“…..Y sin abandonar el reunirnos, y mas aún sabiendo que el día está tan cerca.”
¿Os suena verdad?. Pero; ¿reunirnos con quién?. Esto forma parte de las artimañas sectarias que encarcelan la mente en la agonía angustiosa del tan traido y llevado “¿a quién iremos?” para que la gente no se les vaya.
Los judíos antes de conocer a Cristo esperaban ansiosos un Mesías que les liberara del yugo romano. Despues de conocerlo y marcharse, esperaban que se produjera enseguida la llegada del tan esperado Reino de Dios. Ellos esperaban y ansiaban ese “día”.
De todas formas no tiene nada que ver el cristianismo del primer siglo, de la diversa falsedad de imitación que impera hoy día. Y que se da codazos para atribuirse como los únicos válidos intermediarios entre las personas y Dios.
Utilizan la Biblia hábilmente para tergiversarla y llevarnos hacia sus objetivos
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No se ve muy lleno que digamos.