Este tema es de nuestro nuevo amigo.
“El Rubio”, a quien lo alienaron, humillaron, engañaron y capturaron del modo más vil, los miembros de la Policia Secreta de la Watchtower.
Si UD piensa que el Cuerpo Repugnante NO TIENE la Razón SIEMPRE…sepa que la proxima victima es usted.
“Ayer, día 6 de julio de 2012, nos formaron un comité judicial tanto a mi mujer como a mí por motivo de apostasía.
Los ancianos reconocen que nosotros no hemos propagado ningún tipo de información con nadie pero el simple hecho de decirle a ellos que negamos al esclavo fiel como el conducto que Dios usa para dar alimento espiritual es motivo mas que suficiente.
Retrocedo un poco en la historia:
Hasta octubre del año 2010 yo era un TJ convencido de sus ideas, “espiritual” (como lo entienden los Tj), ya saben, reuniones, predicación, etc.
Pero todo cambió después de hacer una investigación “libre” sobre la religión que profesaba.
A partir de entonces comenzó el “calvario”. Visitas de los ancianos de congregación ( noviembre y diciembre), no para tratar el tema inicial que supuso que yo investigara mi religión (el tema del 607), sino para decirme que dejara de leer fuera de lo que el “esclavo” suministra, que dejara de ser un presuntuoso y por supuesto la típica frase, “espera en Jehová”.
Claro, para mi, todo eso me era insuficiente, máxime con lo que ya sabía y que ellos desconocían ni tenían intención de saber.
Ello me llevó a dejar de asistir a las reuniones, predicar… Aquí quiero hacer un paréntesis: nadie aparte de los ancianos sabía el motivo de dejar a ir a las reuniones y durante ese tiempo ningún hermano de la congregación nos hizo una llamada para saber como estábamos; esto me lleva a pensar dos cosas: primero, o los ancianos “largaron” y se corrió de boca en boca y de ahí que no llamara nadie o, segundo, ese intenso amor que hay en la hermandad cristiana es todo pura fantasía. En fin…
En marzo de 2011, uno de los ancianos me llamó para preguntar por mi situación y me dio el consejo de que escribiera a Betel y le expusiera mi preocupación sobre el tema del 607 (claro, para ese entonces el tema del 607 no era el único tema como lo fue en octubre, había muchos más, pero no le dije nada).
Yo le dije que hacerlo sería inútil ya que la respuesta que recibiría sería la misma que aparece en la información de la Sociedad. Ahí quedó la conversación.
Días más tarde me llama el anciano y me dice lo siguiente: “¿Qué te parecería que en vez de tú ir a Betel (se entiende por escribir a Betel), Betel viniera a ti? Sí, resulta que le he expuesto el tema al superintendente de distrito, que estuvo en Betel, José Manuel Lara (seguro alguno lo conocéis) y está dispuesto a hablar del tema”.
Yo me quedé sorprendido y le dije que me parecía genial. Para mis adentros pensé: esta persona tiene que dominar el tema muy bien, es una oportunidad de que saquemos algo en claro.
Cuando llega el día predicho, en el Salón del Reino, me encuentro con la siguiente frase de Lara (después de los saludos): “La verdad es que no tengo ni idea sobre el tema. De hecho, llevo más de 30 años en la verdad y hasta que no me lo ha expuesto –fulanito- no tenía ni siquiera idea de su existencia. De todas formas, te puedo decir, que tengo total confianza en lo que dice el esclavo y no tengo ninguna necesidad de ir más allá”. Fue entonces cuando sacó un par de atalayas sobre el esperar en Jehová cuando hay cosas que no entendemos y a ponerme ejemplos sobre lo que le ha pasado a aquellos que han querido ir más allá, que están fuera, que si divorcios, que si borracheras, drogas, infelices, amargados…
Mi reacción fue de asombro y le dije: “Bueno, a mi me parece bien que tu tengas una confianza absoluta y ciega en tu esclavo pero si no tienes idea sobre el tema, ¿se puede saber qué hacemos aquí? Creía que íbamos a hablar sobre el tema del 607, no sobre tu experiencia personal ni sobre la vida de otros. Hemos venido a hablar sobre el tema en cuestión”
No se habló absolutamente nada sobre el tema, sino de lo mismo de siempre: no ser presuntuoso y esperar en Dios y si hay cosas que no entendemos, pues ya el esclavo a su debido tiempo dará información al respecto.
En fin, las mismas tonterías de siempre.
Dos meses después, mayo de 2011, los ancianos de congregación me citan para reunirme y saber realmente que es lo que pienso al respecto.
Yo fui respetuoso pero muy claro al respecto: no tengo intención de volver a la congregación, no creo en ese esclavo fiel y que nos habían mentido a todos. Esto fue suficiente para que se echaran manos en la cabeza y empezaran a despotricar, amenazándome que si se enteraban de que yo iba por ahí esparciendo ideas apostatas, me atuviera a las consecuencias.
Mi respuesta fue: no tengo intención de decir nada a nadie por propia iniciativa, ni ponerme con pancartas frente al salón ni nada de esto; ahora bien, si alguien me pregunta de forma insistente sobre lo que me ocurre y quiere saber sobre el tema, hablaré.
Se quedaron callados.
Ahí quedo la conversación.
Desde esa conversación en mayo de 2011 no volvemos a tener contacto con la congregación (¡cuánto amor para no saber el motivo!) ni con los ancianos hasta que el día 10/9/2011, el anciano de congregación (el mismo de antes) me manda un SMS diciéndome: “¿Cómo estás? Nos acordamos mucho de ti ¿Has leído el último artículo de La Atalaya del 1 de octubre? Un abrazo”.
Yo, le devolví el mensaje (ahora pienso que fue un error, ya que el propio anciano luego usó eso como prueba para decir que yo estaba promoviendo sectas, él mismo como anciano se incluyó dentro de las posibles “victimas” –vaya jeta-) diciendo que el artículo estaba manipulado de principio a fin y le dije que si investigara el tema en profundidad se daría cuenta de todo el pastel. No recibí más respuesta.
Pasa el tiempo (ni una llamada de absolutamente ningún miembro de la congregación) y llegamos a junio de 2012, cuando visitando este foro (el cual leo casi todos los días), leo la noticia sobre la condena a los TJ a pagar una indemnización millonaria a una chica por abuso sexual de menores, abuso de uno de sus miembros y ocultación por parte de la organización (política interna a seguir).
Fue tal mi indignación que después de tanto tiempo llamo por teléfono a uno de los ancianos y le digo que quiere hablar con ellos. El motivo es el siguiente (no lo dije por teléfono): “deseo que la organización de los TJ no tengan ninguna información respecto a mi persona y que se me comunique por escrito que no disponen de ella. También que todas las cartas que he firmado respecto a mi caso particular, abuso sexual de menores por un miembro de la congregación, me sean devueltas, junto con un video VHS que proporcioné sobre el asunto (dicho video, no es una prueba del abuso pero en él se muestra una actitud un tanto anormal del abusador hacia mi: coger de la mano al estilo pareja, decirme que me quería mucho, muy meloso…)
En otro momento iniciaré un post sobre este tema y como trataron el asunto. Demostrará que no es un caso aislado el ocultar a los criminales sino que es una política interna dentro de la organización.
Me citan el viernes 22 de junio de 2012 para que exponga la razón de que desee verlos. Lo hago (la citada arriba) y un poco nerviosos me dicen que consultarán con Betel y lo que ellos digan harán ellos (¿es posible que su nerviosismo sea a causa de que hayan leído la noticia de esta chica y crean que la razón de yo pedir la documentación sea para denunciar a la organización? De hecho, uno de ellos me pregunta si había algún motivo de que yo tuviese esa documentación –ahí queda).
Días después, el 3 de julio de 2012, me citan para darme una respuesta y me dicen que “puede venir mi mujer si lo desea”. Le digo que no hay problema (¡qué ingenuo soy! menuda encerrona nos esperaba, querían que estuviésemos los dos).
Llegamos al Salón del Reino y me dicen que han hablado con Betel y que la respuesta que han dado es que yo mismo, mediante una carta, solicite todo y que ellos me darían una respuesta.
Yo asiento con la cabeza aunque un poco asombrado porque para decir esto no hacía falta que nos hiciesen venir al Salón del Reino y menos a mi mujer (de hecho, mi mujer no solicitó la documentación sobre su persona, solo yo sobre la mía estrictamente). Nos disponemos a levantarnos cuando nos dicen: ¿vosotros aceptáis al esclavo fiel y discreto como el conducto que Dios usa para dar alimento a sus siervos?
Nosotros le dijimos de forma sincera, que no, pero que no teníamos intención de hablar con nadie al respecto como hasta ahora durante casi dos años; que solo queríamos volver a nuestras labores, a nuestra vida y que cada uno sea feliz con su pensamiento.
A continuación, uno de ellos nos dijo: queremos que sepáis que estáis citados el viernes día 6 de julio a un comité judicial por apostasía.
Nos quedemos blancos y la indignación me pudo. Le afirmamos una vez más que nosotros no hemos hablado con nadie y que no tenemos intención de hacerlo a lo que respondieron que, aun sin haber hablado con nadie, el simple hecho de que ellos sepan que ya no aceptamos al esclavo como… es motivo de expulsión por apostasía.
Intentemos razonar con ellos y les dije: Ya os expresemos esto mismo, que no reconocemos al esclavo como… casi un año antes (mayo 2011) y ¿esperáis a este momento para acusarnos de apostasía por dicho motivo ?¿acaso tiene algo que ver el hecho de que os he pedido la documentación sobre mi caso de abuso de menores, habéis llamado a Betel, se han sentido amenazados y os han dicho que nos acuséis de esto para liquidarnos?
La respuesta evidentemente fue negativa pero estaba sumamente claro que era por eso. Ellos reconocían que no habíamos hablado con nadie pero el simple hecho de que ellos lo supieran ya contaba como apostasía.
Yo me empecé a reír y les dije: claro que vosotros sabéis lo que pensamos, porque sois los pastores de la congregación y tenéis el deber de socorrer al “supuesto” enfermo espiritual, pero está claro que vosotros no contáis dentro de lo que se refiere propagar ideas…
Sin embargo, ellos se incluyeron jejeje.
Está claro que querían cortar por lo sano, no arriesgarse a que la gangrena siguiera extendiéndose y no meter en posibles problemas a la organización.
Bien, salimos de la sala enfadados y que si antes me callaba ahora todo el mundo iba a saber quienes eran los Testigos de Jehová y que ocultan a los pederastas (de mi abusó un siervo ministerial; de un amigo mío también abusaron, otra persona distinta, un anciano de congregación, de una congregación vecina).
También afirmamos que no íbamos a acudir a un comité ilegal, injusto, secreto, dónde nadie se puede defender a la vista pública.
A la mañana siguiente, 4 de julio de 2012 llamemos a dos abogados distintos con el fin de pedir cita para saber si podíamos hacer algo al respecto, tanto por el hecho de que se haga un comité judicial interno como por el hecho de que prohíban a sus miembros hablar con nosotros con la consiguiente amenaza de que si lo hacen también serían expulsados. También para informarme sobre mi caso de abuso de menores.
Bien, la verdad es que la respuesta de ambos abogados, de distintas oficinas, fue la misma: no se puede hacer nada con respecto a los comités judiciales, ya que son normas internas y a ti no se te obliga a asistir; segundo, sobre la supuesta “amenaza, coacción” de expulsar a todo aquel que nos hable no es realmente una coacción legalmente ya que el testigo siempre puede decidir hablar a un expulsado o no sin más consecuencia que otra persona deje de hablarte. Me pusieron un simple ejemplo: “si yo le digo a un amigo: como te hables con este, para mi estás muerto”, es algo muy común incluso fuera del tema religioso y nadie es condenado por ello.
Y tercero, sobre mi tema de abuso de menores, lo estuvieron viendo y, mi caso particular ya había prescrito (abusaron de mi en el año 1996, cuando tenía 14 años).
Mi mujer y yo nos quedemos “planchados”, rotos. Salimos de visitar a ambos abogados y decidimos ir a la policía nacional a pedir una tercera opinión, para ver si el hecho de que te hagan un comité y el hecho de “amenazar” a otros con expulsar… era motivo de denuncia.
Ellos dijeron exactamente lo mismo que ambos abogados, sin que yo les dijera nada sobre lo que estos habían dicho.
Esto lo escribo para que se sepa como andan las cosas en el estado español a día de hoy con respecto a las normas internas en las confesiones religiosas. Con respecto al abuso de menores, si no hubiera prescrito, si hubiese sido denunciable.
Una cosa sí, después de exponerles tanto a los abogados como a la policía toda la política interna dañina que se lleva a cabo dentro de los Testigos de Jehová, todos se quedaron perplejos, animándonos a que nos fuéramos y a que lo pusiésemos en circulación por medio de los medios de comunicación; que ellos no podían hacer nada ya que no hay delito pero que a través de los medios de comunicación se puede hacer mucho, incluso más que a través de la ley (cuando me dijo esto último el policía me quedé sorprendido, eso si, me lo dijo por lo “bajini”).
Bien, aunque no teníamos pensado ir en un principio al comité judicial, al final decidimos ir para intentar hacer una última defensa, aunque ya sabíamos que estaba todo el “pescado vendido”.
El comité judicial era a las 20,30 horas del día 6 de julio de 2012 y durante toda la mañana intenté recopilar toda la información posible para nuestra defensa.
Llegó la hora… pero abreviando como dije antes “el pescado estaba vendido”.
Decidieron que nos expulsaban aun cuando no habíamos difundido a nadie ninguna idea al respecto por el simple hecho de pensar distinto, por no aceptar al esclavo fiel como conducto… y que teníamos 7 días para apelar.
Dijimos que si, que queríamos hacerlo, firmamos la apelación pero de vuelta a casa, más tranquilos, pensamos que -¿para qué alargar más esta farsa?-, a lo cual llamemos por teléfono para decir que no queríamos apelar.
Estaba sumamente claro que el motivo del comité no era la apostasía sino el miedo que sintieron al creer que el pedir la documentación sobre mi persona tenía motivos que los podían poner en peligro.
Simplemente cortaron por lo sano curándose en salud como diría aquel.
Y nada… eso es todo, hasta ahora.
Se que es larga la historieta, me he saltado muchas cosas, cosas que tienen que ver con el tema del abuso de menores que trataré en otro post, pero me parecía interesante contar mi historia, como en todos lados se maneja igual el tema, que hoy por hoy al parecer la ley seglar en España no establece que sea delito “amenazar” a otro con expulsarlo si habla con un expulsado (por lo menos, dos abogados distintos y la policía nacional así me dijeron; eso si, todos me reconocieron que una cosa es la ley y otra la poca catadura moral que existe en esta religión si se llevan a cabo ese tipo de políticas), que esta religión no tiene nada de santa y que a su vez sirva para algunos testigos que lean esto, que si quieren permanecer dentro por el simple hecho de no perder a familia y amigos, no se pronuncien ni siquiera a los ancianos, ya que ELLOS SE INCLUIRÁN DENTRO DEL PAQUETE a la hora de decidir que promueves ideas apóstatas.
También afirmar, que creía que iba a ser peor, pero no se por que, siento después de todo una liberación… no se como expresarlo, tanto mi mujer como yo nos sentimos very good! Incluso hoy lo hemos celebrado yéndonos a comer por ahí”
UPDATE al 8 de Julio de 2012
El Rubio indica lo siguiente:
“Congregación Roquetas de Mar Norte, Almería, España
Los miembros que me acusaron de apostasía, los mismos que me citaron al comité judicial son:
Juan Chicón, oriundo de Barcelona (lleva aquí ya bastantes años, lo mismo alguno del foro lo conoce)
Fritz Flaten
Raul Sevilla
Alfonso Rabaneda (sus hijos sirvieron en Betel bastante tiempo, Daniel y Ruben, seguro que alguno también los conoce)
El cuerpo de ancianos que compone una congregación suele tener la misma descripción en todos lados. Yo lo describo de la siguiente manera:
Jefe tirano (Alfonso Rabaneda),
Segundo de a bordo del tirano (Juan Chicón),
Indiferente (Fritz Flaten) y por último
El ignorante, novato, complaciente de los demás (Raul Sevilla)”
Sólo queda decir:
BIENVENIDO FUERA DE LA MATRIX.
Ahora a vivir la dicha de ser un ser humano con esperanza y nobleza!
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