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Apuntes para una historia de los Testigos de Jehová en México. Parte IV

Por Aimée Padilla

Los razonamientos que satisfacen el corazón
 
Luego del cisma provocado por los seguidores de Freytag, los estudiantes de la Biblia mexicanos que siguieron fieles a la dirección encabezada por Joseph F. Rutherford quedaron fragmentados en pequeños grupos; se reunían en la ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Veracruz y, probablemente, Chiapas. En la capital del país se congregaban sólo trece personas. 
 
No conocemos muchas noticias sobre las actividades de los estudiantes de la Biblia en México durante la primera mitad de la década de 1920, pero sí podemos afirmar que su situación en general era muy difícil, y que su número siguió siendo extremadamente bajo. Hasta donde sabemos, lo único que hicieron los altos mandos de la WTBTS para impulsar la obra de predicación en México durante esos años fue enviar en 1920 a un misionero de origen colombiano llamado Roberto Montero a visitar las congregaciones mexicanas. Montero permaneció algún tiempo en el país, pero, por razones que ignoramos, se marchó; volvió hasta 1932.
 
La obra de los estudiantes de la Biblia en México se redujo mucho, probablemente hasta casi desaparecer. De hecho, en 1965, el historiador canadiense M. James Penton afirmó que los testigos de Jehová habían comenzado su labor en nuestro país en 1926, “con unos cuantos predicadores “.  Parece que en los años siguientes el número de estudiantes de la Biblia siguió bajando. Hacia 1925 había nueve congregaciones en todo el país, pero en 1929 se habían reducido a sólo cuatro.
 
Sin embargo, no dejó de haber trabajadores celosos que mantuvieron vivo el movimiento. A finales de mayo de 1927 encontramos ya constituida a la “Rama Mexicana de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia”, la cual tenía un salón de estudios en la 4a. calle de Moctezuma 103 en la ciudad de México. Ese mismo año lo mudaron a la 6a. calle de Soto 163. Para julio siguiente, la Asociación eligió por acuerdo unánime de su asamblea a una nueva directiva integrada por Jesús David Osorio Morales, como secretario; Ramón V. Jiménez, tesorero; Margarita Montenegro de Osorio Morales, y, como encargada de su salón de estudios, Tomasa Córdoba.
 
Sus actividades ya eran lo suficientemente importantes como para atraer la atención de las autoridades; en julio de 1927 la Oficina Confidencial de la Secretaría de Gobernación recibió la orden de investigarlos. Como ocurrió en el caso del templo de El Ángel de Jehová, Gobernación quería verificar si en ese lugar se celebraban actos del culto público.  El 29 de julio un agente de la Oficina Confidencial acudió al salón de estudios de la calle de Soto. El lugar de reunión contaba apenas con siete bancas y un pupitre, y cada domingo se reunían unas doce o quince personas para leer la Biblia. El presidente en funciones de la organización era Ramón Jiménez. Exhibían en una pared una copia de la reglamentación del artículo 130 de la Constitución -la misma ley que había motivado a la Iglesia católica para suspender el culto-. El agente concluyó que no practicaban actos de culto públicos.
 
En 1929, por fin, el juez Rutherford decidió dedicarle mayor atención a México y ordenó que se estableciera una sucursal de la WTBTS en la capital, y la puso a cargo de David Osorio Morales.  El año siguiente la asociación se había mudado a la casa situada en Plaza de la Constitución 28, en Azcapotzalco, Distrito Federal. Osorio, en su carácter de representante legal de la asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, solicitó en 1930 a la Secretaría de Gobernación que emitiera una opinión oficial acerca del carácter legal de la asociación “para de este modo sentirnos seguros de no violar siquiera involuntariamente las leyes sobre la materia o ir al otro extremo de creernos comprendidos dentro de lo que no nos abarca”. Para ilustrar a las autoridades, Osorio resumió las prácticas y creencias de su grupo. Afirmó que “la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia tiene por objeto, por todos los medios posibles, la difusión de principios y verdades que contribuyen a la cultura de todas las clases sociales, muy especialmente las humildes, persiguiendo su elevación, tanto económica, como moral y física”.
 
La asociación difundía su mensaje educativo mediante libros, folletos, periódicos y conferencias públicas, donde se analizaban “asuntos históricos, científicos, cronológicos y filosóficos a la luz de la Biblia”; además organizaba clases en las cuales los asistentes estudiaban y discutían las materias aludidas. También echaba mano de “inventos modernos” como las películas cinematográficas, los fonógrafos,  los programas de radio “y todos los demás que se vayan perfeccionando”.
Osorio también hizo una declaración de principios, al afirmar que los miembros de su organización
 
Cita:
Profesan profunda reverencia y alaban de palabra y obra al Creador de los cielos y la tierra, Jehová Dios, pero sin expresar sus sentimientos, echando mano de cultos, ceremonias, etcétera, sino por medio de argumentos y razonamientos que convencen y satisfacen al corazón, siendo irreconciliablemente anticlericales y opuestos al dominio de la conciencia y al enfrentamiento de la razón.
 
En consecuencia, aseguró, no tenían clero ni realizaban actos de culto, reuniones secretas o colectas. Tampoco se esforzaban por “agrupar gentes” -es decir, ganar prosélitos- “pero sí por instruirlas en asuntos bíblicos […], aun cuando nunca se reúnan con nosotros”. Para obtener la membresía bastaba la sola “determinación individual”, y se organizaba un “acto de iniciación para el que lo solicita “.
 
Osorio aseguró también que estaban dispuestos “a cumplir y cooperar con toda medida que nos atañe o comprenda, siendo el caso que las medidas dictadas por el gobierno, que son con el fin de evitar abusos y de poner trabas al dominio de la conciencia por un determinado grupo de individuos”. Un ejemplo de esto era que aceptaban el registro y el matrimonio civiles, actos que, por su parte, ellos mismos no celebraban en ningún lugar del mundo. 
 
Las cosas salieron bien. La Secretaría de Gobernación autorizó el funcionamiento de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, “siempre que el mismo no contravenga lo dispuesto en las leyes dictadas en materia de culto religioso y disciplina externa”. 
 
La carta de Osorio nos presenta claramente la táctica que usaron primero los estudiantes de la Biblia y después los testigos de Jehová, para sobrevivir ante la política antirreligiosa del Estado mexicano. Procuraron resaltar, ante todo, las facetas filantrópicas y educativas de su obra, pero de una manera más sensata que la congregación de El Ángel de Jehová, pues se presentaron como personas dispuestas a colaborar con los esfuerzos del gobierno para mejorar la condición de las clases humildes, fomentar la instrucción popular y combatir el fanatismo.
 
Por eso aseguraron que en su labor proselitista no echaban mano de cultos y ceremonias; más bien usaban “argumentos y razonamientos que convencen y satisfacen al corazón”. Por último hacían una declaración que no debía sonar mal para los oídos de un gobierno que había combatido durante varios años contra la insurrección cristera: ratificaron su carácter “irreconciliablemente anticlerical y opuesto al dominio de la conciencia y al enfrentamiento de la razón”.
 
En el aspecto de la predicación y la conversión de nuevos adeptos, luego de más de una década de actividad en México, la situación de los estudiantes de la Biblia no era para regocijarse. Hacia 1930 tenían tres congregaciones en la ciudad de México y 19 en el resto del país.  En 1931, cuando los miembros de la WTBTS adoptaron el nombre testigos de Jehová, la sociedad tenía apenas 82 miembros en todo el país.
 
En 1932 Joseph F. Rutherford se convirtió en el primer presidente de la WTBTS que visitó México. El juez Rutherford pronunció sermones que fueron transmitidos por cinco radioemisoras. Sin embargo, también tuvo que enfrentar problemas administrativos. Destituyó al superintendente de la sucursal mexicana, al que se acusaba de violar las normas de conducta de los testigos, y lo sustituyó con el colombiano Roberto Montero, quien había predicado en el país durante la década pasada.
 
En diciembre de ese año, el señor Jesús Morales H., a nombre de los testigos de Jehová, notificó al secretario de Gobernación que la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, con domicilio en el número 71 de la calzada Melchor Ocampo, en el Distrito Federal, había cambiado su nombre a Sociedad de la Torre del Vigía. Morales reiteró que su grupo estaba desligado de toda organización clerical católica, protestante o de otros credos, y que su único fin era difundir el conocimiento de la Biblia “de una manera enteramente laica”, sin cultos, ceremonias ni formalismos religiosos. Esa labor era realizada por medio de libros y de conferencistas. Sus ora dores no eran clérigos, sino laicos, “personas comunes y corrientes en la estructura social, sin carácter ni título eclesiástico alguno”. Las conferencias eran gratuitas y abiertas para todos.
 
Aseguró que los testigos no participaban en la política, y que en su literatura y conferencias no había nada que justificara los “levantamientos” contra el gobierno; Morales recalcó: “creemos que ningún cristiano debería tomar parte en ellos, por estar condenado […] este proceder en la Biblia”.
A continuación, resumió así las creencias de los testigos:
 
Cita:
Creemos que Jehová, el Creador de los cielos y la tierra, es el único Dios, y que la Biblia es Su Palabra que revela sus propósitos para la raza humana. Que Él ha prometido establecer Su Gobierno y Autoridad sobre la tierra, bajo la dirección del señor Jesucristo, y que estamos ya en el tiempo del establecimiento de ese Gobierno, el cual será para la felicidad de todas las naciones del mundo.
 
Cita:
[…] El gobierno que anunciamos no es un régimen político en manos de otro partido, sino la Autoridad de Dios, Jehová, y del Señor Jesucristo, ejercida sobre todas las naciones del mundo y para el bien de todas las familias de buena voluntad. Y creemos que esta hermosa promesa se cumplirá en breve tiempo y nos hemos asociado para informar a la gente de ello.
 
Morales resaltó en seguida unos de los aspectos prácticos que, a su juicio, tenía esa labor informativa: contribuía a la “desfanatización” de la gente. Es decir, le hacía comprender a las personas que podían estudiar por sí mismas “el verdadero cristianismo y la Biblia, sin reverencia supersticiosa por la clase clerical” católica, protestante o de cualquier otra denominación, y llegar a sus propias conclusiones mediante el uso de su propia inteligencia y su razón.
 
Una vez expuesto lo anterior, y con la esperanza de haber convencido a la Secretaría de Gobernación sobre las bondades de la obra de La Torre del Vigía, Morales le solicitó que autorizara a los testigos para conducir reuniones en cualquier lugar de la república donde hubiere personas interesadas en acudir. También pedía que a sus conferencistas, al público asistente a sus reuniones y a las personas que distribuían literatura de casa en casa, les fueran otorgadas las garantías establecidas por la Constitución. Morales concluyó asegurando que la Torre del Vigía tendría siempre sus puertas abiertas para la inspección de las autoridades, y que les proporcionaría cualquier dato pertinente.
 
Foto: Secretaría de Gobernación año 1920. (Créditos scoopnest.com)

Apuntes para una historia de los Testigos de Jehová en México. Parte III

Por Aimée Padilla

Los acólitos mexicanos del Mensajero del Altísimo
 
En el año de 1893 un señor de apellido Stephenson, residente en México, escribió una carta a la Watch Tower Bible and Tract Society,29 de Allegheny, Pennsylvania,30 con el objeto de suscribirse a la revista Zion ‘s Watch Tower (hoy conocida como La Atalaya) y adquirir algunos libros. Se dijo dispuesto a traducir y divulgar en México las publicaciones de la sociedad. Se ignora qué ocurrió después con él. Parece que fue la primera persona residente en México que se interesó por la religión que los estudiantes internacionales de la Biblia empezaban a predicar fuera de Estados Unidos.
 
La historia oficial de los testigos en México relata que durante la época de la Revolución algunos inmigrantes mexicanos se relacionaron en Estados Unidos con los estudiantes de la Biblia y cuando regresaron a su país llevaron consigo literatura de la WTBTS. Se dice que varios se convirtieron. Se cuenta, además, que en el norte de México predicaron unos estudiantes de la Biblia norteamericanos, quienes consiguieron algunos prosélitos. Sin embargo, no se cita el nombre ni el lugar de residencia de ninguna de estas personas. Sería hasta un cuarto de siglo después de que fue escrita la carta de Stephenson, cuando apareció por fin el primer habitante de nuestro país al que puede identificarse con certeza como estudiante de la Biblia.
 
En 1917 un joven mexicano llamado Abel Ortega estudiaba medicina en la ciudad de San Antonio, Texas. Allí conoció a un predicador apellidado Moreyra, quien lo convenció de convertirse en estudiante de la Biblia. Ortega renunció a la medicina y regresó a la ciudad de México para difundir su nueva fe, apoyándose en la obra de Charles T. Russell titulada El plan divino de las edades.  El tío de Abel, quien iba a financiarle sus estudios, no estuvo conforme con la decisión de su sobrino y lo echó de su casa. Ortega se mudó al barrio de Santa Julia, en el norte de la ciudad. Allí comenzó a predicar y en dos años reunió un grupo de 30 personas, que formaron la primera congregación de estudiantes de la Biblia mexicanos. Consiguieron luego un local para reunirse en el centro de la ciudad, el cual sería el primer salón del reino de la capital del país. En 1919 los estudiantes de la Biblia realizaron asambleas de cuatro días de duración en la ciudad de México. Parecía que la obra marchaba por buen camino, pero la pequeña congregación sufrió entonces un cisma devastador.
 
Hacia 1920, según la historia oficial de los testigos en México, Ortega “quedó fascinado por una nueva religión, cuya sede estaba en Francia, y dejó de reunirse con los que habían sido sus hermanos cristianos. El grupo se fragmentó, y sólo quedaron unos cuantos que procuraban hacer la voluntad de Jehová”.  La misma fuente califica a esta deserción como una “penosa experiencia” y no vuelve a mencionar a los cismáticos -ni a los que permanecieron fieles -.  Lo cierto es que fue un golpe muy duro para los estudiantes de la Biblia mexicanos , cuyo número no crecería mucho durante la década de 1920.
 
¿Qué ocurrió con Ortega? Para explicarlo tenemos que retroceder a 1916. En ese año murió el primer presidente y fundador de la WTBTS, Charles Taze Russell, y fue sucedido por el abogado Joseph F. Rutherford (1869-1942), mejor conocido como “el juez Rutherford”, quien consideró adecuado emprender una serie de profundas reformas en la doctrina y la organización del movimiento. 
 
Muchos estudiantes de la Biblia, tanto en Europa como en Estados Unidos, no estuvieron de acuerdo con los cambios impuestos por Rutherford y rompieron con él. Uno de ellos fue Alexandre Freytag (1870-1947), el encargado de la sucursal de la WTBTS en Ginebra, Suiza. Freytag publicaba traducciones al francés de la literatura de la sociedad, pero con el tiempo desarrolló sus propias ideas y comenzó a divulgarlas aprovechando las oficinas y el equipo a su cargo. Rutherford lo destituyó. Posteriormente, en 1920, Freytag fundó un movimiento llamado Les Amis del Homme (Los Amigos del Hombre). Las consecuencias no fueron desdeñables; en 1919, por ejemplo, se habían reunido 304 personas en las congregaciones suizas de habla francesa para celebrar la Cena del Señor. En 1920 sólo acudieron 75; la mayor parte de los ausentes se había ido con Freytag.
 
Los seguidores de Freytag creían en una mezcla de ideas milenaristas, filantrópicas y ecologistas. Su líder se atribuyó un papel mesiánico y adoptó el título de “Mensajero del Altísimo”. Predicaba que los fieles del Señor vencerían a la muerte si obedecían la “Ley Universal”, descubierta por su mensajero, el cual construyó sobre esa base una filosofía de la vida que enfatizaba el altruismo.
 
Freytag y sus correligionarios no esperaban pasivamente el arribo del Reino de Dios, sino que creían que éste ya había llegado. Para hacerlo patente fundaron colonias agrícolas en Francia, Alemania, Bélgica, Suiza y otros países, donde pusieron en práctica sus principios. Freytag, además, fue un escritor muy prolífico, y sus obras circularon por decenas de miles en las décadas de 1920 y 1930. Tras su muerte en 1947, el movimiento se dividió. Actualmente quedan cerca de cincuenta mil de sus epígonos en Europa y América.
 
El credo de Freytag se extendió primero por Europa Occidental y luego por América del Norte, hallando un buen número de conversos entre antiguos asociados de la WTBTS. Hacia 1918 llegó a México , donde Abel Ortega fue uno de los primeros que lo adoptaron. Luego de 1920, cuando rompió con la WTBTS, no volvemos a tener noticias de Abel Ortega durante varios años. Parece que continuó sus actividades desde la casa donde vivía, en la colonia Romero Rubio, en el número 57 de la calle de Jerusalén esquina con Marruecos, la cual se convirtió en el domicilio social de los freytaguistas mexicanos.
 
De acuerdo con el informe de uno de sus correligionarios, el señor Eusebio D. Pineda, entre 1918 y 1920 los freytaguistas se dedicaron a estudiar el credo de su líder, para comprender sus bases. De 1920 a 1925 se ocuparon en la tarea de “empezar a conocernos a [nosotros] mismos y a hacer a un lado nuestro egoísmo”. Concluida esa etapa, hacia 1925 empezaron a difundir sus enseñanzas entre el público en general.  En ese mismo año establecieron formalmente una sucursal y hacia julio de 1926 adoptaron el nombre de Sociedad Bíblica de Tratados El Ángel de Jehová.
 
A partir de 1926 publicaron la versión mexicana del Periódico para Todos, el principal órgano doctrinario de su movimiento, que era editado en Europa en varios idiomas. También imprimieron otro periódico, El Angel de Jehová . Ambos eran traducciones de las ediciones originales en francés, las cuales eran redactadas casi en su totalidad por el mismo Freytag. Otra publicación importante de esos años fue el folleto El bienestar sobre la tierra, que exponía las principales enseñanzas de su líder. Los freytaguistas se reunían varias veces a la semana en algunos lugares del país y en su sede de la colonia Romero Rubio, en la misma casa donde estaban las oficinas del Periódico para Todos. 
 
El nombre del grupo era Sociedad Bíblica de Tratados El Ángel de Jehová, y Abel Ortega -quien vivía en un cuarto en la sede de la organización- figuraba como su representante legal. Este último aseguraba que tenían como fin difundir “el conocimiento de la Ley Universal de la Vida -conocimiento que no era más que la filosofía desarrollada por Freytag-, en virtud de la cual ‘todas las cosas existen para el bien de las demás, teniendo relación entre sí'”, con el objeto declarado de “desarrollar el carácter de sus miembros y de establecer el reinado de la Justicia en la tierra”.
 
Como sus actividades tenían un inocultable tono religioso, terminaron por llamar la atención de las autoridades. En abril de 1929, la Secretaría de Hacienda preguntó al secretario de Gobernación si había concedido un permiso para la apertura de una capilla denominada El Ángel de Jehová, ubicada en la esquina de las calles de Marruecos y Jerusalén. También preguntó si las prácticas que se celebraban en la misma eran “propiamente del culto religioso y, en consecuencia, el inmueble puede considerarse como de propiedad nacional”. Gobernación respondió que no había autorizado la apertura de la capilla y ordenó además al jefe de su Departamento Confidencial que investigara dicho templo. Abel Ortega recibió entonces la visita de un agente de Gobernación y, tal vez por su propia iniciativa, envió también un informe escrito a las autoridades, el cual nos da interesantes datos sobre su movimiento.
 
Don Abel aseguraba que su organización no era de carácter religioso, sino filantrópico, y que su líder, Alexandre Freytag, había dado a conocer su doctrina en 1922, en su obra Le message á l ‘humanité , donde presentaba además un programa para la formación de un nuevo orden social, el cual estaba siendo puesto en práctica en dos colonias situadas en el departamento de Valenzole, en los Bajos Alpes, al sur de Francia, y en Waldek, cerca de Francfort del Meno, en Alemania. Cada uno de estos centros de población, pequeños ensayos de una utopía religiosa, estaba formado por cien familias, con sus respectivas viviendas. Los habitantes debían procurar tanto el bienestar común como el familiar. Trabajaban en talleres y campos de cultivo, y concentraban sus productos en un almacén común, para distribuirlos después a las diversas familias según sus necesidades. Ortega aseguró que en 1928 había viajado a Europa y corroborado la realización de esa obra. Estaba tan convencido de las bondades de la doctrina de Freytag, que se proponía ponerla en práctica en México, pues, aseguraba,
 
Cita:
“Sólo deseamos el desarrollo de esta obra salvadora en nuestro amado país, a fin de que pueda cosechar los frutos que han esperado por tantos años muchos corazones sinceros que han ofrendado sus vidas por el bien de los demás, para lo cual invitamos cordialmente a toda clase de personas de buena voluntad, sin distinción de clases ni de categorías , y muy especialmente a los que se encuentran actualmente en el poder, dirigiendo los destinos de este fértil y bellísimo suelo mexicano, a que nos ayuden a realizar este glorioso programa de verdadera restauración llevando este mensaje de vida al corazón de todo el pueblo para que, haciendo a un lado las luchas estériles de carácter político y religioso que nos afligen, nos unamos en un mismo ideal para obtener nuestra felicidad individual, al esforzarnos en buscar la felicidad de los demás”.
 
Más que en la realización de la utopía freytaguista en México, el gobierno federal estaba interesado en el funcionamiento interno de la capilla El Ángel de Jehová, como lo muestra un informe del Departamento Confidencial de la Secretaría de Gobernación. Su agente confirmó que era una subsidiaria de la matriz establecida por Freytag en Suiza, y que el encargado era el ciudadano mexicano Eusebio de Anda. La agrupación contaba con 66 socios activos, que la sostenían con sus donativos. En su salón de sesiones no había “santos, estatuas, láminas ni objeto alguno de idolatría”. El dueño del local, Severiano Guerrero, era miembro activo de la organización y lo prestaba gratuitamente. Disponían de un armonio y cantaban himnos. Sus reuniones se verificaban los días domingo, lunes y jueves por las noches.
 
Aunque en una ocasión habían elaborado un ocurso donde alegaban que no eran ni una religión ni una secta religiosa, el agente de Gobernación pudo examinar varios papeles de la organización y descubrió una lista titulada “Miembros del Real Sacerdocio ordenados para formar el Tabernáculo de Dios en la América”, donde figuraban los nombres de Felipe Ortiz Careaga, Aria Rodríguez, María del Carmen San Juan, Guadalupe Camarillo, Florentino Villanueva, Abel Ortega, María Fernández, Julia San Juan, Severiano Murillo, Guadalupe Pérez, Abel Ortega P. y Carmen C. de Murillo. En opinión del agente, los cánticos, el sacerdocio, las lecturas y las reuniones constituían “ritualidades religiosas”, por lo que pidió al señor Ortega que le explicase su objeto. Éste se limitó a responder que la misión de la Sociedad era “poner en evidencia a todas las religiones o denominaciones existentes, en su nefasta labor de haber torcido la orientación de la humanidad y procurar que se vuelva a la verdad viviendo la Biblia y no dedicándose sólo a interpretarla torcidamente y sólo teóricamente como lo hacen las actuales religiones”.
 
Los esfuerzos de El Ángel de Jehová por disimular su carácter religioso eran bien correspondidos por el Estado. Unas semanas después, el abogado consultor de la Secretaría de Gobernación emitió su dictamen sobre el caso. El letrado concluyó que el informe presentado por Ortega demostraba que éste y sus compañeros perseguían “un fin de cooperación y ayuda mutua” y que pretendían “implantar el verdadero comunismo”. Aseguró que no había encontrado en ese escrito nada que demostrase que el fin de la asociación fuera de carácter teológico o religioso, sino más bien filantrópico. El abogado afirmó que
 
Cita:
“No teniendo el carácter de culto las prácticas a que se dedican los miembros de la sociedad a que me refiero, supuesto que culto significa la expresión de la religión, o la expresión y el reconocimiento de las relaciones que unen a los hombres con Dios, habiéndose establecido por la Iglesia las formas y solemnidades que lo constituyen, debe deducirse que dichas prácticas no deben considerarse un culto religioso”.
 
Por último, señaló que el hecho de que el salón de la sociedad bíblica en cuestión careciese de “santos, estatuas, láminas y objetos de idolatría” desmentía la idea de que el grupo en cuestión constituyera un culto religioso. Por lo tanto, dictaminó, las prácticas que se celebraban en la capilla El Ángel de Jehová no debían considerarse como del culto religioso, por no tener tal carácter. Agregó que no se había concedido permiso para su apertura, por no haberse solicitado, y que las personas que se reunían allí hacían uso del derecho de asociación otorgado por el artículo 9 de la Constitución General de la República. La Secretaría de Hacienda estuvo conforme y dispuso que la capilla no fuese clasificada como propiedad nacional.
 
Al guiarse por el supuesto de “que culto significa la expresión de la religión, o la expresión y el reconocimiento de las relaciones que unen a los hombres con Dios, habiéndose establecido por la Iglesia las formas y solemnidades que lo constituyen”, el abogado consultor sentaba un precedente que sería muy provechoso para los seguidores de Freytag, los estudiantes de la Biblia y los testigos de Jehová. El gobierno estaba interpretando y aplicando la ley que regulaba a los cultos religiosos de una manera que restringía las actividades de la Iglesia católica y, al mismo tiempo, concedía un amplio margen de tolerancia para las minorías religiosas. Esto significaba que los ritos de las asociaciones religiosas no católicas no eran, legalmente, actos de culto, por lo que sus templos y demás locales dedicados a sus reuniones podían salvarse de ser nacionalizados y, lo más importante, podían celebrarse sin demasiada interferencia del Estado.
 
Por otra parte, resulta evidente que el gobierno reservaba sus mayores energías para controlar a la Iglesia católica y que podía darse el lujo de no ser tan severo con las demás religiones. En este caso, los seguidores de Freytag habían tenido éxito en su plan de presentar a su organización como una entidad de carácter filantrópico y no religioso, con lo cual salvaron la propiedad de su local. Poco después, sin embargo, tratarían ya no de conservar sus bienes, sino de sacar provecho de la condición que el Estado les había reconocido.
 
Al año siguiente, en octubre de 1930, Eusebio D. Pineda, presidente del Comité El Ángel de Jehová, dirigió una carta al jefe del Departamento del Distrito Federal con el fin de demostrar que el carácter de su movimiento era “netamente filantrópico, y no religioso”. Aseguró que su organización tenía como “único fin hacer el bien, haciendo a un lado sus prejuicios de raza, de clase y de religión para buscar la armonía y la unidad con todos los seres humanos”. A su juicio, en toda obra religiosa se hacía lo contrario de lo que se pretendía enseñar. Predicaban el amor al prójimo, pero practicaban el odio, como podía comprobarse por el hecho de que de las religiones “siempre han estado en disputas y en contiendas entre sí, no habiendo llegado nunca a ponerse de acuerdo”, lo cual había provocado “persecuciones y guerras religiosas”. Entre esos hechos censurables que habían ensangrentado las páginas de la historia podían hallarse episodios como la noche de San Bartolomé y la incineración de Miguel Servet, responsabilidad, respectivamente, del catolicismo y del protestantismo, así como la Primera Guerra Mundial, “en la que tomó parte el mismo clero católico y protestante, tanto en la parte de las potencias centrales como [en la] de los aliados”. Nuestro “desafortunado país” no estaba al margen de esta situación, como lo demostraba la existencia del movimiento de los cristeros, quienes “resistieron con armas de fuego las órdenes de paz y de moralidad que el Supremo Gobierno Federal dictó, como motivo del problema religioso tan excitado en los ánimos del pueblo fanático”.
 
A continuación, Pineda exaltó las colonias agrícolas establecidas por su organización en Alemania y Francia, donde se educaba a los niños, se atendía a los enfermos y se cultivaba alimento para obsequiarlo a los pobres. Pineda aseguró que querían extender esa obra a México y que se hallaban buscando un terreno para establecer su primera colonia. No dejó de reconocer, empero, que hasta ese momento, su labor en nuestro país era “bien modesta y pequeña”. Aun así, se tomaba la libertad de solicitarle al jefe del Departamento del Distrito Federal que les facilitara un local en el centro de la ciudad de México , que sería empleado para propagar y dar a conocer su obra, la cual “ayuda a todos a que salgan de la intemperancia y de toda clase de vicios”.
 
Como la respuesta a esa petición no era de su competencia, el Departamento la turnó a la Secretaría de Gobernación, la cual marcó claramente los límites que el Estado había concedido a los seguidores de Freytag. Le recordó a Pineda que él y sus correligionarios podían constituirse libremente, de conformidad con el artículo 9 de la Constitución, “ya que se trata de una sociedad filantrópica y no de carácter religioso, razón por la cual no puede otorgársele ningún reconocimiento oficial, por no existir ningún precepto legal que autorice a ello”. Acto seguido, denegó la petición de un local, pues la Ley de Muebles e Inmuebles de la Federación del 18 de noviembre de 1902 prohibía que los particulares usufructuasen los bienes propiedad de la nación a título gratuito.
 
Durante las décadas siguientes los seguidores de Freytag continuaron sus actividades y reuniones en varios estados del país, de acuerdo con las pocas noticias que pueden hallarse en la colección del Periódico para Todos que se conserva en la Hemeroteca Nacional. La publicación se dedicaba sobre todo a los asuntos doctrinarios, dejando muy poco espacio para las noticias sobre las labores del grupo. En un informe de la Secretaría de Gobernación de febrero de 1948 consta que el templo El Ángel de Jehová aún se hallaba en la esquina de Marruecos y Jerusalén, a cargo de un ministro cuyo nombre no se especificaba. Años después, el domicilio del Periódico para Todos se cambió a la calle de Lago Maracaibo 88, en la colonia Argentina, en el norte de la ciudad de México. La empresa editora que figuraba en el directorio era la Asociación Filantrópica Mexicana, A. C.
 
Abel Ortega continuó su trabajo por muchos años. Aunque ignoramos la fecha y el lugar de su muerte, sí se puede afirmar, casi con certeza, que permaneció fiel a su religión durante el resto de su vida. En la última edición del Periódico para Todos que se conserva en la Hemeroteca Nacional, fechada el 27 de diciembre de 1970, Abel Ortega aparece en el directorio como “redactor responsable”. En ese entonces debe haber tenido alrededor de 70 años de edad. Es posible que tras la muerte de Ortega el Periódico para Todos haya dejado de publicarse.
Hemos tratado en vano de averiguar si aún existen en México personas que sigan las enseñanzas de Freytag. Probablemente, los integrantes del movimiento freytaguista mexicano se dispersaron o, tal vez, formaron nuevas asociaciones religiosas
 
(Alexandre Freytag. Crédito de la foto: tj-encyclopedie.org)
 
 
 
 
 

Reflexión sobre mi pasado como publicador

El siguiente artículo, es de un PIMO que desea compartir su historia bajo el nombre de  Anciano Señalado. Agradecemos la confianza depositada en nosotros para difundirla y a todos nuestros estimados lectores por leerla, se que muchos se sentirán identificados con sus palabras.


El lenguaje puro de la verdad

Por Aimée Padilla

Una de las características de los cultos de alto control mental es su vocabulario cargado de palabras código que solamente entienden los miembros que se sienten escogidos y especiales, que los aparta del resto de la población y los hace creer que son en una especie de élite.

Este fin de semana hice una lista de palabras que recuerdo de cuando fui Testigo de Jehová, palabras tales como: privilegio, trabajo seglar, devoción piadosa, kit de enseñanza, encomio, regocijo, perlas escondidas, fuente de estímulo… y sin mentirles me salieron 102 frases y/o palabras; veré si llego a las 200 ya les platicaré.

Así que desde que era pequeña aprendí a hablar con el “lenguaje puro de la verdad” y cuando platicaba con  mis compañeros de clase tenía que esforzarme por dejar de hablar con ese “lenguaje puro” pues no iban a entender, mi mente tenía que buscar palabras que la gente normal usa.

El “alimento espiritual” que la Organización les provee a las ovejas es la principal fuente de propaganda para que ese lenguaje puro se les quede bien grabado en su interior, de hecho siempre utilizan el texto de Deuteronomio 6:6,7 “6  Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que estar en tu corazón, 7  y tienes que inculcarlas en tus hijos  y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes” (TNM) pero también el resto de los Testigos de Jehová se encargan de vigilar que nadie hable de manera “incorrecta”.

Por ejemplo un día que estaba predicando una hermana estornudó y se me ocurrió decirle “salud” pues es una costumbre en mi país usar esa expresión cuando alguien estornuda… ¡Me dio una reprimenda! porque salud (me dijo) es una superstición y a Jehová eso le desagrada, incluso me llegó a preguntar que como iba en mi estudio personal. Y a decir verdad no tenía un estudio personal como la Organización “aconseja”, ya que por aquella época estudiaba y no me daba tiempo para adoctrinarme, así que mi cerebro al no estar siendo alimentado con la información de la secta, no tuvo manera de hacer el  cambio al “lenguaje puro de la verdad” .

En otra ocasión que íbamos predicando en el límite de nuestro “territorio”, pudimos ver mi compañera y yo en la distancia, a unas hermanas que no conocíamos y que nos agitaban unas Atalayas, con mucho “gozo” dijimos: «Allí están otras hermanas», y también sacamos nuestras revistas de los bolsos y respondimos el saludo agitando las nuestras. Recuerdo que me sentí muy contenta pues me encontraba dentro de una hermosa hermandad mundial que se reconocía y se mostraba amor aunque no nos conociéramos realmente. En aquel momento no entendí que todo era parte de un control mental de la Organización JW.

Ya estando fuera de los Testigos de Jehová me ha seguido costando mucho trabajo desprenderme de ese “lenguaje puro de la verdad”. Me quedé sin familia extendida, sin amigos… y tuve que empezar de cero a formar una red de apoyo a la cual acudir cuando me invadían sentimientos de soledad y tristeza. Un simple chiste tenían que explicármelo porque mi mente quedó tan marcada por el vocabulario del culto, que era incapaz de razonar rápidamente, viviendo momentos incómodos que al final acepté riéndome de mi misma pues con cada día que pasa, me alejo más de esa forma tan particular de hablar.
Pero ¿es realmente ese “lenguaje puro de la verdad” indispensable para tener la aprobación del Creador?

Steven Hassan en su Libro “Como combatir las técnicas de control mental de las sectas” nos dice:
“Es habitual que una secta destructiva cuente con su propio «lenguaje simplificado» de palabras y expresiones. Dado que el lenguaje suministra los símbolos que utilizamos para pensar, controlar ciertas palabras ayuda a controlar el pensamiento. Muchos grupos sintetizan situaciones complejas, las etiquetan, y después las convierten en frases hechas de la secta. Estas etiquetas, que son la expresión verbal del lenguaje simplificado, gobiernan la manera de pensar en cualquier situación.”
Capítulo 4
https://libroweb.wordpress.com/2007/10/1…ve-hassan/

Así que el lenguaje propio de los Testigos de Jehová es la manera en que sus dirigentes manipulan el pensamiento de los miembros del grupo, con tal de que interrumpan su capacidad pensar y queden a merced de la voluntad del Esclavo Fiel y Prudente.

Es curioso que estando despierta, le pregunté a varios Testigos de Jehová si sabían los nombres de los miembros del Cuerpo Gobernante y  para mi sorpresa ¡no  lo sabían!  Tal vez ahora con los Broadcasting y tanta difusión que se le da en la disidencia lo sepan, pero para el tiempo en que formé parte de los Testigos de Jehová, los hermanos no tenían idea de quienes eran los hombres en quienes confiaron ciegamente su fe.

El Testigo de Jehová cree que al tener su propio vocabulario es parte del conjunto de cosas que  Dios aprueba, aprobación con la que no cuentan los “mundanos”.  No se dan cuenta, como fue mi caso, que están permitiendo que sus mejores años se les vayan trabajando sin remuneración para una corporación que al final no se hará cargo de ellos, que perderán valiosos momentos que jamás regresarán.

Mi mayor deseo es que mis palabras puedan ayudar (aunque sea a una sola persona) a despertar del engaño en el que están metidos, que disfruten y abracen a sus seres queridos; que sean mejores esposos, padres, hijos, vecinos… mejores seres humanos y al fin puedan ser libres del llamado “Lenguaje Puro de la Verdad”.

 

Apuntes para una historia de los Testigos de Jehová en México. Parte II

Por Aimée Padilla
 
Antecedentes: las minorías religiosas y el anticlericalismo en el México posrevolucionario
 
En el México de mediados del siglo xix habitaba un pueblo que Jean Meyer describió como “profundamente evangelizado”, de “cristiandad monolítica” que por lo general era sumamente hostil hacia la disidencia religiosa. Serían las Leyes de Reforma, la Constitución de 1857 y los triunfos liberales de 1860 y 1867 los que forjarían las condiciones propicias para que las confesiones distintas a la católica pudieran, por fin, entrar legalmente al territorio mexicano y echar raíces duraderas.
 
Los protestantes son quienes mejor aprovechan esta oportunidad. No sólo fueron tolerados, sino que el gobierno de Benito Juárez les dio la bienvenida. El presidente Juárez estaba convencido de que la felicidad futura y la prosperidad de la nación dependían del desarrollo del protestantismo. En una ocasión expresó su deseo de que el protestantismo adquiriera un carácter mexicano mediante la conquista de los indios, pues éstos, a su juicio, necesitaban una religión que los hiciera leer y no gastar sus ahorros en veladoras para los santos.
 
De esa manera se estableció un importante precedente, aprovechado con diversos matices por los gobiernos de Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz: uno de los principales obstáculos para la realización del proyecto de nación del Estado liberal era la oposición de la Iglesia católica, por lo que la tolerancia legal o el apoyo gubernamental a las minorías religiosas podía servir para convertir a éstas en un elemento de presión, en unas espinas clavadas en el cuerpo de la Iglesia, que podían ayudar a inclinar la balanza en favor del Estado.
 
El notorio anticlericalismo del régimen de Lerdo fue atemperado por Díaz, quien si bien no canceló la protección ni el apoyo gubernamental al protestantismo, consideró necesario llevar a cabo una política de conciliación con la Iglesia católica. Con toda proporción guardada, el resultado fue favorable para ambas corrientes del cristianismo. Por un lado, los protestantes lograron desarrollar una pequeña pero floreciente comunidad en México, que para 1910 tenía alrededor de cien mil fieles.
 
La Iglesia católica conoció un periodo de gran auge, comparable al del periodo de evangelización del siglo xvi. Entre 1867 y 1917 se fundaron trece nuevas diócesis y 19 seminarios entre 1864 y 1911. El número de sacerdotes aumentó de 3232 en 1851 a 4461 en 1910. Además, la Iglesia emprendió un proceso de reevangelización del campo, durante el cual se fundaron numerosas parroquias. Hacia 1910 la fe y el respeto al clero católico seguían siendo extremadamente fuertes en el país; la población era abrumadoramente católica.
 
Este panorama fue trastocado por la Revolución. Francisco I. Madero, quien era espiritista, continuó la política de Díaz de conciliación con la Iglesia y protección de la minoría protestante. Luego del asesinato de Madero, un importante sector del constitucionalismo acusó a la Iglesia en su conjunto, sin argumentos sólidos, de haber apoyado al régimen usurpador de Victoriano Huerta. Con esta justificación comenzó una nueva etapa de anticlericalismo mexicano, de una violencia y un sectarismo sin precedentes, que se prolongó desde 1914 hasta 1938, con una fase de relativa calma entre 1920 y 1924, durante la presidencia de Obregón. Luego del triunfo del constitucionalismo ocurrieron saqueos de templos, que no respetaron ni a la catedral de la ciudad de México; se organizaron quemas públicas de imágenes, símbolos y vestiduras religiosas, y se vejó y encarceló a un buen número de sacerdotes.
 
El anticlericalismo llegó a uno de sus puntos culminantes entre diciembre de 1916 y febrero de 1917, cuando se reunió el Congreso Constituyente que produjo una nueva carta magna. La Constitución de 1917 prohibió, en su artículo 3o., la educación religiosa. El artículo 5o. proscribió las órdenes monásticas. El 24o. garantizó la libertad religiosa, pero confinó los actos de culto público al interior de los templos y los puso bajo vigilancia del gobierno. El artículo 27o. despojó a las Iglesias del derecho a adquirir, poseer o administrar inmuebles y declaró propiedad de la nación todos los lugares de culto.
 
El artículo 130 estableció el matrimonio como un contrato civil y desconoció la personalidad jurídica de las Iglesias. Les exigió a los ministros de culto ser mexicanos por nacimiento para poder ejercer su profesión; los despojó de sus derechos políticos, les prohibió criticar a las leyes, las autoridades o al gobierno en general y los obligó a inscribirse en un registro. Las publicaciones confesionales no podrían comentar asuntos políticos ni publicar información sobre los actos de las autoridades o sobre los individuos que tuvieran que ver con los asuntos públicos.
 
Estas disposiciones afectaron, en teoría, a todas las organizaciones religiosas. Serían una gran fuente de tribulación para los católicos y, en menor proporción, para los protestantes, a medida que el nuevo Estado, surgido de la Revolución, trataba de poner en práctica su visión de lo que debía ser el país; en el curso de este afán, encontró que la Iglesia católica era uno de sus principales obstáculos. Este nuevo recrudecimiento del conflicto entre el poder civil y el eclesiástico-católico en México ofrecía una nueva oportunidad para que un tercer sector en discordia, el de las minorías religiosas, incrementara su presencia en nuestro país. De nuevo, eso sería aprovechado sobre todo por los protestantes, pero también por nuevas confesiones cristianas.
 
A medida que transcurría la década de 1920 la situación religiosa en México se fue tensando. El Estado no fue abiertamente hostil hacia la Iglesia católica durante los últimos años de Venustiano Carranza -quien trató de atemperar las disposiciones anticlericales de la Constitución- ni bajo el gobierno de Álvaro Obregón, pero tampoco fue amigable con ella. La relación llegó a ser muy difícil durante el periodo presidencial del general sonorense, a consecuencia de los desafíos de la Iglesia a la Constitución y los intentos del gobierno por hacer valer la ley. Sin embargo, los adversarios nunca rompieron, a pesar de acontecimientos como la suspensión de la construcción del monumento a Cristo Rey en el cerro del Cubilete, Guanajuato, y la expulsión del delegado apostólico. El panorama cambió cuando Plutarco Elías Calles llegó a la presidencia en 1924.
 
El gobierno del general Calles , acosado por la agitación obrera, las conspiraciones militares y la crisis con Estados Unidos por el arreglo de la cuestión petrolera, buscó apoyos internos y los encontró en los sectores anticlericales del régimen revolucionario, quienes obtuvieron a cambio una gran libertad de acción.
 
Esta corriente anticlerical, hostil sobre todo a la Iglesia católica, estaba integrada principalmente por personas provenientes del norte del país que llegaron al centro con el constitucionalismo: funcionarios, profesionistas, militares y comerciantes, admiradores de Estados Unidos y de su éxito, que atribuían al protestantismo. Un buen número de ellos eran protestantes que, a decir de Jean Meyer, repetían “por su cuenta toda la propaganda anglosajona contra el pasado colonial católico de México”. A esa influencia se agregó una segunda, la de la masonería, y una tercera, la de un sector de maestros y militares conocidos como los “desfanatizadores ” El resultado fue, paradójicamente, una forma de religiosidad antirreligiosa que, una vez instalada en posiciones de poder, comenzó a perseguir a la Iglesia y los creyentes católicos.
 
Una consecuencia de sus raíces protestantes fue la benevolencia y el apoyo que los regímenes de Obregón y Calles mostraron hacia las minorías religiosas cristianas; ambos favorecieron el proselitismo evangélico y poblaron los ministerios de protestantes. Al mismo tiempo que combatían a los establecimientos educativos católicos, encontraron fórmulas legales para permitir la existencia de cientos de escuelas protestantes y de otras denominaciones.
 
En cuanto a los desfanatizadores, su ideología fue resumida por el general Joaquín Amaro durante un discurso pronunciado en 1929. Tenían la convicción de que el clero católico, identificado absolutamente “con todos los enemigos de la Revolución”, se había convertido en un partido político de oposición, conservador y rapaz, y era la “causa única” de las desdichas que habían afligido a México desde la conquista española. Amaro se sentía satisfecho de que los militares revolucionarios combatiesen a ese clero católico, al que consideraba como el “instigador más fuerte y el elemento más poderoso” de los alzamientos y golpes de Estado que habían devastado a México.
 
Las provocaciones de la corriente anticlerical en contra de la Iglesia fueron en aumento, fortaleciendo las posiciones de los extremistas de ambos bandos. La jerarquía eclesiástica tuvo que reaccionar. El 4 de febrero de 1926 se publicó en el diario El Universal una declaración del arzobispo de México, José Mora y del Río, quien dijo que el episcopado, el clero y los católicos no reconocían y combatirían los artículos 3, 5, 27 y 130 de la Constitución. Meses más tarde, la respuesta del gobierno de Calles fue promulgar una ley reglamentaria del artículo 130, que endurecía el trato hacia la Iglesia, y que entró en vigor el 31 de julio.
 
Como medida extrema de resistencia, las altas autoridades eclesiásticas ordenaron la suspensión de cultos religiosos ese mismo día. Esa medida encendió la mecha de una nueva guerra civil: la rebelión de los cristeros, que ensangrentaría al país por tres años. En 1929, con la mediación del embajador estadounidense Dwight Morrow, el gobierno de Emilio Portes Gil y la jerarquía católica culminaron las negociaciones para reanudar el culto y terminar con la resistencia armada. Era una tregua, tan sólo una pausa en el conflicto Iglesia-Estado, que continuaría por cauces distintos durante la década de 1930.
 
Fue en este contexto, de acalorado enfrentamiento entre la Iglesia y el Estado, que se produjo la llegada a México de los testigos de Jehová, que en ese entonces eran conocidos como “los estudiantes internacionales de la Biblia”.28 Su implantación en nuestro país no sería nada fácil. Durante más de una década lucharían por sobrevivir y se enfrentarían al mismo tiempo a los efectos de un importante cisma. Finalmente se sobrepusieron, aunque en cierto momento estuvieron muy cerca de extinguirse. Sin embargo, en 1917, nada de eso pasaba por la mente de un joven mexicano que estudiaba en Texas ; no imaginaba que se convertiría en el introductor de una nueva religión en su país.

Apuntes para una historia de los testigos de Jehová en México

Por Aimée Padilla

Los testigos de Jehová se encuentran en el número tres del ranking mundial en México de esta comunidad religiosa. Sin embargo ¿Cuáles son sus orígenes?  

Esta será la primera entrada de una serie de VIII, en donde se detallará pormenorizadamente, la historia de los testigos de Jehová hasta los años ’40 del siglo pasado.

Al final de la serie se darán todas las fuentes consultadas.

PARTE I.
INTRODUCCIÓN: LOS PREDICADORES DEL FIN DEL MUNDO.
 
En la entrada de numerosas viviendas podemos observar una pequeña calcomanía; al lado de la imagen de la virgen de Guadalupe se lee: “Este hogar es católico, no aceptamos propaganda protestante ni de otras sectas”.
 
El tajante mensaje tiene como destinatarias a las organizaciones religiosas que predican su mensaje de casa en casa. Entre éstas hay una que destaca sobre todas las demás por el gran celo que muestran sus fieles en esa tarea evangelizadora.
 
Estos personajes a los que nos referimos son los testigos de Jehová. Ellos afirman que siguen el ejemplo de Jesucristo, quien estuvo “viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios”.
 
Su objetivo es visitar todos los hogares, si es posible, varias veces al año, para conversar unos minutos sobre algún tema de interés local o mundial. Leen uno o dos textos bíblicos y, si su interlocutor demuestra interés, se comprometen a regresar en un momento conveniente a fin de continuar la conversación. Ofrecen Biblias y otras publicaciones, e imparten estudios bíblicos gratuitos a domicilio.
 
Los testigos no sólo son notables por su campaña permanente de proselitismo. Además han sido objeto de polémica desde hace años por su negativa a cantar el himno nacional y rendir honores a la bandera, así como por su férrea determinación de no aceptar transfusiones de sangre, aún a costa de su vida.
 
Sin embargo, no son estas creencias las únicas que los ponen al margen de la sociedad. También están convencidos de que Satanás es el gobernante invisible de la tierra, y que manipula a todos los gobiernos humanos, por lo que se niegan a votar, a participar en actividades políticas y a servir en las fuerzas armadas. No obstante, ellos mismos se consideran buenos ciudadanos y buenos vecinos, ya que están obligados a obedecer las leyes humanas que no estén en pugna con sus principios religiosos, amén de que ellos mismos deben cumplir normas de moralidad muy estrictas.
 
Están plenamente convencidos de que la suya es la única religión verdadera, por lo que rechazan tajantemente el ecumenismo, apoyándose, entre otros textos bíblicos, en la Segunda Carta a los Corintios, que dice: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad?”
 
Agrupan a todas las demás religiones bajo la denominación colectiva de Babilonia la Grande, que personifican como una prostituta embriagada “con la sangre de los santos y la sangre de los testigos de Jesús”.
 
Creen que sólo los testigos sobrevivirán al cercano fin del mundo, y que todos los malvados serán destruidos por Jehová durante la gran batalla de Har-Magedón.
 
Si bien son una religión minoritaria en México, nuestro país alberga a la tercera mayor población de testigos de Jehová en el mundo, sólo superada por la de Brasil y la de los Estados Unidos. Según sus propias cifras, en el año 2003 se registraron en la república 572 530 predicadores activos (ellos prefieren llamarse “publicadores”), repartidos en 10 968 congregaciones, que condujeron un promedio de 603 329 estudios bíblicos.
 
Además en ese mismo año se bautizaron 20 988 nuevos testigos. Su rito más importante, la conmemoración de la última cena y la muerte de Jesucristo, mejor conocida como la “Cena del Señor” o “el Memorial”, registró en el año de 2003 una asistencia de 1 738 387 personas.
 
A modo de comparación podemos anotar que en los Estados Unidos, el país de origen de los testigos de Jehová, su número asciende a 1 029 652 los cuales, durante el año de 2003, condujeron 501 804 estudios bíblicos. En México hay un publicador por cada 182 habitantes, mientras que nuestros vecinos del norte tienen uno por cada 278. En el mundo entero hay 6 429 351 publicadores.
 
De manera muy sumaria podemos concluir que, por lo menos en los aspectos cuantitativos que acabamos de señalar, la importancia de los testigos de Jehová es mayor en México que en los Estados Unidos.
Las estadísticas de los testigos sobre su membresía sólo toman en cuenta a los predicadores activos. Si suponemos que cada uno de los estudios bíblicos es impartido a una persona por lo menos, y tomando en cuenta que una buena parte de los publicadores deben ser cabezas de familia con hijos, podemos asumir que el número de personas que practican esa religión en México, o que están en vías de hacerlo, debe sobrepasar holgadamente la cifra de un millón.
 
A pesar del gran número de testigos que hay en nuestro país, son pocas las personas que han tratado de estudiarlos como un fenómeno social o histórico. Para la televisión, la radio y la prensa escrita constituyen un objeto de interés periodístico, aunque a menudo la información que proporcionan peca de ignorancia o prejuicio.
 
Junto con los periodistas son los antropólogos y los sociólogos quienes les han dedicado mayor atención a los testigos, sin preocuparse mucho por el pasado de la organización, o bien conformándose con lo dicho en las publicaciones de la sociedad Watch Tower y de la Torre del Vigía de México.
 
 Aunque esto, por supuesto, no resta mérito alguno a varios trabajos muy interesantes que han realizado.
También podemos encontrar muchos datos sobre los testigos en la internet. Sin dejar de lado la buena información que es posible hallar allí, debemos advertir que a menudo las páginas web pueden ser obra de ex testigos cuyo afán revanchista o sus esfuerzos por atraer a una nueva religión a sus antiguos hermanos de fe los hace poco confiables. Otros sitios tienen la desventaja de ser páginas apologéticas, cuya misión principal es demostrar la validez de su propio credo y refutar el de los testigos. Además el plagio descarado y la poca o nula crítica de fuentes son moneda corriente. La página oficial de los testigos de Jehová, www.watchtower.org, * por su parte, más que dedicarse a los aspectos históricos del movimiento, nos ilustra sobre las facetas actuales de su obra y algunos temas de interés general. Por lo demás, no pudimos hallar en la internet información sobre la historia de esa denominación religiosa en México.
 
Las bibliotecas de El Colegio de México y la Universidad Nacional Autónoma de México tienen una cantidad lastimosamente pequeña de obras publicadas por y acerca de los testigos. La situación es distinta, por fortuna, en la Biblioteca Nacional de México, donde hay un buen surtido de obras doctrinales. Entre las tesis de licenciatura y posgrado de la UNAM podemos hallar unas pocas obras, algunas muy buenas o por lo menos aceptables y otras francamente malas.
 
Los historiadores mexicanos somos quienes hemos aportado menos al estudio de este asunto. Prácticamente nadie de nuestro gremio se ha interesado por el pasado de los testigos de Jehová, a pesar de que en la actualidad, por su número de fieles, son una de las mayores minorías religiosas de la república.
 
Para comenzar a abordar este problema podemos echar mano tanto de algunas obras publicadas como de las fuentes primarias resguardadas en el Archivo General de la Nación (AGNM). Estas últimas se hallan en el fondo de la Dirección General de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, en su serie Generalidades de Cultos Religiosos, en la galería 5. Así pues, disponemos de unas bases mínimas que nos permiten arrojar algo de luz sobre el comienzo de la obra de los testigos en nuestro país y su desarrollo durante la primera mitad del siglo XX.
 
Nuestro trabajo se centra en la historia de los testigos como organización. Hablaremos de cómo, a partir de 1919, un pequeño grupo de creyentes -integrado sobre todo por mexicanos y algunos misioneros foráneos – trató de implantar en un país abrumadoramente católico-romano una nueva forma de asociación religiosa cristiana, de origen extranjero, que no era católica ni ortodoxa ni protestante.
 
En su afán de echar raíces y sobrevivir en este medio, su movimiento tuvo que formalizarse y tratar de obtener alguna forma de garantía legal para sus actividades, superando la desventaja que significaba el hecho de que la Constitución mexicana de la época no reconocía personalidad jurídica alguna a las iglesias. Otros aspectos que destacaremos serán los primeros cismas que padeció la joven organización, así como la manera en que se enfrentó a las oportunidades y los riesgos que se derivaban del conflicto entre la Iglesia y el Estado mexicano, que vivió una de sus fases más enconadas en la época que se extiende desde la promulgación de la Carta Magna de 1917 hasta finales de la década de 1930.
 
(Crédito de la foto: Pinterest)
 
* Como todos sabemos el sitio web cambió a jw.og  pero he respetado el articulo original.

Los testigos de Jehová y la educación superior

Por Aimée Padilla

La Organización JW desaconseja el cursar estudios superiores ya que argumenta que el ambiente que se vive en las Universidades, fomenta la mala conducta de los estudiantes y aquel testigo de Jehová que decidiera continuar con sus estudios, está en peligro de caer en el mundo de Satanás y ser un mal ejemplo para la entera Congregación.

Ese doble discurso es por demás hipócrita, ya que por un lado hace una «prohibición velada», es decir: disfraza y matiza dicha prohibición con argumentos «bondadosos» para que el joven no vaya a la Universidad, mientras que por otro lado, se vale de abogados testigos de Jehová cuando tienen que dirimir conflictos legales en los que se ha visto involucrada la Organización JW en fechas recientes.

La siguiente información que compartiré, muestra como la misma Organización ve con malos ojos a quien va a la Universidad y dicha persona puede perder privilegios, como el ser anciano, siervo ministerial o precursor si él o alguien de su familia cursa la Universidad.

Aqui no hay eso de «se puede ser equilibrado» e ir a la Universidad y ser Testigo de Jehová ejemplar… es verdad que se pueden seguir cursando estudios superiores, pero quién lo haga es tachado como poco espiritual.

Sin mas que agregar, dejaré que la información hable por si misma.

 

Veamos lo que dice la Carta del 29 de Abril 2014: Estudios Superiores

El párrafo 3 de la carta dice claramente: «Los hombres nombrados deben ser ejemplares y seguir la dirección de Jehová mediante el Cuerpo Gobernante. Eso conlleva dar el ejemplo también en lo relativo a la educación. Por esa razón, la carta a los cuerpos de ancianos del 6 de Marzo de 2012 indicó que los ancianos deben determinar si un anciano, siervo ministerial o precursor, su esposa o sus hijos emprendieran estudios superiores, seguirían llenando los requisitos para tener privilegios de servicio»

Queda claro en este primer ejemplo, como la Organización se vale de este lenguaje para infundir culpa en los adeptos y decirles «No está bien cursar estudios superiores» sin utilizar la palabra «prohibición».

Sigamos ahora con lo que dice el libro de ancianos «Pastoreen el rebaño de Dios», hay un capítulo llamado: Nombramientos y bajas de ancianos y siervos ministeriales.

Vayan al capítulo 8 párrafo 30 bajo el tema: Situaciones que podrían hacer necesario evaluar si un hermano nombrado sigue cumpliendo los requisitos.

Cito textualmente el citado párrafo 30:

«El o un miembro de su familia emprenden estudios universitarios. Si un hermano nombrado, su esposa o sus hijos emprenden estudios universitarios, ¿Demuestra el modo de vivir de él que pone los intereses del Reino en primer lugar? (w05 1/10 pág 27 parr.6) ¿Enseña a su familia a dar prioridad a los intereses del Reino? ¿Respeta lo que ha publicado el esclavo fiel sobre los peligros de la educación superior? ¿Revelan sus palabras y conducta que es una persona espiritual? ¿Cómo lo ve la congregación? ¿Porqué quieren él o su familia emprender estudios universitarios? ¿Tienen metas en el servicio a Jehová? ¿Interfieren los estudios con la asistencia regular a las reuniones, participación significativa en el ministerio u otras actividades espirituales?«

Así que podemos ver con este otro ejemplo, que la visión de los testigos de Jehová con respecto a la educación superior, es indicativo de debilidad espiritual para aquel miembro que desee seguir superándose. Obviamente ningún testigo de Jehová quiere ser visto de ese modo, entonces pocos son los que continúan con sus estudios, por lo tanto hay una presión de grupo para que el joven se sienta obligado a dejar de estudiar con tal de seguir tras las llamadas metas espirituales. La organización les anima a estudiar oficios que les permitan trabajar media jornada y así puedan dedicarse a alguna «faceta del servicio de tiempo completo», de tal suerte que cursar una carrera larga es algo mal visto… ya ni decir estudios de posgrado. La educación seglar es una decisión personal y nadie debiera sentirse con el derecho de meterse en asuntos que tienen que ver con el futuro de los jóvenes.

Podemos ver a tantos hermanos que dejaron de estudiar o no se casaron por seguir las «recomendaciones» de la Watchtower y ahora están en su vejez, solos y sin dinero para cubrir sus necesidades más básicas.

Éste comportamiento es propio de los cultos de alto control mental. Se los dejo para reflexionar.

Como ejemplo final, veamos ahora lo que dice el kms18-s Num 8 bajo el encabezado «Bajas de ancianos y siervos ministeriales»

«2.- ¿Cuáles son algunas situaciones que ponen en entredicho la posición de un hermano nombrado? [Se deben mencionar los siguientes ejemplos]
…….
El o un miembro de su familia inmediata está cursando estudios universitarios.
«

Les adjunto el Ministerio del Reino para su consulta. Pienso que con estos ejemplos queda demostrado, que para la Organización JW quien estudie la Universidad, es visto como un mal ejemplo y no puede aspirar a un privilegio dentro de la Congregación, no importa que el hermano o hermana tenga una excelente conducta y asista con regularidad a las reuniones y demás actividades teocráticas.

Este tipo de comportamiento coercitivo es propio de una secta destructiva, que no permite la superación personal de sus miembros, para tenerlos atrapados y seguir viviendo de ellos.

Como siempre, animo a los testigos de Jehová a que hagan su propia búsqueda y reflexionen con honestidad la información anteriormente compartida pues no es de fuentes externas, son documentos de la misma Organización JW.

 

Del Activismo al Autocuidado: Mi Viaje Ex Testigo de Jehová

Cuando dejé el grupo religioso de los Testigos de Jehová, sentí una urgencia inicial de compartir mi historia y levantar la voz contra lo que consideraba injusto. Sin embargo, con el paso del tiempo, descubrí que centrarme en mi propio crecimiento y bienestar era igualmente valioso.

Como me gusta escribir, comencé escribiendo en el foro extj.co todo lo que sentía o me afectaba y de igual manera, si podía ayudar con mis palabras a quien hubiese tenido una experiencia similar a la mía, lo hacía; si pudiera resumirlo en una frase diría que: Quería gritar al mundo todo lo que viví.

La cantidad de escritos que publicaba, empezó a crecer y fue entonces que decidí abrir este blog, el cual se convirtió en un espacio para expresar mis experiencias, cuestionar doctrinas y compartir mi perspectiva. Era mi forma de liberar las emociones reprimidas y conectarme con otros que podrían estar pasando por situaciones similares.

Con el tiempo me di cuenta de que mi enfoque estaba evolucionando. Dejé de gritar y empecé a hablar en tono más calmado. Comencé a centrarme en mi proceso de sanación y crecimiento personal, dejando de lado el papel de activista y adoptando el de narrador de mi propia historia.

Después de cinco años, he llegado a un punto en el que he cerrado el capítulo del activismo ex Testigo de Jehová. Mi blog se ha transformado en un espacio donde comparto mi día a día, mis gustos personales y reflexiones sobre la vida, alejándome por completo de los temas religiosos. Decidí pasar página y empezar a escribir nuevas historias, puedo escribir desde qué postre me gusta más o cual es la casa de mis sueños.

El enfoque en mí misma ha llevado a la exploración de mis gustos y aficiones. Desde la cocina hasta otras actividades cotidianas, he descubierto la alegría de vivir una vida centrada en mis intereses personales y no en el mundo que dejé atrás. Sin embargo consideré pertinente abordar este tema por la sugerencia de escritura del día.

Mi viaje ex Testigo de Jehová me llevó a través de diferentes etapas, desde la urgencia de gritar al mundo hasta el descubrimiento de la paz interior. Pasar página no significa olvidar, sino priorizar mi bienestar y enfocarme en construir una vida llena de experiencias y alegrías personales.

Saltando al Abismo: Venciendo el Miedo a los Cambios

Por Aimée Padilla

Haber nacido dentro de un grupo de alto control mental me hizo muy dependiente del mismo y no podía tomar decisiones libremente.

Todo aspecto de mi vida era controlado por ellos: desde como vestirme, que libros leer o con quien podía tener una relación romántica, así que me aterraba ver el futuro porque no tenía una idea concreta del mismo.

Ese futuro estaba lleno de visiones paradisíacas o apocalípticas según fuera mi comportamiento, es decir, si caía en la «debilidad» de ver una película de terror, en la noche oraba a Dios para que me perdonara, y tenía pesadillas de que sería destruida en el Armagedón.

Entonces era parte del grupo y vivía de acuerdo a sus doctrinas, pero vivía con el temor a salirme de allí, me daba miedo volar por mi misma, me daba miedo tomar mis propias decisiones afrontando las consecuencias de mis actos.

Todo esto lo pongo como ejemplo a lo que forjó mi personalidad, ya que a pesar de que dejé atrás a los testigos de Jehová, mi vida entera ha sido un constante temor a los cambios, ya sea en el aspecto laboral o de relaciones personales.

Aferrarme a una vida que no me agrada, lo equiparo a estar atrapada en un laberinto donde la zona conocida se siente segura, pero la salida está en un territorio desconocido. Mi experiencia como testigo de Jehová fue solo el comienzo de mi viaje personal hacia la superación del miedo a los cambios.

Puedo resumir el aprendizaje de lo que viví en los siguientes puntos:

1. La Zona de Confort: La seguridad que ofrece la rutina y la familiaridad puede convertirse en una prisión dorada. En mi caso, la vida dentro del grupo religioso proporcionaba un sentido de pertenencia y estructura, pero también limitaba mi crecimiento personal. Era parte de los clones que forma el culto, en donde todos deben de vestirse de lo que llaman «nueva personalidad» o hablar el «lenguaje puro de la verdad»

2. El Punto de Quiebre: Todos enfrentamos momentos en los que la voz interior se vuelve incesante. En mi vida, el punto de quiebre llegó cuando la Congregación a la que asistía se disolvió, alegando que había poca asistencia cuando no era así. Fue que decidí investigar por mi cuenta y me encontré con que ese grupo que decía «tener la verdad», no la tenía realmente, entonces mi deseo de autenticidad y libertad superó el miedo a las consecuencias. Identificar este momento puede ser crucial para superar el miedo.

3. Saltando al Abismo: Decidir dar el paso hacia lo desconocido puede ser aterrador, pero también es el primer paso hacia la verdadera autonomía. Al abandonar mi grupo religioso, me enfrenté al ostracismo y a la incertidumbre del futuro, pero también descubrí la capacidad de crecimiento y adaptación que yacía en mi interior.

4. Afrontando las Consecuencias: Cada elección tiene sus consecuencias, y enfrentarlas es parte integral del proceso de cambio, en mi caso perdí a mi familia extendida y amigos de toda la vida, pero aprendí a lidiar con las repercusiones de mi decisión, creo que esto fortalece la resiliencia y la confianza en uno mismo.

Así que salir de la zona de confort puede ser aterrador, pero también es el camino hacia la verdadera autenticidad y crecimiento personal. Aceptar el miedo como un compañero de viaje y utilizarlo como motivación puede transformar el proceso de cambio en una experiencia liberadora.

 

Asambleas galácticas (en un futuro a la vuelta de la esquina)

Un poco de humor :

Anuncios de la asamblea:
– Les recordamos que ya pueden donar en bitcoins a la obra del reino en cualquiera de las terminales que hay en el auditorio.

– Procure no dejar sus naves estacionadas en donde estorben a los vecinos, los robots acomodadores le ayudarán a encontrar lugar.

– El cuerpo gobernante se complace anunciar que la clase No. 975 de Galaad será asignada totalmente a evangelizar Marte y Saturno, su cápsula espacial saldrá en 6 meses.

– Los avances médicos han permitido unir el cerebro de Franz al cuerpo de una zarigüeya, y más la ayuda de la inteligencia artificial se ha logrado revivir desde hace meses al gurú de la sociedad WT, así que ya se puede descargar desde JW Library su nuevo libro: Prestemos atención a las profecías de San Malaquías, donde se indica que estamos muy cerca del fin, y que lo que queda de Pangea es el nuevo Rey del Norte.

 

Texto: Charles Fiasco Rusell
Ilustración: israelgless

La directriz médica no sirve de nada en México

Por Charles Fiasco Rusell foro extj.co

Estoy analizando el tema de la directriz médica, lo que he encontrado debe ser de interés tanto para testigos activos, como para PIMOS, y para todo aquel interesado en la postura de los testigos de Jehová sobre las transfusiones de sangre. Mi investigación se basa en lo aplicable a la legislación mexicana, sabemos que en cada país son distintas las normas jurídicas aplicables.

Lo que conocemos como directriz médica, oficialmente es nombrada por la organización como “Declaración previa de voluntad para la atención médica” y se abrevia dpa, término que utilizaremos para simplificar. Los ancianos de congregación aseguran que es muy importante tener este documento, que esté firmado y actualizado, que eso le salvará de pecar contra Jehová, aunque esté inconsciente, pero ¿es así realmente?, a primera vista es un documento muy bonito, impreso en hoja opalina, con espacios para firmas, y en letras grandes “NO ACEPTO SANGRE” acompañado de un litrote de sangre tachado. Lo cierto es que ese documento no sirve de nada, ¿por qué?

No pude conseguir un documento antiguo, pero anteriormente la directriz médica tenía un apartado donde venían ennumeradas ciertas leyes locales, y acuerdos tomados por grupos de naciones de los que México es parte, encontré la siguiente imagen de una directriz médica de España, donde se puede apreciar lo que menciono.

 

Pero oh sorpresa, el actual documento, la dpa, ya no tiene alusión a ninguna ley, ningún fundamento legal, ¿por qué motivo? Todo parece indicar que se dieron cuenta que dichas leyes y convenios no servían de nada en caso de una emergencia médica, así que optaron por simplificar la dpa y eliminar esas referencias. La sucursal Mexicana siempre ha argumentado el artículo 24 de la Constitución Política ampara el derecho de sus miembros a no aceptar transfusiones sanguíneas, pero no toman en cuenta que el Código Civil Federal en su artículo 6 indica que la voluntad personal (en este caso la negativa del testigo a recibir una transfusión) no puede eximir, alterar o modificar la observancia de la ley, su voluntad es respetada siempre y cuando no se afecten intereses que trasciendan al ámbito social, como sería el caso de que la negativa del paciente (o de sus padres si es menor de edad) lo llevara a perder la vida. Así que, más que las leyes inventadas por hombres que de medicina sabían menos de lo que yo sé de física cuántica, los médicos están obligados moral y legalmente a hacer lo que esté en sus manos por salvar la vida del paciente; la Ley General de Salud obliga a los médicos a proteger la vida.

Así que, básicamente la dpa no tiene valor jurídico alguno ante la ley mexicana, y los mandamases lo saben, por eso mandaron borrar toda referencia a la legislación en el documento. En pocas palabras, da lo mismo que un TJ exprese su voluntad en la famosa hojita de opalina, asi lo hiciera en una servilleta de papel, o en el papel para baño y le pusiera su firma. Claro, estaría excelente que un médico y un abogado le explicaran esto al testigo de Jehová en cuestión en la barra de un Starbucks mientras se degusta un capuccino, el problema es que estas cuestiones existenciales se plantean en el peor escenario posible de un hospital; cuando se habla con el paciente de un tratamiento programado para quimioterapia o para combatir la anemia, tal vez las cosas sean más fáciles de tratar, se pueden buscar alternativas y sustitutos… pero la cosa cambia cuando el paciente TJ ingresa a urgencias con tremendo balazo en el pecho o con vidrios del parabrisas en el abdomen por un choque, y que con la presión y estrés a todo lo que da, venga la familia testigo y los ancianetes de su congre a exigir que no se le ponga sangre a la persona, y que con soberbia todavía se atreven a decirles a los médicos que busquen alternativas, como si los profesionales de la salud no supieran hacer su trabajo, o como si a los cirujanos les encantara administrar transfusiones a la primera oportunidad.

En pocas palabras: si estás hablando con tu médico porque te vas a someter a un tratamiento médico, o tienes una cirugía programada, no necesitas la dpa porque aún sin que la presentes, tu doctor estará en la obligación de respetar hasta donde sea posible tu voluntad… y en caso de una emergencia tampoco te sirve la dpa porque el médico hará lo que moral y legalmente pueda para salvar tu vida aún si eso implica administrar una transfusión de sangre.

Así que, al menos en México, la mayor frustración por parte de los doctores, proviene por la necedad de los testigos y familiares cuando hay una urgencia médica, una operación de emergencia no es como un juicio de divorcio o de pensión alimenticia, que puede prolongarse por meses, en los que nada pasa si no se resuelve inmediatamente, la posibilidad de morir es real, los cirujanos tienen que hacer su trabajo por ética y legalidad, y que unos cuantos incompetentes sin formación profesional insistan en sus “derechos” debe ser frustante, dado que la muerte de un paciente por omisión es considerado un delito y los doctores pueden enfrentar consecuencias legales por ello, y que además los testigos de Jehová los amenacen con demandarlos si no respetan sus deseos, causa mucho conflicto. En algunos casos es posible obtener rápidamente una orden judicial para administrar la transfusión, pero en casos muy urgentes algunos médicos se han arriesgado incluso a perder su libertad por no esperar y aplicar la transfusión aun sabiendo que será demandado, simplemente admirable.

Afortunadamente aquí en México los jueces han fallado en esas situaciones a favor de los cirujanos, sobre todo en el caso de un menor implicado, adjunto link del resumen de una sentencia emitida en el 2017 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de México, donde se sienta un precedente para que los médicos salven la vida a menores de edad cuyos padres testigos de Jehová se opusieran a una transfusión.

Haz clic para acceder a derechos-humanos…20DGDH.pdf

Así que, si eres TJ activo de México y nos lees, infórmate, investiga bien, y te darás cuenta que tu dichosa dpa no sirve de nada; en el caso de que seas un PIMO mexicano mi recomendación personal sería no llenar nunca la dpa, total los ancianos nunca están al pendiente de quién la llena y quién no, dan por hecho de que todos la llenaron, y en caso de un tratamiento médico programado simple y sencillamente pídele a tu médico que mantenga en estricta confidencialidad tu asunto, para que a nadie, ni familiares, se les informe en caso de que tengas que recibir sangre; igualmente en caso de emergencias, tener la tarjeta te afectará más que no tenerla, porque si el secretario tiene en su archivo una copia de tu tarjeta, se presentarán cuestiones médicas, legales y éticas que implicarán tiempo valioso que puede significar salvarte la vida, pero si el secretario no la tiene, y nunca nombraste testigos o representantes, el médico se puede excusar en ello para hacer su labor.

Adjunto fuentes consultadas:

Haz clic para acceder a 2…23-426.pdf

Haz clic para acceder a Sitio…Dnguez.pdf

Se vale decir: NO

Por Aimée Padilla

Siempre he sido una persona introvertida y me cuesta muchísimo expresar a los demás mis opiniones. Me es más fácil escribir que decir las cosas de frente a mi interlocutor. Y aún así me sigue costando.

Ahora con el auge de las redes, se da el fenómeno de polemizar en foros y se crean batallas campales porque cada quien piensa que su opinión vale más que la de los demás. En mi caso le pienso muchísimo porque siento un ligero temor a lo que me vaya a decir un desconocido.

¡Si ya sé! Es algo absurdo pero es parte de mi personalidad formada desde la infancia por las represiones de un culto religioso.

Un lugar donde debes pensar lo mismo que los demás y si piensas de manera diferente, te dicen peyorativamente “apóstata».

Así que en tiempos pasados llegué a sufrir demasiado porque no sabía decir que “no» cuando algo no me parecía.

Tengo un querido amigo que me ayudó muchísimo cuando estuve en ése trance de sentirme basura y que no valía nada.

Me dijo: “todos los días, mírate al espejo y dite a ti misma: Soy la $#@& ama de mi vida». Haciendo referencia al personaje de Nairobi en la serie de Netflix “La casa de papel “

Me sentí un poco tonta, pero empecé a hacerlo y poco a poco entendí, que nada ni nadie tenía poder sobre mí, y si me afectaba era porque yo misma le estaba dando ése poder.

El momento cumbre de aplicar el consejo de mi querido amigo, fue cuando dos ancianos de los testigos de Jehová quisieron hacerme lo que le llaman “visita de pastoreo»*

Me llamaron por teléfono y a diferencia de años atrás, el corazón ya no se me aceleró de miedo a lo que pudieran hacerme.

Al otro lado de la línea el anciano me dijo:

– Hola cómo estás, aquí estoy con el hermano Reyes – quien se acercó a la bocina y me saludó – quiero ver si nos puedes recibir para hacerte una visita.

A lo que respondí: No… (y me quedé callada)

– ¿Nnnooo? -dijo titubeante

– Así es, NO. Y me disculpan porque tengo cosas que hacer. – y colgué.

No se imaginan el poder que sentí, entender que ésas personas no son nadie y no pueden estarme amenazando y haciéndome sentir mal tan solo porque decidí seguir mi camino por separado.

El saber decir “NO» tajantemente cuando algo me incomoda, ha sido para mí un logro personal, porque ha hecho mi vida más placentera, no sólo en el ámbito religioso, lo he aplicado en el trabajo, en las relaciones personales y familiares.

Entendí que hemos venido a esta vida para disfrutarla, debemos encontrar la manera para que este maravilloso viaje sea nuestro, único e irrepetible.

Entonces se vale decir: ¡No! ¡No quiero! No le demos nuestro poder a nadie, la travesía es nuestra y de nadie más.

* Los testigos de Jehová tienen un programa de ayuda para “fortalecer” a los miembros del culto. Dicha “ayuda» la imparten los ancianos. Se programan para dar estímulo a quiénes ellos consideren que necesitan ayuda espiritual. A dicha actividad se le conoce como: visita de pastoreo.

Referencia:

Se vale decir: NO

Se fiel a tí mismo

Por Aimée Padilla

El tema de hoy se me hace sumamente amplio y cada quien tiene una visión de marca o etiqueta, pero he decidido abordar nuevamente el tema de los testigos de Jehová.

Cuando formé parte de ese culto religioso, se me inculcó a tener un orgullo recalcitrante y fanático por sentirme apartada de los demás.

De hecho su propio sitio ha sido convertido en una marca comercial y los adeptos muestran con orgullo el tan conocido logo azul con blanco. Tienen sombrillas, fundas para Biblias, libretas, plumas y un montón de artículos religiosos con esa marca que los distingue.

Así que cuando me aparté de ellos, decidí que no quería volver a “vestirme» de una etiqueta en particular, no quise volver a ser parte de una religión ni tampoco encasillarme en una “no creencia».

Pero me di cuenta que “el mundo» – como le llaman los testigos de Jehová a las personas que no son parte de ellos – también se siente orgulloso de portar marcas.

Conocí a una chica que solo compraba pantalones Levi’s , no le gustaba comprar otra marca porque sentía que esos se le veían bien. También conozco a un ingeniero que le gustan las playeras Lascoste tipo polo porque siente que le dan clase.

¿Por qué escudarse en una marca para sentirnos bien? Eso es algo que he tenido que aprender con el paso del tiempo, porque también hubo una época en donde caí en esos estereotipos para sentirme parte del grupo.

Uno debe ser fiel a sí mismo, sin importar que los demás piensen que estamos equivocados, hay que saber enfrentarse a las situaciones que se nos presenten, con la total convicción de que nuestras acciones son auténticas y no estamos siendo presionados para que actuemos de modo distinto.

Es muy difícil ir contracorriente, hacer lo opuesto a lo que te aconsejan, pero que en tu fuero interno sabes que hiciste lo correcto.

Antes de dar el “salto cuántico» a cualquier empresa importante que te presente la vida, se siente un ligero cosquilleo de duda, pero ese impulso que te fulgura en el pecho es el que te da el empuje final para hacer de tu vida, lo que creas es lo correcto para tí.

No te conformes por estar en un sitio donde no estás a gusto, sacúdete de tu zona de confort y alcanza tus metas e ideales. Da vuelta a la página y escribe en una nueva… a tu gusto y medida, en donde la única marca que prevalezca seas tú mismo.

Referencia:

Se fiel a ti mismo

Un domingo cualquiera

Por Aimée Padilla

El pasado domingo estaban transmitiendo por televisión una película que a mi papá le gustaba mucho, así que lo visualicé en mi memoria  parado frente al  televisor  arreglándose para ir a la reunión. Mi mamá y yo siempre le ganábamos pues él se entretenía mirando la película, y así era su costumbre todos los domingos: llegaba tarde siempre por ese motivo.

Recuerdo que le reñíamos porque ¿cómo era posible que se tardara tanto viendo el programa que no era tan importante como asistir a la reunión?

Regresé al presente y sonreí con nostalgia rememorando mi vida anterior, siempre a las prisas sin tener tiempo para mí.

Cuando recién me salí de los testigos de Jehová un hermano me preguntó: ¿Qué haces ahora con tanto tiempo libre? Recuerdo que me quedé perpleja sin saber que responderle porque yo misma veía un inmenso vacío en mi vida envuelta en actividades relacionadas con los testigos de Jehová. Llevaba una rutina que se centraba en reuniones, estudio personal, predicación, revisitas, estudios bíblicos, lectura de la biblia y ahora todo eso había quedado atrás.

Debo admitir que sentí mucho temor los primeros meses de inactividad relacionada con mi anterior religión, porque esos vacíos que habían quedado debía de llenarlos con espacios creados por mis propios gustos, aficiones, intereses y necesidades.

Para mí los domingos fueron los más difíciles de sobrellevar, puesto que por fin podía pararme tarde y hacerme un café mientras veía las noticias, pero el sentimiento de culpa no me dejaba en paz. Pensaba: yo aquí en la casa y los hermanos ya deben de estar en el Salón del Reino. Y aunque suene absurdo, a pesar de que estaba convencida que  no deseaba volver a esa vida, en mi interior me sentía mal porque pensaba que realmente estaba desperdiciando mi domingo.

Veía a mis vecinos haciendo sus actividades cotidianas como ir de compras, hacer reuniones familiares siempre felices y sin un sentimiento de malestar, así que decidí empezar a trabajar en mí para arrancar de raíz la molesta costumbre de creer que la felicidad se encuentra en otra parte menos en mí misma.

Lo primero que hice fue sacar de mi guardarropa todo aquello que me recordaba esa vida que me hacía sentir mal y me hice de nuevas cosas que refrescaran mi entorno. Salí con amigas a las que antes les negaba un café o a una ida al cine. ¿y saben qué? Comencé a sentirme muy bien.

Ahora puedo sentarme y mirar un atardecer acompañada de una taza de café y un buen libro, puedo escuchar música o ver películas que antes consideraba no apropiadas, también pude hacer amistad con personas a las que no les di la oportunidad por el simple hecho de no ser del mismo sistema de creencias.

Es un deleite poder saborear por fin esa libertad de elección que me corresponde como ser humano.  Obviamente este es un proceso que lleva algún tiempo y no se da de la noche a la mañana. A mí me tomó casi 4 años poder sentirme cómoda con un domingo cualquiera. Así que hay vida después de los testigos de Jehová, eso se los aseguro, solo hace falta el deseo y la voluntad de ser libres.

Casarse solo en el señor

En esta ocasión trataré un tema del cual hablo desde la experiencia y es entablar una relación de noviazgo con alguien que no es testigo de Jehová. Mi artículo pretende explicar a aquellas personas que se han enamorado de un testigo de Jehová, todas las situaciones incómodas por las que tendrán que pasar si desean seguir adelante con la relación  ¿Realmente vale la pena?

Como bien es sabido el testigo de Jehová que busca una relación de noviazgo es con miras al matrimonio, y este debe de ser únicamente con un testigo de Jehová. Ellos se basan en la aplicación del texto de 1 Cor 7:39 que dice: “La esposa está atada a su esposo mientras él esté vivo. Pero, si su esposo se duerme en la muerte, está libre para casarse con quien quiera, siempre que sea en el Señor” (TNM)

Para el testigo de Jehová la expresión “Casarse en el señor” significa que el prospecto (a) sea un miembro bautizado.

Así que no importa qué tan buena, amable y honesta  sea la persona no testigo, para el testigo de Jehová no puede haber un “yugo desigual con los incrédulos”.

Sin embargo en el día a día conocemos a muchas personas, ya sea en la escuela o trabajo con quien un testigo de Jehová debe interactuar y en ocasiones surge el amor. Ese fue mi caso, conocí a un chico cuando estaba en el trabajo y de esa amistad nació el amor.

Nuestra relación no estuvo exenta de problemas, que diría yo eran el pan de cada día.

Conflictos iniciales

Cuando él me pidió que fuéramos novios, le dije que yo era testigo de Jehová, él se me quedó viendo con una expresión de desconcierto y me dijo: “¿Qué tiene eso de malo?”  Yo sentía que el mundo se me venía encima, pero realmente para una persona normal no debiera de ser un impedimento la religión que se profese siempre y cuando haya amor y profundo respeto hacia la creencia del otro.

Entonces le expliqué que el noviazgo dentro de los testigo de Jehová tiene una serie de requisitos, por ejemplo que no habrá sexo premarital, que debe de aceptar un curso bíblico, asistir a todas las reuniones y bautizarse.

Para él fue demasiado duro escuchar todo eso y me dijo que por mí haría todo lo que le pedía, menos andar de casa en casa, eso sí que no lo podría hacer porque desde su perspectiva era entrometerse en la vida de los demás y eso no lo haría.

Como era “mundano” no le dije a mis papás que estaba de novia con él, así que salíamos a escondidas, eso a él le molestaba muchísimo puesto que no estábamos haciendo nada malo. Un día un anciano nos vio en la calle y se lo dijeron a mis papás, así que  mi mamá me dio un “ultimátum”, tenía que “confesar” a los ancianos que andaba con un  mundano; si no lo hacía ella me acusaría. Así que presionada por ella fui y “confesé” . Me llevaron a la sala B con sus preguntas metiches de: ¿tuvieron sexo? ¿se besaron? ¿cómo lo conociste?. Situación por demás humillante por la que se tiene que pasar por el simple hecho de andar de novia con alguien que no es testigo de Jehová.

Conflictos posteriores

Siempre estaba deprimida, me sentía sucia e inmunda. Como estaba censurada no podía comentar en las reuniones y todos me señalaban. Para mí al igual que la mayoría de los testigos de Jehová, la “buena reputación” es sumamente importante; así que me la pasaba llorando y siento que a él le afectaba muchísimo, siempre tratando de consolarme y no entendía cómo era posible que si él estaba estudiando la Biblia yo me sintiera tan desdichada, porque en mi interior sentía que le había fallado a Jehová. Y la verdad era muy cansado tanto para él como para mí estar luchando con esos sentimientos de culpa que yo tenía. Mi manera de ver las cosas en la relación era sumamente tóxica.

Así que para alguien que esté pidiendo consejos sobre cómo sobrellevar una relación de pareja con un(a) testigo de Jehová, le diré que no hay una salida digna. Noviar con un testigo de Jehová es muy frustrante, debes de acoplarte a todas las directrices de la Organización.

 Tal vez fantasees y digas “Yo la voy a sacar de la Organización, le abriré los ojos, le haré ver que está metida en una secta coercitiva”, pero temo decirte estimado lector que es una falacia, son meras fantasías todos tus buenos deseos: la JW es un culto de alto control mental .

Lo mismo sucede con los PIMOS quienes en ocasiones preguntan ¿Cómo abrirle los ojos a una chica testigo de Jehová que les gusta? Mi consejo basado en  mi experiencia personal es: retírate antes de que el sentimiento crezca. Tampoco la engañes porque eso no es justo. O bien di que ya no crees en la Watchtower y que la persona testigo de Jehová decida si desea estar a tu lado. Se de muchos que se casan con ellas con la esperanza de que estando casados la harán despertar, y ni ellas despiertan, ni tampoco ellos pueden salir, siguen atrapados como PIMOS por los siglos de los siglos amén.

Desenlace

Llegó el día en que me pidió matrimonio y en vez de sentirme feliz, mi mente viajó al futuro y me vi a mi misma sola sentada en el Salón del Reino casada con un incrédulo. O sea toda mi vida giraba en torno a la secta, aunque seguía censurada me mantenía firme en mis principios de lo que para mí era “la verdad”. El nunca dio pasos para hacerse testigo de Jehová, así que en vez de ver su interior; aquel hombre que me amaba, tan solo en mi cabeza estaba la idea de que jamás lo vería vestido de saco y corbata dando discursos en la plataforma, así que le dije que no deseaba casarme con él.

En su momento sentí que me moría y él también pero ahora que lo veo en perspectiva, pienso que fue la mejor decisión, si me hubiera casado con él seguiría metida en la secta casi lo puedo asegurar, sufriendo por cosas tontas y tratando de convencerlo de convertirse al culto… dejando revistas por toda la casa con algún artículo que despertara su “interés”.  Él ahora está casado y tiene una linda familia.

Se de un chico que se enamoró de una testigo de Jehová, logró sacarla y ahora ambos viven juntos, pero es el único caso que conozco de “y vivieron felices para siempre”. En su mayoría siempre la secta triunfa porque es como ponerse con Sansón a las patadas, ya que el adepto confunde su devoción a Dios con las directrices que le marquen la interpretación de 8 individuos en Warwick NY.

Mi comentario final: Ningún amor compensará todos los sacrificios que implica meterte en una secta de alto control mental.

Aimée Padilla.

Para mayor información sobre la creencia de “Casarse en el señor”, consulte el siguiente enlace

https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/w20150315/casarse-solo-en-el-senor/

Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza

Por Charles Fiasco Rusell

¿Qué significa que el hombre haya sido hecho a la imagen y semejanza de Dios y Cristo? La organización WT argumenta que significa que podemos reflejar las cualidades de Dios, con lo cual ya estamos hechos a su imagen.

Pero ahora que lo pienso, ¿no están en ese sentido hechos de igual manera a la semejanza de Dios los ángeles? Pueden demostrar amor, poder, justicia y sabiduría incluso a mayor grado que el ser humano.

Para no irnos tan lejos, incluso los animales, demuestran estos 4 “atributos”, así que ¿podríamos decir que estar hecho a la imagen de Dios y Cristo significa lo que la WT enseña? ¿Qué piensan otras denominaciones cristianas al respecto?

Ireneo de Lyon, pensador Cristiano de la primera mitad del siglo II, y por ende más cercano al cristianismo del siglo primero que cualquier otro pensador posterior, creía que el ser humano no era la culminación de la creación que Dios tenía en mente, sino que realmente era apenas el comienzo de la obra final que tenía en mente, hacerlo literalmente como Cristo, lo cual concordaría con el hecho de la esperanza Cristiana es ser como él en todo sentido, una nueva creación como lo dice el apóstol Pablo.

La WT argumenta que el propósito de Dios es que los seres humanos vivieran para siempre en la tierra, basándose en las palabras de Génesis “sean fructíferos, llenen la tierra”, pero como argumenta Raymond Franz: creer que esas sencillas palabras engloban todo el propósito de Dios con respecto al hombre es pretencioso e infundado.

Otro argumento de la organización es que el diablo dijo una mentira al prometer a Adán y Eva que llegarían a ser como Dios al tomar del fruto prohibido, Ireneo de Lyon no creía que la perspectiva de llegar a ser como Dios fuera infundada, por el contrario, creía que lo que el diablo ofrecía realmente era una forma de evadir el proceso de crecimiento y formación del hombre, para llegar a ser un Dios sin depender del creador del universo.

La corbata y su origen

Por Israel Gless

Los testigos de Jehová de todo el mundo son identificados por su forma de vestir; los varones en especial hacen uso de la corbata como parte imprescindible de su vestuario. No celebran cumpleaños por ser supuestamente de origen pagano, pero ninguno de ellos se pone a pensar el origen de la corbata que usan de manera regular.

LA CORBATA COMO SÍMBOLO DE PROTECCIÓN

El “Tyet” es así como se le conocía al nudo de la diosa Isis que tenía aspectos que asemejaban a la corbata.

La diosa Isis conocida como “la señora de las pirámides” utilizaba un pañuelo anudado al cuello al que se le llamado “nudo de Isis”. De aquí que el icono de este nudo sea utilizado en la mayoría de joyerías, pero también se ve representado en el nudo de corbata que los hombres utilizan.

Los egipcios utilizaban el nudo de Isis cuando enterraban a sus difuntos.

La costumbre era realizar el nudo de Isis en el cuello del difunto para brindarle protección en la otra vida.

EL ORIGEN DE LA CORBATA (KRAVATA)

El origen de la Kravata viene de Croacia. Según la historia las mujeres utilizaban la corbata para acompañar a sus maridos a la guerra. Ellas les proveían un pañuelo como especie de recuerdo y consuelo ante las situaciones que afrontaría en la guerra.

De manera que el símbolo Croata de la corbata era que al llevar puesto la corbata se mostraba aprecio a su esposa y al mismo tiempo que la llevaba en sus pensamientos.

La corte de Luis XIV, el Rey Sol, adoptó entusiásticamente el nuevo atuendo, difundido al máximo por la amante del rey, Madame de Lavalière que ha inmortalizado su nombre en un tipo de nudo, el nudo de la lavaliera. (Aquí empieza el origen sexual de las corbatas)

LA CORBATA COMO SÍMBOLO FÁLICO

El uso de la corbata no pasa de moda y la sencilla explicación de esto es que la misma es utilizada como símbolo de capacidad interactiva entre los dos sexos, pero más que eso la corbata influye inconscientemente en el hombre quitándole la preocupación de agradar a los demás ya que la corbata tiene un poder de crear un aspecto agradable a aquel que la utiliza.

Por esa razón, se le trata diferente a un hombre que viste de manera formal que a uno que viste casual. Y esto se ve reflejado en la sociedad.

Carl Jung le llamaría a esto: “El inconsciente Colectivo” ya que el símbolo de la corbata constituye contenido de la psique que van más allá de la razón.

Cuando vemos a alguien vestir formalmente automáticamente se activan los “arquetipos” arcaicos que le dicen al inconsciente que aquel que viste formal es alguien “agradable” “tiene dinero” “es alguien popular” y muchas más ideas que se crean al ver a alguien vestir formal.

Sigmund Freud vería el paralelismo de la corbata como un símbolo fálico, es decir el órgano sexual masculino. La corbata es asociada inconscientemente al símbolo fálico. Anteriormente se utilizaba la corbata de forma plana y no tenía punta como ahora la se ven reflejados en la mayoría de corbatas.

Sucede que en una ocasión estudiantes ingleses de un colegio “elite” de Inglaterra estaban cansados de la “típica corbata plana” que era parte de la prenda escolar. A estos estudiantes se les ocurrió la idea de utilizar la corbata a manera de burla ya que observaron a la corbata parecida al símbolo del pene. Al notar esto, se les ocurrió hacer una “broma” cortando con tijeras la prenda dejando así un punta para que el parecido al pene sea mayor.

Lo más lógico era que estos alumnos recibieran una reprimenda de parte de la autoridades del colegio, sin embargo los profesores lo vieron como una “idea interesante” y fue así como empezó a recorrer el mundo el “nuevo corte” de la corbata con punta.

De manera que estos chicos lograron plasmar una imagen fálica a las corbatas sin pensar que esto recorrería el mundo entero y que hasta hoy en día, existen miles de miles de personas que utilizan una corbata sin saber su verdadero origen y simbología.

EL SÍMBOLO QUE ELEVA EL EGO

En la revolución Francesa, cuando los Croatas llegaban con su traje tradicional llevaban un pedazo de tela blanca que la anudaban formando una rosita y dejando colgar las extremidades encima del pecho.

A finales del siglo XVII se asignó la costumbre de anudar suavemente la corbata al cuello, con las dos extremidades enhebradas en un ojal de la chaqueta o fijados con un broche. Por eso mismo, durante la revolución francesa, la corbata se volvió un verdadero status-symbol. La corbata adquirió una representación de riqueza y el sentido elegante de la vida.

Por eso los empresarios y la “alta sociedad” suelen utilizar la corbata ya que al utilizarlo inconscientemente envían un mensaje implícito de estar muy encima de los demás y que por lo tanto se le debe respetar incluso hasta obedecerle.

En ocasiones la corbata y el tipo de nudo pueden revelar el “status económico-social” que tiene la persona, pero cuidado, porque no todo lo que brilla es oro.

Y es así, como la corbata ha venido de generación en generación plasmando un símbolo fálico, de riqueza, de “status social” y de poder.

La paradoja de los testigos de Jehová

El día ayer mi papá hubiese cumplido 80 años; murió fiel a la secta hace 3 años y aún me sigo preguntando si pudo haber despertado y vivir en libertad sus últimos años de vida.

Pero su recuerdo me hizo revivir  los momentos en que quise hablar con él, quien solo me escuchaba de forma respetuosa y finalmente me decía: ¿Pero a dónde iré cuando muera si todo lo que dices es verdad? Nunca quiso investigar aunque le mostraba enlaces con el trabajo de diversos activistas ex testigos de Jehová, así que tenía miedo a  morir sin una esperanza y más al presentir que su muerte estaba cerca.

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Fue un hombre extraño con gustos eclécticos en donde mezclaba su afición por temas extraterrestres con lecturas profundamente religiosas. Pienso siempre le llamó la atención lo desconocido y una parte de él gritaba que debía buscar en lugares más allá del sitio oficial de los testigos de Jehová.

Recordé a todas aquellas personas de la Congregación que se me adelantaron en el camino o bien que protagonizaron anécdotas memorables y pensé escribir este artículo al que intitulé  “la paradoja de los testigos de Jehová”… Pero ¿Qué es una paradoja?

*  Como paradoja se designa un hecho o una frase que parece oponerse a los principios de la lógica. La palabra, como tal, proviene del latín paradoxa, plural de paradoxon, que significa ‘lo contrario a la opinión común’; este a su vez viene del griego παράδοξα (parádoxa), plural de παράδοξον (parádoxon), que podría traducirse como ‘inesperado’, ‘increíble’ o ‘singular’.

En este sentido, una paradoja puede ser un hecho que, en apariencia, es contrario a la lógica: “Ya nadie va a ese lugar; está siempre lleno de gente”; “Este enunciado es falso” (paradoja antinómica).

Como tal, la paradoja suele dar la impresión de oponerse a la verdad o de contradecir el sentido común, no obstante, la paradoja no encierra una contradicción lógica, tan solo la aparenta: “¿Por qué si hay infinitas estrellas el cielo es negro?” (paradoja de Olbers).

Entre los temas más recurrentes en las paradojas se encuentran las autorreferenciales: “Yo solía ser indeciso, pero ahora no estoy muy seguro”; las de infinitud: “En un hotel de infinitas habitaciones, siempre se puede aceptar más huéspedes, aun si está lleno”, las circulares: “¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?”; las de confusión de niveles de razonamiento: “Si Dios es omnipotente, ¿entonces puede crear una roca tan grande que no la pueda cargar ni él mismo?”, entre muchas otras.

Aplicando esta figura retórica a los testigos de Jehová, podemos ver el uso tan común de la misma para la captación y/o retención de adeptos. Juegan el macabro juego de la esperanza sin ningún dejo de remordimiento.

Pensemos en los siguientes ejemplos:

La secta fomenta la desconfianza hacia todo aquel familiar que no desee dar pasos para ser parte de la organización, así que podemos ver innumerables experiencias de mujeres testigos de Jehová que le piden a sus esposos “incrédulos” asistan a las reuniones usando corbata, como si vestirlos así los convirtiera automáticamente en hombres bautizados; mientras a sus espaldas los demás miembros del culto cuchichean que el varón en cuestión no desea agradar a Jehová.

Por otro lado, está el esposo “opositor”, aquel que no desea nada con la Organización y le recrimina a la testigo que descuide a la familia. He visto en el pasado casos de esposas llorosas, que llegaban al Salón del Reino después de una discusión con el marido, pero en su interior sentían que habían hecho la voluntad de Jehová al no acompañar al cónyuge a algún evento del trabajo.

También está el caso de madres, padres, o cualquier miembro de la familia extendida, que no se opone… pero tampoco desea saber nada de la secta.

Ahora, cuando un familiar no testigo de Jehová fallece, es común que los dolientes pidan a la Congregación se dé un Discurso de funeral, pues dicen que el discurso es “más bien para los vivos que para el difunto”, ya que se tiene la esperanza de que el familiar resucite.

Conozco a unas hermanas precursoras regulares, cuya  madre jamás quiso ser parte del “pueblo de Jehová”, lo único que hacía era ir cada año a la Conmemoración ya que le gustaba observar el rito de los emblemas. Alguna vez le pregunté a una de ellas que si le habían ofrecido estudio, y ella me dijo: “Sí pero es que mi mamá no sabe leer”. Me quedé pensando en ese comentario, ¿Qué tipo de excusa es esa cuando ella pudo leerle a su madre para que conociera la “verdad” o bien darle clases de lectura y escritura?  Pero no quise ser impertinente y dejé mi pregunta al aire.

Al tiempo la mamá falleció y consiguieron que un hermano de muchos años en la Organización le diera el discurso del Funeral. Para todo aquel que ha sido testigo de Jehová, sabe que esos discursos se dan usando un bosquejo que manda la Sucursal para este tipo de situaciones; por tanto el discurso de la señora fue usando dicho bosquejo, solo omitiendo las partes que hacían alusión del tiempo en que la difunta fue testigo de Jehová.

Siempre estruja el corazón cuándo alguien muere, y más cuando son buenas personas como fue la señora.  Cuando fui a darle el pésame a la hermana precursora, me abrazó y llorando me dijo: “No estoy triste, yo tengo una esperanza muy firme en que volveré a ver a mi mamá en el Paraíso”.

Me quedé paralizada con ese comentario; de hecho aún era testigo de Jehová cuando sucedió la experiencia que comparto, pero en mi interior hubo una especie de “click” porque pensé: “Pero si la señora nunca fue testigo de Jehová… Nos han enseñado que personas que jamás conocieron ´la verdad´ son los ´injustos´ de los que habla la Biblia… como los aztecas por ejemplo… pero esta señora que sus hijas son precursoras… o sea no entiendo…”

Entonces ¿Para quién es el discurso del difunto cuyo familiar es testigo de Jehová? Si nunca quiso ser testigo de Jehová y sin embargo tiene esperanza ¿Qué caso tiene entonces la predicación si de todas formas tiene la esperanza de resucitar?

Resulta ilógico ¿verdad?  Paradójico… ¿Cómo es que intentan convencer a la gente para que cambie de religión, pero cuando en su familia se da ese caso, entonces allí sí Jehová les da una esperanza? ¿O es que hay una especie de extraño requisito de que en la familia del difunto debe de haber cuando menos un testigo de Jehová?

¿Qué pasa ahora cuando el que fallece es un expulsado? Bueno, depende del criterio de los ancianos determinar si la persona fallecida estaba dando pasos o no para ser restablecida:

“Una congregación cristiana no querría que su buen nombre se manchara al asociarlo con alguien a quien le aplicara 2 Juan 9, 10, aun en su muerte. Pero suponga que una persona expulsada hubiera estado dando alguna evidencia de arrepentimiento genuino y hubiera estado viniendo a las reuniones y manifestando un deseo de ser restaurada en la congregación. Entonces, si a los ancianos les pareciera que no perturbaría la paz y armonía de la congregación ni le traería vituperio al pueblo de Dios, no habría objeción alguna a que un anciano pronunciara un discurso. ¿Cómo podrían saber si Jehová habría perdonado ya o no a tal persona, cuando hay alguna evidencia de arrepentimiento? Apropiadamente, quizás los ancianos hayan estado esperando, por su deseo de asegurarse de que su aparente arrepentimiento fuera sincero. Obviamente, puesto que cada caso es diferente, tendría que juzgarse según sus propias circunstancias. Por supuesto, si se da un discurso de funeral, habría que tener cuidado para no espaciarse en asuntos personales ni hacer ninguna declaración positiva en cuanto a si la persona será resucitada o no. Pero de seguro se puede hacer una excelente presentación bíblica y dar un excelente testimonio bíblico.”

Fuente:

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1977408

¿Cómo saben los ancianos lo que piensa o no Jehová? (Pregunta seria)

Cuando mi papá falleció no le avisamos a la Congregación de su deceso porque sabíamos que  nos iban a querer meter entre ceja y ceja el discurso de funeral, pero ese tipo de noticias no pasan desapercibidas, así que sin invitación alguna se presentaron en la funeraria varios testigos de Jehová, quienes incrédulos preguntaban ¿Pero no le van a dar discurso al hermano?  ¿Pero por qué?

Una testigo de Jehová llegó al extremo de ir a la casa de mi mamá pasada una semana, y con lágrimas en los ojos nos reprochó que no se le hubiese dado discurso a mi papá, porque en su cabeza hueca pensaba que sin discurso mi papá no iba a resucitar.

Pero bueno ¿Dónde entra aquí la paradoja y que tienen todos estos casos en común? ¿Dónde queda la confianza en Dios de estas personas cuando se ven en apuros, incluído mi papá?   ¿Por qué le temen tanto a la muerte si se supone que tienen fe en que Jehová los va a resucitar?  ¿Por qué una mujer testigo de Jehová piensa que si su marido incrédulo lee un versículo de la Biblia en las Reuniones está agradando a Jehová? ¿No es ilógico ese comportamiento?

Estos son tan solo unos ejemplos que pude recordar, pero el lector buscará en el baúl de sus recuerdos y echará mano de una infinidad de situaciones ilógicas, paradójicas de personas que no hacen buen uso de su libre albedrío.

Obviamente para una persona normal, es posible notar ese comportamiento irracional de algunos testigos de Jehová, quienes rinden culto a una secta cuyos  intereses distan mucho de dar guía espiritual a sus fieles.

En el testigo de Jehová así como en todos los cultos de alto control mental, el miedo a la muerte es una constante que no los abandona. Dicen adorar a un Dios de amor que enfurece y castiga con la misma a quienes no hacen su voluntad… una voluntad opaca y con matices un tanto distorsionados según sea la luz vigente.

Aimée Padilla.

En algún lugar del mundo una joven llora

Por Charles Fiasco Rusell

Ella creció como hija de un matrimonio Testigo de Jehová.

La joven que ahora llora se bautizó a los 9 años, creyó que fue el mejor día de su vida; ¿Qué habría pasado si a esa edad les hubiera dicho a sus padres que deseaba casarse o independizarse? Seguramente se lo hubieran impedido, pero extrañamente nadie se opuso a que tomara una decisión igual de importante que la marcaría de por vida. La joven con el tiempo fue creciendo, y se fue dando cuenta que las cosas no son como parecen, se siente… diferente, diferente al resto de sus compañeros. Diario fue objeto de burlas por parte de sus compañeros de clase y de vecindario, aun así, ella aún cree en ese momento que su conducta debe ser diferente a los demás. Su vida es una vida de prohibiciones, pues sus padres le prohíben todo: las redes sociales, las fiestas, el alcohol, todo pese a que ya tiene 17 años, ni se le ocurra hablar si algún chico en la escuela le llamó la atención, pues sería reprendida por decirlo.

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La joven que ahora llora, ingresó recientemente a la universidad, conoció más personas, y ella quiere vivir esa libertad que percibe en los demás, se da cuenta que muchos jóvenes de su clase se divierten, tienen parejas y consumen alcohol sin remordimiento de conciencia, cada quien decide qué hacer con su vida… habrá quien trunque sus sueños por un embarazo, por una sobredosis o por un accidente al volante, pero la gran mayoría de sus compañeros disfrutan de la vida sin inmiscuirse en ese tipo de problemas, parece que las supuestas consecuencias de “no ser siervo de Jehová” no son tan letales como le han dicho en el salón del reino. Sus padres se dan cuenta que la joven está comenzando a pensar diferente, y le ponen un ultimátum para que se comporte como ellos esperan o tenga que irse del hogar.

Está en un dilema, por algunos meses se compromete a comportarse como se espera de una joven bautizada, pero cada vez le es más difícil esa lucha interna entre la religión y lo que ella quiere hacer. Un día sus padres descubren que tiene “novio mundano”, a los padres no les interesa conocer al joven, no les interesa aconsejar a su hija sobre lo que son las relaciones sexuales con protección, lo único que hacen es ordenarle a su hija que corte esa relación. La joven ya no puede más, se ha sentido tan presionada toda su vida… nunca comió una rebanada de pastel de cumpleaños, nunca rompió una piñata, nunca celebró la navidad ni año nuevo, ¿por qué no se interesan en cómo se siente? ¿Qué puede ser más importante que sus deseos? Como en esta casa no se permiten estas cosas, la joven es echada a media noche, ella no sabe qué hacer, pero sabe que es el momento de huir de toda esta situación, solo lleva un par de maletas, sus padres no le permiten sacar más cosas para presionarla a que reconsidere las cosas.

La joven acude con una amiga de la universidad, quien le comenta que puede vivir un tiempo en su casa, en lo que se estabiliza. La joven acepta, y durante un tiempo su casa consiste en una habitación en mal estado, no puede volver a casa mientras no se someta a sus anteriores creencias. Durante todo este tiempo no ha recibido llamadas de los miembros de la congregación, ni de los ancianos, es de dominio público que fue echada de su hogar por no seguir “las normas de Jehová”.

Desafortunadamente la pesadilla no termina ahí, el padre de su amiga se muestra muy afectivo con ella… tal vez más de la cuenta. Ella se ha dado cuenta que él la espía, y eso le incomoda, sin embargo, no quiere decirle a su amiga porque sabe que no le creería… además que perdería su hogar provisional y no tiene a quién acudir. Se le ocurrió llamar a unos cuantos hermanos de la congregación para pedir ayuda y encontrar un hogar y un empleo… pero todos le dicen que no pueden ayudarla mientras no arregle las cosas con Jehová. El novio de ella solo se aprovecha de su necesidad emocional, la utiliza para tener relaciones y se desaparece por varios días… hasta que quiere estar nuevamente con ella.

La joven consiguió un trabajo, tuvo que dejar el colegio porque no podía estudiar y laborar al mismo tiempo, el empleo es mal pagado, y apenas le da lo suficiente para cubrir sus gastos básicos; además, el papá de su amiga, se molesta porque la joven no cede a sus pretensiones y en venganza le dice que debe abandonar la habitación que le han prestado; el novio de ella vuelve a buscarla, la lleva al cine y de ahí pasan a un hotel. Alguien, un hermano de la congregación, tomó la foto de ella y el novio entrando al hotel, y luego esperó el tiempo necesario para tomar la foto en que salieron, parece que ese tipo no tenía nada mejor que hacer.

Esta será la última vez que ella vea a su novio, pues en la cena le confesó que tenía unos tres meses de embarazo, y él desaparecerá para siempre.

A los pocos días la joven recibe la llamada de dos ancianos, le dicen que les gustaría hablar con ella para animarla… y ella les cree, cree que tal vez después de todo lo mejor es volver a Jehová, pero al llegar al salón del reino es incriminada y cuestionada por las fotos que le tomaron entrando y saliendo del hotel, las preguntas le incomodan, y de alguna manera, termina siendo expulsada de la congregación, lo cual se anuncia a la reunión siguiente.

Mientras la joven está en un hospital dando a luz un bebé prematuro de siete meses y medio, sus padres están tomando el café en la sala de su casa, platicando sobre una chica del territorio de la congregación a la que le dan estudio bíblico y que está recibiendo oposición por parte de la familia, este matrimonio está haciendo planes para invitar a dicha chica a que se venga a vivir a casa de ellos, pues “está progresando muy bien y es una hija espiritual” por lo cual deben mostrar amor cristiano… mientras su hija biológica y su nieto luchan por sobrevivir.

Agradezco que hayas leído hasta aquí, esta es una experiencia que alguna vez pasó por aquí y que enriquecí con suficientes detalles para que nadie sepa de quién se trata, pero estoy seguro que nadie sabrá quién es, pues sé que en tu congregación también hubo alguna situación muy similar a esta, en todas las congregaciones las hay.

Crédito de la imagen: Pinterest

La fragancia de la Libertad

Ayer tuve la grata sorpresa de platicar con un amigo testigo de Jehová que también dejó de reunirse; dejamos de vernos por casi 3 años y ninguno de los 2 dio «el paso» para identificarse como ex integrante del culto hasta el día de ayer que finalmente coincidimos.

Él sí sabía que yo era «apóstata» pero decidió callar porque tiene familia adentro y no desea perderla. Leía mis artículos pero temía preguntarme abiertamente qué me había motivado a alejarme de la secta.

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La historia de él es muy parecida a la de tantos de los que nos hemos retirado, se dio cuenta que las enseñanzas JW no eran lógicas y la Congregación a la que asistíamos, es una especie de pequeño feudo opresor que lo hizo despertar de golpe.

No entraré en más detalles con respecto a él, ya que no se encuentra listo para decir abiertamente que ya no cree en el Cuerpo Gobernante, además de que no deseo ahondar más en temas cultistas. Simplemente centraré mi atención en lo que puedo rescatar de positivo de esa charla con él.

Una pregunta que hace unos 3 años me hizo uno de los ancianos de mi ex Congregación cuando dejé de asistir fue: «¿Qué haces ahora con todo el tiempo libre que tienes?» Y me quedé perpleja al escuchar su pregunta, no me esperaba semejante absurdo así que no pude responder con asertividad; así que decidí hacerle a mi amigo la misma pregunta: ¿Qué haces ahora con todo el tiempo libre que tienes si ya no asistes a las reuniones por zoom? … Sus ojos igual se abrieron de par en par y no supo qué responder, yo me reí y tuve que confesarle que esa pregunta me la había hecho años atrás el anciano que ambos conocíamos.

Le dije ¿sabes cual es el problema de los testigos de Jehová? Que ellos tienen su vida totalmente ocupada en actividades propias de la secta, que no llegan a tener una vida propia; el centro de su vida es la secta: se despiertan con una oración, se tardan como media hora en considerar el texto del día y luego desayunan, hacen sus actividades (trabajo, escuela) y tienen que predicar, estudiar sus revistas, etc.

Aparentemente eso no tendría nada de malo, quien no sea parte del culto pensará que lo que describí es algo sano, pero cuando te quitan tu personalidad es cuando empiezan los problemas.

Ya he ahondado en otros artículos con respecto a estos temas, así que no me extenderé en ese punto, si no en que el testigo de Jehová realmente no entiende lo que es ser libre. Ellos confunden libertad con «libertinaje» y piensan que quien se ha alejado de los testigos de Jehová, es ahora fornicador, ladrón o asesino… en ese orden. En pocas palabras: Si te alejas de Jehová te irá mal.

No pueden irse de vacaciones sin llevarse sus revistas por si encuentran la oportunidad de predicarle a alguien, no pueden ir en el transporte público si no van leyendo una Atalaya por si alguien se muestra interesado y le den el mensaje de manera informal, no pueden tener un empleo que no vaya de acuerdo a lo aprobado por la secta, en una palabra no son LIBRES.

El testigo de Jehová siempre está preocupado porque se acerca fin de mes y aún no ha llenado su cuota de horas al mes, ó porque tiene que mandar su resolución mensual a la Sucursal (una especie de diezmo disfrazado). Sienten que no son parte del mundo en el que viven porque eso les han inculcado. Les dicen que las personas que no son parte de su grupo, son malas personas que desean extraviarlas en su carrera hacia la vida eterna.

Cuando le hice ver a mi amigo lo anteriormente expuesto, asintió con la cabeza y me dio la razón. Ahora él es libre de estudiar la Biblia sin el apoyo de las revistas. Y aunque no es del todo libre por causa de su familia, encuentra cierta paz al llevar su espiritualidad como él lo desea, sin tener que estar entregando cuentas de su vida a los ancianos de Congregación, él solo le rinde cuentas a Dios.

Sin embargo la libertad es un tema al que la mayoría de los seres humanos le tenemos temor, sentimos miedo ante los cambios, no queremos sentirnos rechazados y queremos ser parte de un grupo que nos acepte.

A veces no encontramos el trabajo que nos gusta por miedo a salir de nuestra zona de confort, tenemos miedo al fracaso porque lo vemos con una connotación negativa, el fracaso de algún proyecto en el que nos aventuremos, nos da la experiencia necesaria para poder alcanzar cualquier meta que nos propongamos.

La libertad se disfruta con cada día que tenemos de vida y donde podamos darle gracias, por una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor, por ser mejores personas, por encontrar nuestro punto de equilibrio, por ver una hermosa puesta de sol, por disfrutar a tu familia, tu mascota, tu música, tu lectura. Se disfruta al hacer lo que realmente queremos sin que nada nos ate en contra de nuestra voluntad.

Hay una frase de Giovanni Bocaccio que me gusta mucho y es esta: «Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada»

Así que tomemos las riendas de nuestra vida y vivamos la experiencia de la Libertad; cada quien tendrá su manera de experimentarla sin arrepentimiento alguno.

La libertad tiene una fragancia especial que nace en nuestro corazón, es una necesidad acuciante por explorar el mundo a través del poder de la mente y nuestra intención. Nadie tiene el derecho de robarla, nosotros somos custodios de ella. Así que no permitamos que nada ni nadie nos robe la libertad que por derecho como ser humano, nos corresponde.

Aimée Padilla