Estimados, amigos y amigas.
Cuando yo me salí de la Watchtower, me quedé sin amigos, sin esperanza de paraíso, triste, desconcertado y sin saber como vivir en un mundo que era para mi desconocido. Sin herramientas sociales para desenvolverme sin armas para defenderme, me ví expuesto al abuso de poder de quienes me hicieron una presa fácil.
La desaptación que yo sufrí, guardó estrecha relación con el nivel de envolvimiento que tuve dentro de la secta y me tomó tiempo y esfuerzo “aprender” a vivir en la jungla.
Debido a seguir hablando como testigo y comportándome como su fuera betelita, en mi trabajo me aislaron y me levantaron el rumor de ser gay. En ese entonces, y siendo yo mismo homofóbico para ese tiempo, eso fue un enorme insulto que me hizo reflexionar en el modo en el que yo me comportaba.
Me envolví en mi mismo, desarrolle el más puro odio por la mentira de la religion en todos los colores y modelos, y me hice trabajólico. En mi trabajo y lejos de mi hogar, aprendí que tal como hay gente que yo definiría apropiadamente como unos bastardos hijos de perra, (como el antiguo jefe Chileno en la compañia americana donde yo trabajaba), me dí cuenta que había gente normal, buena, y muy buena. Y yo mismo empecé a temperar mis modos de relacionarme con el mundo. Aprendí que somos individuos dinámicos, que todo lo que hacemos con otros seres humanos, nos afecta de un modo u otro. Aprendí que es mejor , sano y bueno dejar el rencor y mirar el pasado como una experiencia de aprendizaje.
Es verdad que hubo un momento en el que mi frustración era abrumadora. Yo que había dejado todo para servir a Jehová, y estaba seguro de estar en el pueblo de Dios, y tener la “verdad”, imaginando que “quizás” ni siquiera me tocaría envejecer y morir en vista de que la generación pasaría, que los ungidos se van acabando, que el tiempo del fin esta conduciendo todo Armagedón…experimenté un shock que casí me llevó a depresión crónica.
Me dí cuenta que fuí muy afortunado, pues mi madre me amaba, y mi familia se alegró de verme libre de la secta. Y aprendí gradualmente a mirar a los demas seres humanos sin sospecha.
Eso me trajo consecuencias que hube de sufrir, pues…al rechazar todo lo que había dejado atrás intenté satisfacer mis ansias de pertenecer a algún lugar abrazando a cualquier otro grupo humano, para despertar a la realidad de que en verdad, yo SI era diferente.
Era un tipo experto en doctrina bíblica sectaria, con modales de un joven de los años 40s viviendo en los 2000. Y de qué servía eso, en el mundo real?. Mi trabajo perfecto hubiera sido ser un Embajador en la ONU (la bestia peluda), pero no era ni político, ni abogado. Al llegar a EEUU, inmigrante, con 20 dólares en el bolsillo, sin hablar Inglés, contratado para ser esclavo de una empresa exportadora de Frutas Chilena, poco servía saber las acciones del rey Kedorlaomer, o que el nombre Egipcio de José era Zafenath Panéa. Lo importante era tener las herramientas para sobrevivir en el mundo real, con personas sin los mismos valores altruistas que yo había cultivado durante años de ser predicador de ilusiones para la Corporación Wuete. Me desagradaban los chistes de doble sentido, me incomodaba el egoismo, y me compadecía de quienes sentian depresión tratando de ayudarlos o darles consuelo. Como ese tipo de especímenes es un bicho raro, me trataron de gay y me aislaron pues estaba en un ambiente homofóbico. Aprendí entonces que en vez de perder los estribos debía controlar mis anhelos. Y entendí que en el mundo real, las cosas son diferentes a la burbuja testi. En el mundo real hay dolor, depresión, sufrimiento y angustia, hay gente que siente placer en hacer daño a otros, hay desadaptados que usan todo fin para alcanzar puestos altos, y existe, algo que jamás experimenté abiertamente…existe la mentira. Las personas mienten, mienten como metodo de defensa y a veces eso hace daño y otras veces no. Entendí que era estupido confiar en toda palabra y entendí la importancia de leer bajo el agua y entre líneas. Aprendí el lenguaje corporal y lenguaje no verbal que indica aprobación o desaprobación. En la medida que iba aprendiendo eso, pude conocer a personas de todo estrato social y antecedente, con y sin educación, y he podido llamarlos amigos. Es verdad que yo mismo soy extremadamente selectivo con mis amigos, pero…debo decir que mi círculo social es mucho mas amplio que nunca antes.
No fue fácil alcanzar equilibrio y mirar el pasado sin la pasión del rechazo, y he podido entender que no todo lo que había dentro de la Wuete es malo. Es como dicen los discursantes novatos…un vaso con un poco de veneno. Pero…la verdad es que TODO es así en la vida…nada hay 100% bueno o 100% malo.
Todo es un matiz que depende del tiempo y el lugar. Todos nosotros somos ni buenos, ni malos, somos simplemente personas, seres humanos. Y eso me ha llevado a asumir una responsabilidad pues, sé que muchos que están ahí atrapados no saben que´hacer al salir…no son ni de aqui ni de alla.
No son lo que aprendimos a llamar “mundanos”, pero tampoco son “testigos”, y esa división dualista en el que las sectas apocalipticas separan el universo, siguen siendo parte del que se va de la secta.
Pero donde queda uno?…
La verdad es que nunca hubo una división, esa era la gran mentira, La gente del mundo era simplemente gente normal, que nos miraba la mayor de las veces con triste compasión, mientras nosotros los mirabamos despectivamente. Las personas que viven en un mundo fuera de la secta, no nos ven como enemigos, y si somos lo suficientemente aptos para desenvolvernos en un mundo así, rápidamente las buenas cualidades aprendidas nos permiten brindar lo bueno que tenemos dentro, esta vez sin discriminar religiosamente. Creo que haber salido de la Wuete es para mi, ha sido para mi una experiencia enriquecedora que aunque no me define, si me ha marcado profundamente. Y creo que deno honrar eso, pues no tengo que sentir verguenza por esto, al contrario, me siento orgulloso, o más bien feliz de compartir lo que se para advertir a otros del peligro de involucrarse con los testigos de jehova y su secta peligrosa controlada por una Corporacion que vampiriza a las personas.
Ahora bien…yo he experimentado, que mis experiencias son tan particulares, que solamente un ex testigo puede entenderme. Yo tomé la desición de hacer un alto en mi contacto con ex testigos por algúnos años, y afinar mis habilidades sociales con gente que nunca ha tenido contacto con la Watchtower y me sirvió para liberarme de lo que me quedaba de sicologia testi que me molestaba. Hoy me siento preparado para compartir y generar un ambiente de paz para aquellos que están buscando respuestas fuera de la Torre.
Creo que compartir hace bien, y por eso me gusta este foro de mi amiga Mary.
Y por eso pronto nos juntaremos con algunos amigos del foro de la Zona de NewJersey/NewYork y vernos las caras y saber quien está detrás de los textos. El ver cómo otros hacen frente a un mundo que no es hostil sino “real”, anima a seguir recomendando el salirse de la secta a aquellos que tienen terror de dejar un mundo conocido. Amigos, hay vida fuera de la Wuete.
Hay que extender las alas y volar. Libre.
3 thoughts on “La Importancia de Compartir”
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.
Amigo Miker, cuando te leí esto –> Ahora bien…yo he experimentado, que mis experiencias son tan particulares, que solamente un ex testigo puede entenderme. no pude menos que sonreír porque por años he pensado así.
Cada uno tenemos nuestra experiencia particular, con más o menos “rasguños” al querer salvar la alambrada que mamá watch tiene tendida. Querer compartir esos “rasguños” y palpar los de nuestros semejantes, forma parte del AMOR. Y ese AMOR, sana.
Besos.
Aloha
Gracias por compartir tu experiencia!…
Cuando nos encontrábamos solos, perdidos en la más absoluta tristeza, sin poder entender el porqué de sentirnos tan mal, porqué la Wacht y su maquinaría consiguió separarnos de nuestros seres queridos, el mundo de Interent, nos unió a los desperdigados, e hizo que nuestras cargas fuesen mas livianas…
¡Mucho ánimo a todos!…
Gracias Miker por compartir tus pensamientos. No son diferentes de mucho de nosotros y no hay mejor logro que proyectarse hacia adelante sin influencias de ningún tipo, sobre todo, “pseudo” religiosas.