Donde dije “Digo” digo “Diego”.
Es una práctica extendida el requerir de los aspirantes a privilegios en la secta, el tomar la delantera en ser ejemplos para la congregación. Se exige de hecho que al citar o comentar de las publicaciones, lo hagan con la “última información” o “información actualizada”. Los testigos bien intencionados imaginan que esa acción impuesta desde arriba en cada visita de Super de Circuito en las reuniones con los Ancianos y SM, y repasada en cada cursillo de ancianos, implanta en los testigos sinceros la idea que la Organización avanza y no se queda en el pasado, sino que se mueve como el rayo, como el carro de Jehová. Y andar a la siga del carro de Jehová requiere que los testigos estén al “día” con la ´”última” información.
No hay nada objetable a priori en esto. Nadie consultaría un libro de ciencia de hace 20 años atrás pensando que es un estudio vanguardista. Se entiende y se busca en este caso, buscar la última información, pero, es acaso lo mismo que seguir el mentado carro de Jehová?
La razón de urgir a buscar las publicaciones expuestas recién disponibles, esconde otra motivación subyacente. Esta es: “El control de la tradición pasada”.
Pocas acciones o dichos tienen la facultad de ser borradas de la memoria. Cuantas separaciones, guerras y discusiones pudieran evitarse borrando lo que hemos dicho, pero, no se puede.
Revisitar el pasado para cambiar fuentes es una acción que se atribuye sólo a los grupos totalitarios de dictaduras absolutas, en donde la historia se cambia para darle un cariz de apoyo al régimen actual. Es exactamente lo que hace la Watchtower en una tradición de fraude que lleva más de un siglo en funcionamiento,
La secta publicó a fines del siglo 19 varios libros de Russell, el inventor de la Watchtower, en donde él afirmaba livianamente que en 1914 todas las religiones falsas serían destruídas y el Reino en manos de Cristo se establecería en la Tierra. Cuando eso NO ocurrío y una vez Russell estaba muerto, la Watchtower reimprimió sus libros y omitió fraudulentamente toda mención a hechos apocalípticos que deberían haber ocurrido en 1914. Pocos seguidores de la secta tenían la oportunidad nuestra de revisar esos cambios, y por tanto, esta práctica de fraude se instaló y ha seguido hasta ahora, sin cambios pero con un penoso agravante.
Cuando la secta digitalizó su biblioteca en los 90s del siglo pasado, pudo tener acceso a una tecnología que le vino perfecta. Con sólo un cambió podía ir atrás y editar dichos comprometedores en esos CDs. Sin embargo el inconveniente persistía pues el CD una vez salido de la fábrica tampoco podía editarse y para una secta especulativa que basa su control mental en la manipulación de información el problema sólo cambió de formato. La tecnología del CD ya esta en retirada y los servicios en línea han tomado su lugar. Nuevamente la secta ha usado esto para su fraude, con una salvedad que les favorece enormemente. Hoy la secta puede cambiar con un click su historia pasada y el acceso al pasado de sus seguidores a quienes animan amablemente a mirar en su sitio web la Biblioteca oficial de la secta y no molestarse en mirar los originales.
Un ejemplo clásico de un manejo reciente de información lo hallamos en la Atalaya del 1 de Enero de 1989 pagina 12 párrafo 6. En este párrafo se hacía mención a un paralelo entre los tiempos de Pablo como misionero y la actividad de los Testigos de Jehová de 1989. El párrafo decía así, refiriéndose a la obra misional de Pablo: “El apóstol Pablo iba a la vanguardia de la actividad misional cristiana. También estaba colocando los cimientos para una obra que se completaría en nuestro siglo XX”. El contexto de esa revista lo conocemos bien quienes éramos jóvenes precursores en ese tiempo. Se nos indujo a pensar que la obra de predicación que llevaba más de 2 milenios estaba a punto de terminar. En el plazo de una sóla década la obra de predicación se Completaría. Y no había dicho Jesús que “las buenas nuevas del reino se predicarían en toda la tierra habitada y entonces llegaría el fin”?
El contexto al que hay que ir es, que durante mas de 7 décadas, exactamente desde el último fraude de la Watchtower respecto a arreglar las declaraciones de Russell se enseñó que aquellos de la “Generación” que “Vió los acontecimientos de 1914, no pasará sin que se cumplan todas estas cosas”. Portadas de Atalaya, artículos en Libros de estudio y claras alusiones al fin antes de que muriesen los de 1914, dan el marco a estas palabras. Leer en la Atalaya que la obra de misionero, es decir, la obra de predicación mundial se completaría, acabaría, culminaría en “Nuestro siglo XX” era la confirmación explícita que estábamos Ad-portas del fin.
El tomo de revistas compilado de este año, mantuvo el texto original.
Sin embargo, pocos años después la secta emitió una serie de reediciones de Atalayas y en esta ocasión ocurrió el fraude.
Desde ese tiempo en adelante, es decir desde las reediciones a mediados de los 90s en físico, y en los CDs, y ahora en línea, la frase cambió y con ese cambio, el sentido completo de la urgencia del fin se echó a la basura.
En vez de asumir un yerro, un error una declaración trasnochada, la secta en silencio y sin que ningún testigo lo notase, cambió el párrafo a:
“El apóstol Pablo iba a la vanguardia de la actividad misional cristiana. También estaba colocando los cimientos para una obra que se completaría en nuestros tiempos”.
Dejo acá gracias a los aportes de varios amigos, la Atalayade ejemplar suelto original de 1989 (de la biblioteca personal de
Andre Galaz, testigo de 3ra generación), la foto escaneada del tomo de 1989, la foto escaneada del tomo reeditado de 1989 en años posteriores, la copia del CD ROM y la captura de pantalla de la biblioteca en línea.