La Watchtower, tuvo que forzosamente, ya muerto Rutherford, publicar su derrota en el litigio con Olin Moyle, en ¡Despertad! del 20 de Diciembre de 1944:

FINALIZADO CASO POR DIFAMACIÓN

Alegando difamación sobre la base de declaraciones aparecidas en diversos números de la revista “La Atalaya” durante 1939, una demanda fue presentada por Olin R. Moyle, de Wauwatusa, Wisconsin, contra las 2 corporaciones asociadas WTB&T de Pensilvania y Nueva York; y, además, contra J. F. Rutherford y 11 asociados en la organización. La reparación por daños fue por $50.000 por cada demanda, o un total combinado de $100.000, comenzadas el 11 de Octubre de 1940. Menos de 2 años después el defendido J. F. Rutherford murió, pero una de las demandas siguió su curso.

Sólo la demanda por difamación llegó a juicio ante el Juez Ughetta, de la Corte Suprema de Nueva York, en el edificio de la Suprema Corte de Brooklyn, el 10 de Mayo de 1943. Después de un juicio extendido hasta el 27 de Mayo, el jurado dio su veredicto contra los defendidos del caso y recompensó al querellante Moyle con $15.000 por caso, o un total de $30.000 en daños. El juez presidente negó toda moción de los abogados de la defensa para un arreglo alternativo, y decidió en acuerdo con el veredicto del jurado.

Una vez conocida esta decisión, se apeló al Segundo Departamento de la División de Apelaciones de la Corte. Después de las debidas reargumentaciones por los abogados opuestos ante este Tribunal de 5 jueces, luego de la deliberación judicial, se tomó una decisión. Se confirmó 3 a 2 la decisión del juicio de la Corte Suprema, pero reduciendo los daños a la mitad, a $15.000.

De acuerdo al debido proceso de la ley, otra vez los defendidos apelaron de la decisión, ahora a la corte superior del Estado, la Corte Superior de Albany, la capital de Nueva York. Después de las debidas reargumentaciones y deliberaciones, este Tribunal de 7 jueces, dio a conocer su decisión el 22 de Noviembre de 1944, confirmando la decisión del tribunal inferior y sus costas, pero sin dar ninguna opinión sobre el caso.

Siendo su decisión unánime, y siendo incapaz la defensa de reargumentar el caso, los $15.000 por daños fueron debidamente pagados, con intereses, al querellante Moyle, así terminando el asunto.

Y así es como la WT, no volviéndolo a mencionar nunca más en sus publicaciones hasta el presente, quiso borrar para siempre a Olin R. Moyle de la historia, … hasta ahora, que nos hemos propuesto contar su experiencia de valor, virtud, consecuencia y honor en contra de una máquina Corporativa dominada por un megalómano… en una experiencia que sigue estando intimamente ligada a la de los disidentes de hoy en día.
 Por tu ejemplo, valor y fe
Gracias estimado hermano y amigo
Sr DON Olin R. Moyle

Hildebrando.