Cierto domingo, hará unos 20 años, llegó un anciano de una congregación vecina a nuestro salón, y unos 15 minutos antes de comenzar la reunión pública, se dedicó a organizar despaciosamente diversos elementos sobre la plataforma, especialmente una lámina enrollada (ah! la “lámina enrollada”… no había cosa que despertase mas curiosidad que uno de esos cilindros de papel bien apretado para que no se viese nada!) que cuidó de instalar muy bien, afanándose particularmente en dejar una cuerdecita blanca al alcance de la mano. Incluso se aferró al atril, hizo unos cuantos gestos con las manos mientras musitaba unas palabras, y de pronto se giró un par de veces hacia la cuerdecita, haciendo ademán de tirar de ella. Satisfecho de como iban las cosas, se bajó.
A los pocos minutos, el presidente sube, y bla, bla, bla, lo de siempre, y presenta al orador.
Este se aferra al atril. Baja la cabeza. No habla durante 5 o 6 segundos.
Por fin, levanta la vista y la dirige al auditorio. “Hoy, hermanos, hablaremos de uno de los personajes mas malignos, dañinos, aviesos y siniestros de la historia. Cuidado! (avance del orador y acojone del público) podría estar cerca suyo aunque usted no lo viera, tramando alguna fechoría!
Me refiero a… Su Majestad… “EL DIAAABLOOOOO!!! (trueno)
Con un rápido movimiento tira de la cuerdecita y se despliega una horrible imagen de un ser rojizo y retorcido.
Para que.
Se desató un no parar de referencias diabólicas, experiencias que parecían sacadas de los diálogos descartados de “El exorcista”, nombres y ocupaciones de todas las dignidades diabólicas al servicio de Satán, muchos de los cuales se sabe, fueron inventados por escritorcillos medievales de grimorios. Por cierto, no faltaron referencias a la música, literatura, televisión, universidad, tabla Ouija, el comunismo, la idolatría a deportistas, etc, etc.
No cayó Internet porque por esos años no había.
El auditorio acabó el discurso hundido de pavor en sus asientos, reacción que invariablemente el orador interpretaba como señal de éxito rotundo allá donde se presentase..
Siempre recordé este suceso como representativo de la posición que ocupa y el trabajo que el testigo de base le reserva al Maligno.
La Society insiste en enseñar que el principal interés de Lucifer es engañarnos y tentarnos para que pequemos (w06 15/1 págs. 26-30); para resistir sus asechanzas debemos orar, reunirnos, estudiar y vestir la armadura espiritual de Efesios 6: 11-18,; así armados, The Devil no debería obsesionarnos.
Esto configuraría una protección pasiva para no dejar flancos descubiertos por si el Inicuo ataca, pero de ninguna manera indica que podemos ir tranquilamente a provocar a Mefistófeles. Tampoco que su principal interés sea el de provocar unos determinados “fenómenos” paranormales para asustar; teoricamente lo que mas le compensa es hacer que los siervos de Dios pequen, con susto o sin él.
No obstante, algo hay entre líneas que hace que los parroquianos de la WT estén sumamente pendientes de los FX.
Tendrán algo que ver las horripilantes experiencias que se contaban en las revistas, particularmente en los 60 y 70?
Lo cierto es que parece que a muchos TJ les atrae el lado cinematográfico del enemigo de Dios.
Hubo una época por mi congre en que una familia no se consideraba de rancia alcurnia testigácea si no era “atacada por los demonios” al menos una vez cada dos semanas.
Así se daban casos como los siguientes:
-Familia que alegaba estar bajo ataque constante de los demonios, los que acabaron al encontrar en una maleta una antigua carta escrita por una tía perteneciente al culto evangélico y quemarla.
Sin embargo, los trapicheos con droga que realizaba uno de sus hijos parecían no atraer actividad paranormal. Bueno, a Huecuvú algunas cosas interesan, y otras, pues no.
– Un estudiante crónico del esposo de esta familia estaba mirando la tele cuando vio las aspas del ventilador girando sin estar éste enchufado, circunstancia en la cual suena el teléfono, mediante el cual al atender oye: “Hola, viejo… soy yo… Mandinga”. y a continuación una respiración ruidosa y pesada. (Sospecho que si hubiera seguido a la escucha podría haber oído las sonoras carcajadas de algún vecino adolescente)
– Una estudiante de la esposa de esta familia aseguraba que cuando no estaba el marido y ella se encontraba echando una siesta, la cama se movía sola (Prrrffff… juajauajua…) Casualmente, al año o así, la señora hizo vikingo a su consorte.
-Otra familia deja en un cajón un jersey tejido por una familiar de otra religión. La familia tiene problemas de diversa índole. Un día encuentran la prenda, y deciden cortarla en trozos y echarla al contenedor. Salen rumbo a la reunión. Regresan a casa luego de una tarde-noche de refrigerio espiritual, y encuentran sobre la cama matrimonial el sweater intacto. Lo sacan al patio, le echan gasolina y le prenden fuego. Costó mucho quemarlo. Los problemas siguen, pero ellos no los ven.
Si bien es cierto que hay muchísimas cosas que ignoramos y no es conveniente ser tan pedante como para creer que lo sabemos todo, resulta interesante notar que el sitio en el que mas publicidad se hace al Diablo es en lo que los TJ consideran la casa de Dios, el Salón del Reino, que en ocasiones, por lo que se habla y lo que se cuece, parece el Salón del Infierno.
Notable lo que se llega a leer en una Atalaya:
“Recuerda a Joaquín y Bárbara, la pareja mencionada al principio del artículo? Por medio del tarot supieron que unas personas “peligrosas” irían a su casa y que no debían escucharlas ni aceptar nada de ellas. Sin embargo, cuando Connie y Gudrun, dos testigos de Jehová, llamaron a su puerta y les dijeron que traían buenas nuevas acerca del Dios verdadero, ellos decidieron escucharlas. Terminaron hablando de las prácticas ocultistas, y las Testigos les mostraron lo que la Biblia dice al respecto. Entonces, Joaquín y Bárbara aceptaron un curso bíblico.”
Cáspita, que buen consejo el del tarot! Quien habrá sido mas de la idea de pasar de lo que decían las cartas? Bárbara, “la mujer que tu me diste”? Que mala jugada!
Aunque tal vez la respuesta al interrogante del porqué de la obsesión con los FX diabólicos en la vida diaria del TJ de camisa blanca de manga corta con bolígrafos de tres colores en el bolsillo esté en este párrafo de la Atalaya del 15 de enero de 2006, en el artículo “Opónganse al Diablo, y el huirá de ustedes”:
“Una manera de tomar la ofensiva en oponernos a Satanás y los espíritus malos que cooperan con él es no teniendo nada que ver con la magia o el ocultismo ni con nadie que los practique. Las Escrituras muestran claramente que los siervos de Jehová no deben buscar señales para predecir el futuro “
Caramba… No deben buscar señales para predecir el futuro, no deben buscar señales para predecir el futuro… Lo confieso. Me he decidido a hacer la prueba final. Ayer le pedí a un TJ su “Mochila de los últimos días”, la rocié con gasolina (poca y de la mas barata, que también…) y la prendí fuego.
Comenzó a derretirse, primero lentamente y luego retorciéndose, cada vez mas de prisa, mientras se oían horribles chillidos de voces mas allá de lo humano que gritaban: “Generaciondelcatooooorce!” “Los seis mil años de la creación del hombre se cumplen en mil novecientos setenta y cincooooooo!” “En el 94 se cumplen los 80 años que dura una “generación biblicaaaaaa!” “Se murieron todos, ahora viene el Traslapeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee…”
Perdón por el ladrillo. A cuidarse.
Nos seguimos leyendo.
AMB, tal como dices…esas tetricas ocasiones en que se contaban los cuentos de horror testigos, en donde siempre el heroe era el Vago de Circuito a quien le tocaba de exorcista, Indiana Jones o Van Helsing.
Miticas historias de horror, para “animar al amor y a las obras exelentes”
jajaja… por lo que veo es un fenómeno mundial, no?