, algún discurso de
añadidura los domingos, consumían las tres partes de su tiempo.
El resto della concluían el ensayo de su parte en el discurso para la
Asamblea, con sus zapatos de los mesmos que usaba el SC y las reuniones de
entresemana se honraba con su traje de lo más fino…”
“Es, pues, de saber, que este sobredicho anciano, los ratos que estaba
ocioso (que eran los menos del año) se daba a leer blog de los apostatas
con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ir de casa en
casa, y aun la administración de su congregación; y llegó a tanto su
curiosidad y desatino en esto, que paso muchas horas de la madrugada, para
encontrar libros de apostasías en que leer; y así copió en su Tablet todos
cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como
los que compuso el famoso Miker de Santiago: porque la claridad de su
prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más
cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en
muchas partes hallaba escrito: *”la razón de la sinrazón que confundió del
todo la razón con que uno nace ,de tal manera que la Watchtower, sin razón
me despojó por vuestra impostura*”, y también cuando leía: *”los altos
cielos de nuestra divinidad divina, contienen las estrellas en la mano que
enflaquecen a la congregación, y la hacen merecedora del oprobio que
desmerece la vuestra grandeza”*. Con estas y semejantes razones perdía el
pobre anciano el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el
sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Freddy Franz, si
resucitara para sólo ello”
*Miker de Santiago*
No fuyadeis cobardes y viles criaturas que menerter sois de aqueste bravo
caballero, que manque en ardua labor inque las ancas, cortase de la faz de
la Tierra tan grande encantamiento.
Tan y mientras cortejose vueso escudero tal cortijera de su pedania, empero
dejola de su mano por atender las mercedes de su Señor, el caballero de la
triste figura con la jofaina encaramada en el seco de la testa.
Esperando si tiene a bien recompensar a su humilde lacayo con la insula
prometida…
*Sancho P.*
Cierto es que por ínsulas prometidas,
dejaron las sus familias,
Empero depues de tiempo en los caminos,
volvieron a sus tristes destinos.
Más no desfallezcáis amigos,
que vuestra fe será recompensada.
Que los falaces mentirosos,
no invalidan la promesa esperada,
solo lo hacen un poco más engorroso.
Sancho, amigo, entéstate tu yelmo.
Que la esperanza que le cubre,
no te dejara yermo.
Más que eso, hasta su herrumbre,
será para ti más que el oro.
Pues las magazines del moro,
nada son, sino desdoro.
¡Adelante Caballeros! Siempre litigantes.
Con aquellos que por orgullo,
nos dejan hasta sin tirantes.
No dejemos que nos calcen,
la esperanza de sus mientes.
Pues a nosotros nos esperan,
las mejores y cristalinas fuentes.
*Fildalgo, Alonso Quijano.*
Vuesa excelencia mi Señor Don Quixote de la Mancha.
Distrajole de su ventura aquestos molinos de viento que su merced
confundiolos con gigantes, y he aqui su dispuesto lacayo aguantole las
rieznas del su rocin quando receloso el mi jumento arremetiome tal
dentadura que echome a tierra mis calzones por falta de cincha. Y
encomendado busco su escudero para si un cordel en las alforjas para
ajustar la tela a los sus cuartos traseros.
Tenga en cuenta su merced, ilustre caballero, que el desgaste por las
andanzas demandan para ambos mejores viandas y hasta un reposo en alguna
venta. Tal como le ven estos mis ojos tan palido y desbalido, pronto pesara
mas su armadura que su desquijarado cuerpo, y seguro que esta ocurrencia
mia la agradece la Señora Aldonza Lorenzo y asi se reponga para futuras
hazañas.
*Sancho P.*
V erdad, amigo Sancho,
E s después de tanta desventura,
R ehén nuestro cuerpo del reposo.
D emás el camino es ancho,
A los que Atalayan en la altura,
D ebemos seguir, en acoso.
E s por eso, tomemos cacho.
S í, esta batalla parece dura,
P ues el gigante sigue, correoso.
E l no deja paso estrecho.
R esquicio de fácil andadura,
A jeno del maligno poso.
*Fidalgo, Alonso Quijano.*
Que gracia tan clara Miker,
homónimo del complutense.
Aquel dio pábulo a mi andanza.
Tú en el veintiún siglo éste,
no te quedas manco,
como el pobre de Lepanto.
A dos manos escribes de razones
Que a muchos con susto sorprenden
Con más poder quel yelmo de Mambrino
Soporte mágico que todos entienden,
e invulnerables, la “world wide”, hace,
de aquellos que a disentir se atreven.
*Fidalgo, Alonso Quijano.*
Caballero leal y decidido
Ultima noche de posada
Extenuado ya no sigo
No temais soledad, que a
Todos los bandidos
Atajamosle el camino.
Con sus armas yo porto
Oxidadas y no con brillo
Nunca yo soporto que
Me digan tonto pillo
Imagino yo en mi lecho
Gorrinos bien cebados y
Oseandome los pajaros del pecho.
*Sancho P.*
Espíritu es del hombre,
que la alegría llene su seno.
Pero el hambre tiene por deseo,
quel gozo hulla pleno.
No ha de darse por vencido,
el que noble causa lleva.
Enluce pues tus grebas,
y alista la panoplia,
quel día se hace corto,
para los que superan sus pruebas.
Ojear si puedes las aves,
cuando es que abunda la caza.
Pero el enemigo quiere,
de ella esquilmar la plaza.
Cuidar de ella es entonces,
labor del buen hombre.
*Fidalgo, Alonso Quijano.*
Remendaba con sigilo
sus calzones un mancebo
y este que viole dijole:
“Que hay de nuevo”?
Y contestole:
“Solo el hilo”
Asi maese Miker quedar podemos
si no fuesemos de la Sancta Licenciados
empero sus lecturas no dejamos
y los cimientos de la Torre socavamos.
Sus publicaciones yo solte presto
ya no las ire colocando
de ellas mi cerebro no anda preso
en el mostrador se pueden ir quedando
Mis ahorros los echare en mi cesto
no se crean que me estoy meando.
La ganancia de mi sudor no detesto
pues a mis hijos se la estoy dando.
*Sancho P.*
Remendaba con sigilo
sus calzones un mancebo
y este que viole, dijole:
“Que hay de nuevo?”
Y contestole:
“solo el hilo”.
Asi maese Miker hubiese poder quedando
si no fuese Licenciado de la Sancta Escritura.
Los cimientos de la Torre vamos socavando
descubriendo falsedades de su literatura.
En el mostrador se pueden ir quedando
El producto de mi frente echare en mi cesto
ya que no pienso seguirlas colocando.
Los dineros de mi trabajo no detesto
no se crean que me estoy meando.
De recursos siempre andamos modesto
y a mis hijos se lo estoy dando.
*Sancho P.*
* *
Variapinta estrofa del noble escudero
quen dos prosas hermanas contra un triste regero
de miles de hermanos que sufren el terrible descuero
por la secta Watchtower, la del “credo embustero”
*Miker de Santiago*
Gústome, querido Sancho,
que tu prosa y verso allanas.
Pues en tiempos modernos,
necesitamos de habla más vernácula.
Aunque oriundos de la lengua castellana,
la antigua, no es como la moderna.
Y así quien no sea leído,
Puede entender bien, sin perdida.
Como bien sabes, querido Sancho,
En procurar hidalguías deje mi plata.
Pensando que en construcción de torres,
estaba la encomienda dada.
Mas los dineros se acaban,
Y la torre por más clama.
De vergüenza, entonces trata, de llenarte,
¡La muy barata!
En reuniones recientes,
Se lanzo la proclama,
La viuda Judía y los Griegos de la Corintia,
Pobres que eran,
Dieron a manos llenas.
Olvidose la torre de que ellos ninguna obligación tenían,
que el Apóstol a las naciones, pegas les ponían.
Que por pobres ya tenían suficiencia establecida.
Pero ellos que querían, rogando al apóstol seguían.
Ellos tuvieron buen corazón,
Pero esto para nosotros no es obligación.
La torre aprender debiera,
del Apóstol Pablo ver, que del pobre nada exigiera.
Pero a los modernos nos decía,…
“Mala conciencia tiene, el que a la torre no diere.”
Del barato quieren vivir, dejando al pobre sin alito.
¡Vallan a pedir como Russel mentó, a lo alto!
*Fidalgo, Alonso Quijano*.
(2 Corintios 8:3, 4) 3 Porque según lo que verdaderamente podían hacer —sí,
yo testifico, más allá de lo que verdaderamente podían hacer— fue esto, 4
mientras espontáneamente siguieron rogándonos con fuerte súplica por el
[privilegio de] dar bondadosamente y de tener participación en el
ministerio destinado para los santos.
Km-s 4/2012
Dosmonedas de muy poco valor
Una buena manera de apoyar los intereses del Reino es haciendo donaciones
monetarias para la obra mundial de predicación. Pero ¿y si no disponemos de
medios suficientes?
En cierta ocasión, Jesús vio a una viuda pobre echando dos monedas de muy
poco valor en las arcas del templo. Su amor por Jehová la había movido a
dar “de su indigencia, […] cuanto poseiá, todo lo que teniá para vivir”
He decidido dejar este atrevido temario,
Pues mas veloz que el galgo flaco corre
quien lleva los fondos cual funcionario,
a ingresarlos presto a la ensalzada Torre.
No obstante; a quienes nos crujen
las coyunturas como las cañas,
no habra’ secta que nos estruje,
que ya esta bien que nos engaña.
Como el gato escaldado huye,
a todos iremos anunciando
que todo aquel que contribuye,
cartera vacia le va quedando.
No eran molinos sino gigantes,
que los fuimos viendo como pendejos.
Recobrare’ la vida que tenia antes
y los vere’ ya solo desde lejos.
Sancho Patricio.

El nombre de la Rosa (adaptación de miker)

Se acercaban al monasterio dos figuras.  Por ser más anciano, y montar en su asno, era natural suponer que tratábase de un maestro con su aprendiz. El mayor (un hombre muy parecido a Sean Connery), era miembro de la familia  De Vaskerville, William era su nombre. Su joven acompañante (un mancebo similar a Christian Slater), era conocido como Adso de Namilk.
Corría el Invierno riguroso del año del Señor de 1425. La nieve que cubría las lodosas vías de carretas, mantenían siempre la cruda temperatura, que no podía ser combatida eficazmente por las ligeras ropas de los viajeros. La orden franciscana era extremadamente rígida en este aspecto. “Un servidor del Señor, no debería jamás cargar con pertenencias mundanas sobre sí, llámese dinero, lujos, o coberturas para el frio”. Los dos hombres alcanzaban a ver que algunos pobladores, desposeídos también de las prendas necesarias para soportar la inclemencia del clima, los miraban silenciosamente. Pero sólo el mayor pudo reflexionar que su carencia material, al contrario de los desgraciados que sus ojos percibían de soslayo, era debida a una opción personal de dedicación a la orden del santo que recibió llagas en sus extremidades.
Las pesadas puertas del monasterio se abrieron al paso de los visitantes. La construcción que databa de pasadas épocas, cuando los misioneros hubieron de combatir con infieles paganos para establecerse era imponente. Sus altos muros correspondían a lo que hubo sido una fortaleza con almenas y torres de vigía. Contenía un amplio patio, en el cual los monjes, habían habilitado graneros, en donde guardaban las “ofrendas” que los pobres campesinos debían aportar motivados por la guardia del rey, curtiembres, y una herrería que era además utilizada como taller de un franciscano carpintero.
Sin embargo lo que más destacaba de la antigua construcción, era la alta torre, cuya puerta, de acceso se mantenía al parecer sellada con unas trancas de seguridad.
William de Vaskerville era un hombre extraordinario, su amor por el saber, lo había llevado constantemente a ponerse en una posición desmejorada ante las enseñanzas oficiales del sínodo de Roma, pero un acontecimiento fué para él el evento que cambió su vida. El Tribunal de la Santa Inquisición debía velar por la salud espiritual de las ovejas de su grey, y no podía tolerar ningún tipo de conducta discrepante con la verdad revelada por la Santa Escritura, y cuyo contenido, el cual había sido encargado por la divina Voluntad a la Santa Madre Iglesia, era fielmente interpretado por el concilio de obispos de la Ciudad Papal.
De nada sirvió la defensa que William hizo por si mismo, cuando fue acusado de herejía. Poco valió la brillante exposición de los temas, en los cuales se le acusaba de torcer las escrituras con una visión revolucionaria. Su inquisidor Bernardo Gui, era el más obstinado de los nuncios encargados de defender la verdad. No escuchó, (quizás no pudo comprender) los argumentos de William y tras una agotadora jornada de ocho dias, decidió limpiarlo del pecado, mediante la purificación del fuego. Los ardientes hierros que chamuscaron la carne del sabio De Vaskerville, terminaron por lograr el cometido pío del inquisidor y finalmente William se retractó de sus herejes conclusiones avaladas en conocimientos sostenidos por la investigación y experimentación que no tuvo a bien consultar la opinión de Aristóteles, ni Tomás de Aquino.
Esa brillante actitud alerta, era una caracteristica innata, que aunque lo había llevado a variados y graves problemas, le permitió fijarse en el detalle, de los póstigos puestos en la puerta de acceso a la torre. Justo antes de que el Abad del monasterio, un obeso franciscano, advirtiese el destino de la mirada de William, el sabio giró su cabeza hacia el anfitrión mientras decía afablemente a Adso, “Bien amiguito, hemos llegado al Monasterio-Fortaleza de Guert Forh, mantén los ojos abiertos…sobre todo en donde pones tus pies”, y lanzó una pequeña risita, justo cuando el joven decía “¿Donde pongo los….Ahhh noooo”, mientras con cara trágica, levantaba un pie que pisó lo que hubo sido el contundente forraje del asno que cargaba las vituallas.
Adso levantó la vista y vió como el abad ceremoniosamente saludaba a su maestro con un beso. Un beso que le pareció  muy cerca de los labios. William no se inmutó, esperó a que terminara aquel rito de salutación y reverenció lo que mejor pudo la cortesia de su anfitrión.
El obeso franciscano dijo al fin. “Hermano William, quizás la providencia ha tenido a bien enviarlo hacia este lugar, no sabiamos en el monasterio de  su llegada, no recibimos informe desde la ciudadela del sur, sin embargo nos place recibirlo. Esta tarde en la oración vespertina los hermanos podrán saludarle”. Y cambiando el tono de voz, se acercó al maestro, como queriendo evitar que alguien más escuchara, pero sin hacer esfuerzos por impedirlo en realidad, pues siguió hablando en un tono grave, aunque quizás un poco mas silencioso. ” Los ultimos hechos desafortunados acaecidos en el monasterio han sido de un impacto tan profundo que no podemos sino percibir la mano maléfica de Satanás en estos asuntos”. Al hilvanar la última frase el tono bajo volumen y grave, de su voz, se ocupó en afectar los oídos de Adso quien se estremeció de terror ante la posibilidad de que el rey del mal habitára en esos enormes muros de piedra. Sus ojos llenos de la más irracional inquietud, se fijaron en los ojos del abad, con quien por un instante cruzó una mirada que lo desconcertó, casi creyo ver en la luz del rostro del anfitrión  una risita de júbilo contenida, quiza´s por la cómica expresión que tomó el aspecto del joven de Namilk.
El sabio se adelantó mientras un novicio local, un sacerdote de  facciones juveniles, tomaba las riendas del asno equipado con las pocas pertenencias que constituian la única posesión de William, despojaba al animal de sus sacos y escuálido cargamento y se los entregaba a Adso, para posteriormente llevar al animal a las caballerizas. 
Pasados unos instantes el viajero mayor se dirigió a su anfitrión y le dijo, “¿De qué acontecimientos quizá el diablo es el responsable…al menos en lo que refiere a este monasterio?” 
Al parecer  la pregunta fue del completo agrado del abad quien suavizó sus gestos faciales, y por un instante parecio afable. “Sí, el maligno no hay otra explicación…fue hace tres noches” y mientras caminaban le dijo al forastero. “El hermano Pío era uno de nuestros màs nuevos traductores de griego, su pèrdida ha sido motivo  una profunda angustia. Con un gran dolor del alma lo hemos sepultado antes de ayer, en aquel lugar”, y levantó su regordete brazo para indicar con un grueso índice, un montículo en donde se mostraban evidencias de una tumba de cavado reciente, pues estaba coronado de una sencilla cruz adornada con flores aún no marchitas. El abad continuó. “No hemos podido determinar qué tormentos pasaron por su cabeza, pero en la terrible tormenta que ha habido creimos oír unos gritos desgarradores desde la torre, y en la madrugada, encontramos el cuerpo sin vida del traductor de griego, a los pies de la torre, suponemos que se suicidó motivado por un hechizo de bruja”, y al decir esto último se persignó maquinalmente. Adso hizo lo mismo, de una manera aún más maquinal que la acción del abad.
Ya estaban en la puerta de lo que serían las habitaciones que les albergarían mientras efectuaban su travesía a tierra santa, acortando camino por las montañas del país.
El abad, dirigió su mirada a William, quien para evitar el rito de despedida esta vez, se adelantó y dió por terminada la conversación al hacer, él primero una reverencia.
El abad sonrió y antes de marcharse miró a adso quien con la cara transformada por el miedo, no tenía a bien hacer otra cosa sino buscar la protección en la mirada del maestro.
“Amo….”, “amo…” quisiera hacerle una pregunta…El sabio lo miró mientras desde un añoso saco de cuero, sacaba las partes metálicas de un extraño aparato confeccionado por él mismo, para calcular mediante las observaciones de los astros, la trayectoria y el itinerario del viaje.
“Dime Adso..no te quedes allí parado..habla muchacho”. “Maestro en verdad usted cree que Satanás está en estos muros?”, el viejo sonrió y le dijo “Ohhh sí, sí que lo creo Adso, sí que lo creo”. El joven abrió aún más sus ojos y apretando sus extremidades, puso sus manos en la entrepierna. “Pero Adso…El diablo, no es como tu te lo imaginas amigo mío…”. Terminaba de unir las piezas de su astrolabio y contunuó diciendo: “Mientras tanto debes ir al excusado. Debes dirigirte en dirección a la abadía, desde allí caminarás unos veinte metros hacia el portón principal y en ese lugar da vuelta en las caballerizas. ahí está el lugar que necesitas”.
Adso agradeció con una sonrisa el dato, pero antes de correr lo mas rápido que sus condiciones fisiológicas lo permitieran, paró en seco y le dijo. “Maestro…tú me dijiste que nunca habías venido a este lugar. ¿Cómo es que sabes donde está cada cosa?”.
“En verdad no lo sé Adso. Lo que  sí sé , es que ví a un joven fraile, correr hacia el lugar que te indico, y pasados unos minutos, el tiempo exacto de nuestra caminata desde el portón hasta aquí, lo ví aparecer retornando a su lugar de origen lentamente y con una cara de felicidad indescriptible”.
Yo y mis incoherencias…
De seguro alguien habrá percibido que los relatos anteriores captan mis recuerdos de la película “El Nombre de la Rosa” (Con la soberbia actuación de Valentina Vargas).
La trama se centra en un monje William de Vaskerville quien llega a un monasterio, en donde han ocurrido una serie de muertes. Atribuidas a priori a los designios de Satanás, pero que giran en realidad en torno a la actividad de los traductores de griego, y escribanos del monasterio. La existencia de un libro prohibido, uno que ocasiona la muerte de quien lo lea, provoca el desarrollo de la trama. En una gran actuación de Sean Connery, una de las escenas finales, lo enfrenta al cura más longevo. Quien desea mantener un secreto. ¡El libro perdido de Aristóteles? (No recuerdo, pero era uno de los genios griegos) En este libro se encontraba la clave que podía explicar la muerte de al menos cuatro personas, y de otras varias más que sabían del enigma.
“William entró agitado al vestíbulo de la torre. En la absoluta oscuridad había herido una pierna en el laberinto ascendente y llevaba su ropas mojadas y tibias, por la sangre de un corte superficial. Estaba todo en penumbras  y sus ojos alcanzaban a percibir la luz mezquina que la lumbrera menor regalaba entre los barrotes de una estrecha claraboya. Pudo moverse apenas unos pasos cuando golpeó un candelabro de cuatro cirios. Tanteó el suelo para conseguir la yesca y con cierta dificultad una chispas hirieron la negrura sepulcral.
Al encender el cirio, el fulgor evidenciò que se hallaba frente a una pequeña habitación en un rincón excentrico de la amplísima sala . 
Una visiòn sobrecogedora le impeliò a exclamar casi anonadado  ante la imagen que lo rodeaba. La más vasta colección de manuscritos que jamás habían visto sus ojos, le abrazaba como un bosque de ramas de enmarañado follaje. En vez del aroma de vegetaciòn prìstina sentía el olor a papel, a los pigmentos de las pàginas ilustradas a mano, a los libros que él tanto amaba…!La biblioteca màs grande de la cristiandad! Cuantos tesoros del conocimiento estaban allì presentes, cuantos mundos por descubrir.
Sintió una emoción contradictoria llenando su espíritu. Él siempre supo en su corazón de la existencia de la biblioteca, y nunca pudo comprender porqué la perentoria orden vaticana había impedido por siglos la apertura de esta maravillosa colecciòn. Ahora sentía un gran pesar al estar ahí mismo, en el final de un angustiante calvario de dolor, puesto que reconocía la culminación de sus investigaciones personales respecto de las muertes, aquellas que provocaron la condena en la hoguera de tres inocentes…Entonces divagó al pensar ¿qué sería en ese momento de la joven acusada de bruja?. ¿Del idiota de Carusso y del deslenguado Remiggio?… con seguridad ahora Bernardo Gui lo seguirìa a él.  El inquisidor simpre estuvo tras sus pasos, y habiendo encontrado la excusa perfecta no perderia esta oportunidad de purificar a William en la pira expiatoria. Eso quedó establecido cuando William abogó por los desdichados condenados en la comedia de juicio que se había llevado a cabo unas horas atrás con el único propósito de ponerlo entre la espada y la pared. Ahora no habia esperanza. Al oponerse al divino juez Gui se había opuesto a Dios y su vida ya no valía nada, lo sabía, pero al menos quería saber la razón de tantas muertes insensatas.
Trató de afinar la vista, y pensar en calma. La puerta de la habitación estaba abierta y no dudó en aprovechar la ocasión de llegar al fondo del misterio. Un escritorio de copista, y varias figuras de iconos y Madonnas, eran la nota diferente entre una agrupación de cientos de libros encuadernados y hojas sueltas. Una silueta con la capucha eclesial completaba el cuadro de la completa oscuridad que ahora retrocedìa ante la luz de la vela que osaba interrumpir la continuidad de la noche profunda y cargada de espanto. 
El hombre parecía leer, pero no lo hacía , no era sólo el hecho de que unas huesudas manos parecían hojear lentamente un enorme libro en completa oscuridad, sino porque se trataba del anciano Venechia.
El decrépito hombre dirigió su rostro al que recién llegaba y dijo sin turbación, casí solemnemente, como quien ha contenido largamente un peso que se alegra en dejar “Hermano William…lo esperaba desde hace una hora”.
William se acercó y pudo distinguir entre la penumbra y la luz del cirio el enjuto rostro del anciano abad superior, sus rasgos angulosos, la nariz aguileña y las órbitas oculares a punto de salir del demacrado rostro. ojos que durante varias décadas ya no podían servir sino para cubrir las cuencas.  El viejo cura ciego adoptó una solemne actitud de espera. Y William dijo “Hermano Nonno…¿porqué hemos llegado a este extremo?, ¿Qué es lo que ha pretendido ocultar?”…”Es el conocimiento William, la información…el saber del hombre lo lleva a la locura, y puede hasta pretender llegar a ser como Dios. Por eso el Señor confundió a los impíos que construian Babel, pues no había nada que el hombre quisiera conseguir y no lo consiguiera”-“Pero padre, usted bien sabe que este tema no está referido a la ciencia…El libro que ha causado tanto daño, no está referido a la ciencia…es un libro sano”..”Sano?!!!” gritó el viejo. “¿Cómo “Sano”?..¿qué sabe usted lo que es sano o insano?, no comprende que la risa y el humor es una característica del diablo?, los hombres transforman su rostro, aglutinan los músculos de su cara y se transforman en monos dementes, que no alaban al señor con toda el alma y mente y corazón. La liviandad de espíritu hará que el hombre común ya no preste atención a las palabras serias y profundas de las escrituras. La gente no debe estar en capacidad de discernir si las escrituras tienen o no la razón. ¿Se imagina que por la absurda concepción de la liviandad, hasta lleguen a cuestionar la autoridad eclesiastica divinamente instituida?. Ustedes los jóvenes son unos idiotas sin experiencia. Creen que se trata sólo de una “risa”, de un tema menor…Estúpidos, el asunto detrás conlleva la relajación moral, la displicencia y el libertinaje, que sumirá a los hombres en el pecado y la ruina!!!” el anciano estaba lívido.
“Pero Padre…el humor es una característica de los santos…¿No recuerda que San Patricio, en el momento en el que el Sultán de Katamarka, lo iba a arrojar a una olla de agua hirviendo, le dijo al infiel…”Oh está agua está muy fría para mí”, y el sultán encolerizado metió la mano para verificarlo y se escaldó ?, O cuando Aristóteles- y cambiò el tono de su voz para hacerla más suspicaz- cuando aristóteles, describía que la Risa era una cualidad que nos asemejaba a Dios, siendo está última una característica que al contrario de hacernos más animales nos hace más humanos?”. El viejo ciego dirigió su rostro desde donde percibía la voz de William, y enojado le gritó, abriedo su destentada boca  “Usted no sabe si ese libro existió alguna vez!”, William dijo. “Padre, yo mismo lo ví hace dos días en la mesa de traducción del fallecido hermano Domicci, antes de que el hermano Monittori, me lo quitara…es más, me parece que es el mismo libro que usted tiene en sus manos”….Y diciendo esto se acercó con cautela al viejo monje ciego. “William, william, siempre ha sido usted el mejor de mis alumnos, en realidad, deseo que usted lea esta obra y salga de las dudas por usted mismo. Tómelo, véalo, mire las hermosas ilustraciones que contiene y dígame qué es lo que dice pues como es obvio ya no puedo por mis medios disfrutar de la sabiduria de los sabios escritores”. Y alzando el libro con sus descarnados brazos y manos famélicas, acercó el libro a William. Quien en el intertanto, se puso, unos guantes de de terciopelo.
El anciano decía “Léame,léame”. “Lo haré padre. Pero debo cuidar de mover las hojas con la puntas envenenadas de manera cuidadosa…afortunadamente llevo guantes puestos”. El anciano, con una reacción insospechada, percibió el calor del cirio y arrebatándole el libro a William, volcó el cirio encima de los manuscritos hebreos y coptos. William vio con horror cómo el fuego hizo fácil presa de los valiosisimos documentos, y en vano hizo el intento de apagarlo. El ancianó se escabulló y se perdió en el laberinto. William intentó detener el fuego, pero no pudo, ya todo era un mar de llamas.
La quema de los herejes había concitado la atención del pueblo. Quien con ira veía cómo la joven pueblerina, estaba inconciente y atada en la pira que aún no ardía. La situación era extremadamente tensa. El inquisidor se dirigió a uno de los apóstatas “¿Tú renuncias al diablo Remiggio de Vorágine?”. El obeso cura juntando sus fuerzas le gritó: “El único diablo al que renuncio es a ti Bernardo Gui”. El paladín justo miró a Remiggio con una malévola sonrisa y se dirigió a Carusso, el idiota reía al ver las llamas y cantaba. Gui no se molestó en dirigirle la palabra, menos a la muchacha que colgaba inconciente. La gente del pueblo, había ido en masa a ver el acto de purificación espiritual, pero sus intenciones eran otras. Bernardo Guí notó el ambiente enrarecido y se marchó a la abadía para tomar un carruaje. Entonces un campesino gritó . “Mirad!!!!!. La torre está en llamas.”; Los soldados guardias de la santa inquisición se desorganizaron ante el grito y la dantesca visión de la torre que como una candela gigantesca  iluminaba la fria noche despejada del invierno medieval.
 La gente del pueblo aprovechó la ocasión  para abalanzarse con azadones, hachas de mano, y lanzas de arreo a los monjes que aún quedaban y a los guardias que ejerciendo su labor de custodios santos aún permanecian en el lugar de la quema.
El anciano Venechia comía de las puntas del libro mientras William inspirado por el amor a su antiguo mentor intentaba ubicarlo entre las llamas. “Padre, padre, por favor dígame donde está”…”Ya es muy tarde William, el señor así lo ha querido” y diciendo esto, cayó escaleras abajó junto a una pared que ardía, abrazando el libro que fue su maldición. William no tenía escapatoria, las escaleras de acceso estaban quemadas y derruidas, y el calor infernal lo abrasaba del todo.
Adso, frenético, junto con otros campesinos, desataron a la muchacha aún inconciente, pero recordó que su amo iria detras del secreto de la torre, y con amargura corrió a la abadía.
El carruaje del inquisidor fue preparado de manera inmediata. El desalmado sabía que esta vez su deseo de tener a William en la hoguera había cobrado el precio de mantener la consecuencia de acusar a la muchacha inocente.y el pueblo no perdonaría fácilmente esta vez. Era perentorio huir antes de que los estúpidos ignorantes le pusieran las sucias manos en su ropa de seda oscura. Percibia el clamor y los gritos del incendio, pero además. otro ruido grave de muchedumbre. !Era el pueblo estaba seguro!. “Soldados, ¿qué hacen imbéciles?, salgamos de esta pocilga!!!  para venir con refuerzos”. El cochero militar, azuzó los caballos y partieron a gran velocidad. Justo a la salida de la abadia en llamas, el pueblo encontró el carruaje del inquisidor. Bernardo Gui estaba aterrado. La muchedumbre estaba histérica. Tomaron al cochero y lo bajaron de una pedrada en el cráneo, para despues partirle la cara con un hacha de mano. “Herejes!!! ignorantes ¿No sabeis quien soy malditos?!!!. Un hombre corpulento tomó la iniciativa. Agarró un costado de la carreta pesada, una vez sacados los caballos, para empujarla al abismo usando unas palancas de postes de madera. Decenas de personas lo imitaron. Bernardo Gui se horrorizó. La inclinación hizo que las maquinas de tortura, con púas y filos, cayeran una a una fuera de la carreta hacia el precipicio. 
El malvado Gui se aferraba gritando de pánico. Lloraba angustiado de ira mientras maldecia y amenazaba. Finalmente un movimiento más y la carreta cayó. Bernardo Gui golpeó su cuerpo al caer repetidas veces en las rocas del desfiladero, hasta que fue a dar abajo, junto a su máquina de tortura favorita, ensartado por trece púas aceradas y filudas que le destrozaron el tórax, y le provocaron una muerte lenta.
Adsó lloraba al ver la torre quemada y sin rastros de su amo. La noche había llegado para él. Sintió por vez primera la falta de su maestro, y se supo sólo, aun siendo hijo de la rica familia  Namilk. “Amo, amo querido”, lloraba, gimiendo desesperanzado y  mirando la hoguera hacia arriba . De prontó sintió el golpe de algo que caía detrás suyo. Miró al almacén y vió un grupo de ratones  chillando y medio chamuscados saliendo de una puerta tapiada con maderas ya podridas, y además…una figura que la abrió de un golpe.
La humeante figura del sabio de Vaskerville, quien cubierto de libros, al verlo, los arrojó al suelo uno a uno en lo que constituia el acto de desembarazarse de la más culta caparazón que nadie haya tenido jamás, y se apresuró a abrazar a su querido discípulo e hijo adoptivo.
Las luces de la mañana, manifestaron la dimensión de la tragedia. Las cenizas cubrian los campos y las casas cercanas. La perdida enorme e irreparable, al menos había significado para William el quedarse con su tesoro de quince libros griegos únicos.
“Al salir de la abadía. La muchacha, se me acercó. Mi maestro me miró, silenciosamente. Yo estaba feliz al verla sana y salva, lejos de las garras del maldito Bernardo Gui. Los ojos de la muchacha, eran tan dulces y bellos, que sonreí de paz.
Ella sonriendo me tomo de la mano, y me hizo la seña de que la acompañase a ir al pueblo. Mi amo miraba la escena, distante. Me sonrió y sentí que se despedía. Sin decir palabra, giró y siguió su trote en el burrito que habíamos comprado. La muchacha, suavemente me tomó de la cintura. La miré y le dijé. “Siempre te amaré”
La última vez que la ví lloraba a lo lejos con su hermoso cabello al viento.
Así alcancé a mi amo, quien al verme me dijo “Adso, repasaremos las lecciones de latín”, esa falta de emoción me pareció tan graciosa que juntos reímos un buen rato. Fueron muchas más las historias que vivimos juntos mi maestro y yo. Y ahora que estoy envejecido y he recibido el legado de sus libros, el astrolabio, y sus cómicos aparatos de vidrio para leer (de hecho lo estoy usando ahora para escribir estas líneas), recuerdo con cariño a mi inolvidable padre adoptivo, y maestro.
Ahora estoy concluyendo mi relato de lo que pasó hace ya tantos, tantos años.
Nunca me arrepentí de mi decisión de haber seguido a mi maestro, sin embargo, en noches estrelladas de la vida que ya se me extingue, me he preguntado que será de ella. si fue feliz al fin. Y si se acordó alguna vez de mí.
Lo único que lamento es no haber podido saber su nombre, para acompañar mis soledades y decirlo al viento.
Lamento no saber cuál era el nombre de la rosa”
miker