Las solas palabras incesto y prostitución, nos resultan repulsivas.
Pero el común de la gente no sabe que hasta Dios las permitió en ciertas ocasiones.
Pues sí, las hijas de Lot cometieron incesto con su padre (Génesis 19:30-38);
y Tamar cometió prostitución con su suegro Judá (Génesis 38:12-26).
¿Se salta Dios sus propias normas cuando está implicado cumplir su propósito?.
Ya se sabe que es él quién pone las normas.
¿Que ejemplo dió permitiendo incumplir sus normas sin un castigo posterior?.
Este comportamiento nos deja un poco descolocados.
Pero debe ser que como se dice “la excepción confirma la regla”,
y que cuando está justificado se pueden saltar las normas siempre que no afecten a nadie.

Pero apartando el hecho concreto del incesto y prostitución consentidos por Dios puntualmente y sin castigo; ¿que efecto han tenido las meticulosas limitaciones morales tradicionalmente en la mayoría de la gente?

. Hay y ha habido mucha gente que se ha sentido cohibida por unos ideales restrictivos. Que ha reprimido sus deseos y han quedado sin cumplir a veces para siempre. Que han vivido con un falso e inutil sentido del deber cumplido negandose a si mismos. Que no han llegado nunca a ser felices plenamente en su intimidad porque han estado pensando que Dios podia estar mirandoles y que podria censurar su moralidad.
Cuando lo mas bonito y natural de la vida es cumplir un deseo sano sin perjudicar a nadie.
¿O pensais que Dios miraba con atencion cuando segun la Biblia, las hijas de Lot se acostaban con su padre?.
¿Parece razonable que Dios tenga que poner leyes sobre la felicidad en las parejas sobre lo que se permite o no hacer?.
¿No basta con la responsabilidad consentida de dos personas adultas para gozar del sexo como mejor les parezca?.

No tenemos por qué irnos a los extremos; ni fanatismos beatos ni permisividad libertina.  Lo que es aceptado por dos personas, no perjudica a terceros.

Patricio